Capitulo 16: El Reencuentro

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- ¡No puedo ir a verla! – le volvió a repetir- ¡ella ahora puede ser feliz!

- Natsu, de verdad que eres idiota.

Gray no se podía creer en serio que su amigo se hubiera empeñado de esa manera en no volver a acercarse a Lucy nunca más. Cuando la secuestró estaba eufórico por volver a tenerla y ahora parecía a punto de matarlo por intentar llevarlo junto a ella.

Entonces, sonrió con malicia mientras un nuevo plan se formaba en su mente. La verdad era que sí existía una forma de convencer a Natsu para que fuera a verla.

- Si tú no vas a verla, iré yo.

- ¿Qué?

Natsu dejó sobre la mesa el periódico que estaba intentando leer desde que Gray entró por la puerta y lo miró asombrado y a la vez furioso. Tenía que estar de broma, por su bien.

- Tú ya no la quieres así que puedo intentar amarla yo, ¿no?

- Ni de coña- se levantó- he dicho que quiero que sea feliz no que se busque a otro.

- Si quieres que sea feliz no te importara que lo sea con otro hombre- Gray se puso serio- Natsu, en serio ve a verla. Te sorprenderá lo que verás.

Natsu estuvo un momento pensativo sin saber qué debía hacer pero finalmente, suspiró y cogió su gabardina dispuesto a ir a la cafetería en la que trabajaba. Gray lo dejaría en paz si le echaba un vistazo y él se sentiría más tranquilo si comprobaba que de verdad estaba bien.


....


Ya habían pasado dos semanas desde que golpeó a Lisanna en la cabeza, dejándola inconsciente. Al final la dueña no le bajó al sueldo al contarle todo lo ocurrido con más tranquilidad y además le prohibió el paso a su cafetería a Lisanna. Siempre podía encontrársela por la calle pero era un alivio saber que no volvería a entrar en su lugar de trabajo. De todas formas, Lisanna la miraba con una mezclo de terror y asombro cuando recuperó la consciencia y le dio la sensación de que jamás volvería a acercarse. De hecho, Lisanna parecía tenerle miedo.

Se llevó las manos al vientre sintiendo que de nuevo el bebé daba patadas. Le encantaba estar embarazada por muy incómodo que pudiera resultar en algunas ocasiones.

- ¿Lucy?- la llamó su jefa.

- ¿Sí?

¿Cuándo vas a cogerte la baja por maternidad?

- Mmm... - se sentó sobre un taburete- creo que la cogeré cuando me quede un mes para el parto y así puedo cogerme los meses de retraso por la baja para cuidar mejor del bebé.

- De acuerdo. Entonces puedo contar contigo durante un mes más, ¿no?

- ¡Sí!- se llevó una galleta a la boca- ¿tienes ya un reemplazo?

- Sí, tranquila- le sonrió- vendrá mi sobrina.

Lucy asintió y luego con la galleta aún en la boca se dirigió hacia la cocina para hacer unas galletas de chocolate que sustituyeran las que se había terminado.


...


Natsu entró en la cafetería escuchando el tintineo de las campanas sobre su cabeza que indicaban el paso de un cliente nuevo. Algunas cabezas se dirigieron hacia la puerta pero en seguida se volvieron a lo suyo.

Miró hacía la derecha y hacía la izquierda sin ver a Lucy, sólo clientes. Miró al frente y vio tras la barra a la jefa del establecimiento. A lo mejor Lucy había dejado de trabajar en la cafetería o simplemente no tenía turno en ese día. Tal vez lo más inteligente fuera volver en otro momento para ver si estaba o ir a hacerle una visita a su apartamento.

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