La discreción ataca

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Aquella fue la primera vez que los compañeros de Marin lo vieron llegar temprano, demasiado para su entendimiento.

Pensando, que quizás todo el mundo tenía la hora mal.

Gran error, tenía motivos para aquello.

Sabia la hora exacta de llegada de Adrianne (aunque suene espeluznante) y, gracias a ello, supo tomar el tiempo para llegar antes que ella e intentar resolver una duda que había tenido durante su cabeza todo el fin de semana, teniendo que esperar hasta el lunes para tener una pequeña oportunidad de averiguar algo.

Si es que podía.

Tenía que confirmar el significado, contexto e índole de sus palabras de ser posible.

― Realmente amo a Ladybug ― Le escuchó decir a su amiga en la biblioteca, sus palabras fueron seguidas por un gran suspiro, cosa que lo dejo hecho piedra.

Y, quería saber si aquellas palabras eran verdad, por qué como le pondría de patas arriba su mundo, más aun de lo que Chat Noir lo hacía.

― Necesito hablar contigo, Nina ― Con rapidez se colocó en el asiento de Adrianne, quedando a un costado de su amiga, quien se quitó sus audífonos para poder escucharlo ― Más bien, una pregunta ―.

La morena rodó los ojos, sonriendo picarona y augurando que sería una pregunta sobre Adrianne, el amor platónico de Marin.

― Adelante, chico ―.

― Bien, veras ― Jugó con sus dedos, desviando su mirada hacia el techo ― Escuche por error una conversación de ambas y me preguntaba ―.

― Marin, alto ahí, ¡Eso es raro, amigo! Hasta tú tienes tus limites ― Comentó al tiempo que cruzaba sus brazos en señal de desaprobación.

― Lo sé, solo déjame terminar ― Hizo un ademan para que se detuviera a sacar conclusiones adelantadas ― Escuché que Adrianne comentó que, bueno, ama a Ladybug y yo tengo la duda de si eso es como un amor de admiración, platónico o ya sabes ―.

Nina sintió un poco de pena por Marin, sabía que él estaba completamente enamorado de Adrianne y ella, bueno, tenía otro tipo de preferencias.

Además era un secreto que le confió a ella ¡No lo diría!

― Lo siento amigo, pero son cosas de chicas y más importante, de mejores amigas ― Se negó.

Para él aquel comentario fue una afirmación, lo cual le hizo dudar y realmente no sabía cómo sentirse.

― Entonces creo que estamos pasando algo parecido ― Murmuró, procurando que aquello no fuese oído por Nina.

Pero ella tenía un buen oído.

― ¡¿Te gusta un chico?! ― Gritó, levantándose de su asiento completamente asombrada.

Marin palideció por cuatro cosas.

Uno; había confirmado que realmente a Adrienne le gustaba Ladybug, al punto de amar su "yo femenino".

Dos; Había afirmado para sí mismo que le gustaba (solo un poco) alguien de su mismo sexo, Chat Noir.

Tres; Sus compañeros habían escuchado aquello.

Cuatro; Adrianne acababa de llegar al aula y también había escuchado el grito de Nina.

[...]

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Sí, Nina es la discreción andando como pueden ver.

Me divertí mucho escribiendo esto, es muyy divertido imaginar los problemas que pueden tener en este pequeño universo.

Marin/Ladybug es: Tengo un amor platónico. No me gustan los hombres. Bueno, quizás, Chat Noir sí es atractivo.

Adrianne/Chat Noir es tipo: Ya elegí mi sexualidad y tengo mi amor platónico que es la hermosa Ladybug. No me gustan los hombres. Bueno, quizás, Marin sí es atractivo.

Tienen problemas.

Gracias por leer esta locura y apoyarla, no saben que contenta me pongo cuando comentan que les gusto y que les saco una sonrisa o carcajada :')

Besos a todos.

Error, portador equivocado [Miraculous Ladybug] [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora