Capitulo 3: Pervertido

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Estaba cansadísima y no se explicaba cómo. Se había pasado todo el día anterior tumbada en la cama, durmiendo y leyendo. No había hecho nada para estar cansada y en ese momento eran ya las once de la mañana.

Se incorporó sobre la cama y se olió un poco, dándose cuenta de que necesitaba un buen baño. Se había bañado el día anterior a la cena con ex compañeros de clase, el mismo día de la cena se había lavado el pelo, el día siguiente se había pasado el día sin hacer nada. Definitivamente, necesitaba un baño.

Se levantó de la cama y entró en el cuarto de baño. Natsu le había traído el desayuno hacía ya un rato y como siempre se llevaba la bandeja al traerle la de la comida, no corría riesgo de que la viera bañándose por lo que podía tomárselo con toda la calma del mundo.

- Haber que tenemos por aquí...

Se frotó los pies fríos con cuidado mientras buscaba en el armario algo de ropa. Agarró un conjunto de sujetador y braga azul celeste de un cajón y agarró un vestido color crema ajustado que le llegaba hasta las rodillas y se ataba detrás del cuello dejando media espalda al descubierto. Con ese vestido se le vería el sujetador pero teniendo en cuenta que estaba secuestrada, no podría verla mucha gente. De hecho, la única persona que podía verla era Natsu.

Entró en el baño y abrió el grifo del agua caliente para llenar toda la enorme bañera de hidromasajes. Le apetecía darse un largo baño y también disfrutar de aquella bañera. Nunca había podido probar una de esas y se moría de ganas por recibir un buen masaje en el agua.

Abrió el armario sintiendo curiosidad y se quedó alucinada viendo todo lo que había preparado para ella. Tenía todo tipo de cremas hidratantes para la cara y el cuerpo, perfumes, sales de baño, cera, una maquinilla para depilar, pinzas, kit de manicura, maquillaje...

- ¡Guau! ¡Aquí hay más armamento de belleza que en la estetica!

Sonrió pensando en Sorano. Tras el instituto había recurrido al dinero de su padre para pagarse la cirugía estética. Se había operado las tetas seis veces y aún no las tenía mejores que las de ella, intentó reducirse un poco la nariz y el cirujano le hizo una avería tremenda, se hizo la depilación definitiva pero como si nada porque le duró poco más que tres meses, y hasta intentó cambiarse el color de los ojos mediante una cirugía laser y había acabado llevando gafas. Aunque en el fondo, las gafas le sentaban bastante bien. Suspiró recordando que estaba hecha un cuadro en la cena, le dio hasta pena la pobre. Sus antiguos compañeros no hacían más que reírse de Sorano y a ella misma le costó aguantarse la risa.

- Pero no me voy a echar todo esto, ni mucho menos, ¿es que Natsu me ve tan fea que cree que necesito todo esto?

Suspiró cansada y agarró el camisón para sacárselo por la cabeza.


...


TOC TOC

Abrió la puerta de la habitación y entró sin hacer demasiado ruido. No quería arriesgarse a despertar a la joven si estaba durmiendo.

- Luce...

Se calló al ver que no estaba en la cama. Sin saber bien por qué, se alarmó pensando que a lo mejor había encontrado la forma de escapar y le estaba contando a la policía cómo encontrarlos, pero entonces, vio la luz procedente del baño. Sólo había sido una falsa alarma y su mente que le jugaba muy malas pasadas cuando se trataba de Lucy.

- Menos mal... - murmuró.

Anduvo hacía la mesa y gruñó al ver que no se había comido todo lo que él le había preparado. Le había llevado cuatro tostadas, un vaso de zumo, una taza de café, una macedonia y unos bizcochos y ella solo se había tomado el zumo. ¡Le iba a echar una buena bronca! ¿Cómo pensaba mantenerse sana tomándose un simple zumo a la hora del desayuno?, ¿es que sus padres no le enseñaron que el desayuno es la comida más importante del día?

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