*Antes de nada, hay un par de escenas de la película Harry Potter. Si no has visto las películas y las quieres ver, te advierto de que hay un poco de SPOILER*
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Sábado. El perfecto día para hacer el vago. Súmale el que sea un día nublado/lluvioso y ya esta. La combinación perfecta.
Ya ha pasado una semana desde que los chicos están aquí, y aunque al principio estuve un poco reacia a que se quedaran durante dos semanas, tengo que admitir que fue una buena idea.
Estamos todos en el salón, espatarrados por el sofá y los sillones haciendo una maratón de películas de Harry Potter. Vamos ya por la sexta pero porque por desgracia nos hemos saltado la tercera, cuarta y quinta parte. Suerte que ya las he visto todas, un par de veces —vale, muchas más que un par— porque sino lo encontraría ofensivo. Además, no todos sirven para hacer maratones de H.P.
En la mitad de la película nuestros padres se van excepto James, el padre de los chicos. Él también es un Potterhead. Ya me caía bien, pero cuando me he enterado de que era fanático igual que Violet y yo, me ha caído incluso mejor.
En un sofá se quedan Violet, Ash y Carla y al del lado quedamos yo, Zack y su padre.
De repente, a fuera empieza a oscurecer deprisa y empieza a tronar muy fuerte. No le doy importancia y sigo concentrada en mirar la pantalla.
Antes de que se besen Harry y Giny, empieza a llover con fuerza y...
—Nooooooo!—grito en la penumbra de nuestra casa.
Por qué se ha tenido que ir la luz ahora? Maldita sea, por qué me pasa esto a mi?
—Cariño, no pasa nada—me dice mi padre entrando con la linterna de su móvil—. Has visto estas películas cientos de veces.
— Ya! Y nunca me he quedado a medias—lloriqueo.
—Hija, eres una exagerada—se ríe mi madre—. Ahora mismo vamos a comprobar si la luz solo se ha ido de nuestra casa o de todo el pueblo.
30 minutos después, sigo asentada en el sofá, con un par de velas iluminando el salón.
Ha parado de llover pero seguimos sin luz. Mis padres están en la cocina poniendo más velas para dar un ambiente romántico. Son unos cursis, pero quien soy yo para criticar un matrimonio que todavía se quiere como si fuera el primer día después de casi 20 años?
Los chicos van explicando chistes para pasar el rato y me río no porque los chistes sean graciosos, sino porque me da risa las risas de los demás.
Violet se levanta a buscar su teléfono porque tiene una llamada.
Oímos tan pronto como Violet habla con su madre, lo dice moviendo sus labios, que un coche para delante de nuestra casa y suena el timbre unos segundos después.
—Abro yo—digo levantándome y dirigiéndome a la puerta.
—Hola cielo!—me abraza mi tía tan pronto abro la puerta y me ve.
Abro más la puerta y saludo a mi tío que se ha quedado en el coche.
—Hola, hola!—grita yéndose hacía el salón—. ¿Por qué estáis a oscuras?
—Hola, hermanita. Se ha ido la luz como ya has podido ver. Pero bueno, como fue el viaje?— pregunta mi madre después de que ella abrace a todos.
—Bien. Genial! Hemos tomado el sol, bebido muchas copas y disfrutado de las vistas.
Nos alegramos por ella cuando un relámpago ilumina toda la habitación.
—Bueno, Carla, vamos ya a casa. Venimos del puerto y tu padre ya debe estar cansado de esperarnos.
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I'll Love You Till The End
Teen Fiction¿Qué es lo que pasa cuándo los corazones de dos personas se unen pero sus cerebros se lo niegan? _________________________ - ¿Qué haces tú aquí? -le pregunto finalmente saliendo de mi estupefacción. - Sé que hice mucho...