Capitulo 6: No te pertenezco: Lemmon

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No le había gustado nada esa mirada que le había lanzado. ¿Acaso pretendía lo que ella estaba pensando?, ¿iba a violarla?, ¿de verdad iba a forzarla el último hombre que pensaba que lo haría?

Lucy miró demasiado impresionada para su gusto el tórax desnudo de Natsu.

Los hombros anchos, los pectorales duros y fuertes sin un solo gramo de grasa, los abdominales bien marcados por el ejercicio, y sus brazos que eran del tamaño de sus muslos. Parecía demasiado fuerte, lo suficiente como para forzarla a hacer lo que quisiera sin tener la más mínima oportunidad de defenderse. Aunque por otra parte, le resultaba realmente excitante observar el cuerpo estilizado y musculado de Natsu y le resultaba excitante la idea de que él la tocara como un hombre tocaba a una mujer.

Natsu llevó sus manos hacia la bragueta de sus pantalones para bajarla mientras disfrutaba de la mirada asustada de Lucy. Por un momento había visto el brillo del deseo en sus ojos, pero en un instante se había convertido en pánico y luego en confusión. Iba a tomarla quisiera o no porque no pensaba permitir que nadie más tomara lo que le pertenecía y aún así, deseaba que ella lo volviera a mirar de aquella forma. Quería ella que lo deseara tanto como él la deseaba a ella.

Dejó caer los pantalones hasta sus tobillos quedando sólo con el bóxer y se acercó a la cama. No se quitaría lo que le quedaba hasta que llegara el momento de penetrarla o de obligarla a darle placer. Tampoco iba a aterrarla de forma innecesaria.

- ¿Natsu?

- Tranquila, pequeña- gateó sobre la cama acercándose a ella- si te portas bien y no intentas oponer resistencia, te haré gozar mucho...

Lucy no estaba dispuesta a dejar que Natsu tomara su cuerpo por la fuerza, pero ¿qué podía hacer? Él era más fuerte y encima la puerta estaba cerrada con llave. La única manera de escapar sería esquivarlo y llegar hasta el baño para encerrarse dentro.

Cuando Natsu estaba prácticamente encima de ella, Lucy se mostró complaciente a él abriendo las piernas y dejando que él introdujera sus rodillas entre ellas.

- Así me gusta Luce- murmuró a su oído- se obediente...

Pero lo que Natsu no sabía era que estaba equivocado. Lucy era muchas cosas, pero entre ellas no se encontraba el ser obediente. La mujer flexionó un poco la rodilla que estaba bajo el miembro erecto de Natsu y cogió impulso.

- ¡Ahhh!

Natsu se apartó rápidamente al recibir la increíble patada justo en los testículos, donde más le dolía. Jamás hubiera esperado que Lucy se comportara de una forma violenta y menos aún atacando a esa zona tan sensible. No sabía si matarla o si arrancarle la ropa por su atrevimiento.

Lucy sintió algo de miedo por las consecuencias de aquel acto pero en seguida decidió que eso no era lo más importante en ese momento. Lo que tenía que hacer era apartarse de él y de esa cama y correr lejos. Se levantó de la cama para salir corriendo al baño tal y como había planeado. Lamentablemente, no contó con que Natsu pudiera soportar tan bien el dolor. Le había pasado el brazo alrededor de la cintura y tiraba de ella hacía atrás impidiéndole marchar.

- ¡Suéltame, idiota!

- Yo que tú dejaría de insultarme- pegó la espalda de Lucy a su tórax- tendrás suerte si no te doy una paliza después de hacerte el amor.

Eso fue suficiente para asustarla del todo. ¿Iba a pegarle?

Se había tirado un farol, no sería capaz de darle una paliza a Lucy, jamás podría golpearla y mucho menos disfrutar con aquello. Iría lo más despacio posible para no asustarla y la terminaría convenciendo para mostrarse complaciente. Le daría tanto placer que lo desearía con locura.

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