I'll Love You Till The End

Capítulo 8

Los dos estamos en silencio. Parados casi al medio de la pista.

Tengo el estómago revuelto. Puede que sea porque aún necesito ir al baño o porque me llegan todos los sentimientos acumulados que de repente vuelven al verlo, a un metro de distancia de mi.

—Hola—me dice él de manera que parece que no esta muy feliz de verme.

—Como estás?—enserio Olivia? Eso es lo único que tienes que decir?

—No muy bien—me dice claramente.

Mierda. Esta enfadado conmigo?

— Oye, podemos hablar a fuera?—le pregunto tímidamente.

Mira detrás de mi, me giro y veo que mis amigos me están mirando preocupados. Doble mierda.

—Violet, diles a los chicos que estoy bien. Eh, y me puedes hacer un favor? Vigila a Carla por favor.

—Claro, tu no te preocupes.

—Te enviaré un mensaje si pasa algo —la abrazo rápidamente.

—Ahora vuelvo—les digo a todos.

Me vuelvo hacía Jeremie que esta riendo con Carla pero de repente se le quita la sonrisa. Le dice algo a su oreja y después me indica que salgamos.

¿Por qué me siento tan mal?

Caminamos por la rambla hasta que llega un momento que ya nos podemos oír sin tener que gritar. Nos asentamos en un banco que esta delante de las vistas del mar y nos quedamos en silencio.

—Olivia. Te tengo que decir algo. El otro día, cuando estábamos en el parque ya sabes...—dice incómodo—. Yo me quedé ha reflexionar. Y me he dado cuenta de todos los errores que he hecho en mi vida. Espera a que termine de decirte esto por favor. Es importante—me dice antes de que pueda hablar.

Solo asiento con la cabeza.

—Tu conoces todos mis problemas. Eres de las pocas personas en las que puedo confiar y he llegado a la conclusión de que no podemos ser amigos.

—Que? Por qué no? Tu mismo has dicho que puedes confiar en mi, y sabes que yo también confío en ti—le digo apresuradamente.

—Por eso mismo—dice aún más convencido después de lo que le he dicho.

—No entiendo nada.

—Olivia, creo que deberíamos darnos un tiempo. Hemos sido mejores amigos y novios a la vez. Me he acostumbrado a que si me pasa algo bueno o malo, o que me pase cualquier estupidez tenga la necesidad de hablar contigo y contártelo. Y si encima te veo cada día de este maldito año que nos queda de curso, no te voy a superar nunca.

—Que quieres decir con eso? Yo te puedo dar espacio, tiempo, lo que sea. Pero te quiero en mi vida de alguna forma. Me has ayudado un montón y simplemente, no quiero renunciar a ti.

Deja de mirarme para fijar su mirada en el vaivén de las olas y suspirar.

Al cabo de unos minutos pero que seguramente han pasado 10 segundos me vuelve a mirar.

—Me tienes que entender. Al romper, me di cuenta de que la razón por la que rompimos fue porque fui un estúpido. Y que por culpa de eso, que solo te tenga como "amiga"—lo dice con despecho— me duele más que nada.

—Sé que al principio ser amigos puede ser muy incómodo pero es que yo aún te quie...—me interrumpe antes de que acabe la frase.

—Quererme?—me pregunta como si le hiciera daño decirlo—. Esa es la razón por la que no quiero ser tu amigo. No quiero ver como pasas página. No quiero ver como al paso de los días o meses o el tiempo que sea me cuentes como te enamoras de otro. Porque nos conocemos. Si seguimos siendo amigos querrás explicarme cosas para no perder el contacto y me moriré. No quiero ni puedo soportarlo. La cagué. Y mucho. Pero para serte sincero, no quiero ver como rehaces tu vida y que yo solo sea un "amigo" cuando aún quiero ser algo más para ti.

Me quedo en shock con sus palabras.

—No es necesario que digas nada. Esta es la decisión más dura que he tomado. Pero para tu bien, y bueno y para mi salud mental, creo que deberíamos dejar de hablar. Y si puedo dejar de verte, lo haré también. No quiero que me veas como un monstruo o algo. Quiero que me recuerdes como el chico que te hizo daño solo para tu bien y porque te quería.

Y antes de que le pueda decir algo me continua diciendo.

—Mañana me voy. Vuelvo a casa. Carla me ha dicho que os lo estáis pasando bien y que no volveréis hasta el viernes. Le he dicho que la echaré de menos. Si ella te pregunta algo de mi solo dile que soy un tonto y que no te merece.

No me había dado cuenta que estaba llorando hasta que él me quita una lágrima.

—Me estoy arrepintiendo por hacerte daño, pero sigo creyendo que es lo mejor para los dos. Llama a Violet y dile que venga. No quiero marcharme y dejarte aquí sola.

—Yo... Lo siento mucho—le digo con voz trémula.

Asiente con la cabeza mientras saco el teléfono y le envío un mensaje a Violet. No la puedo llamar porque antes de que me diga nada empezaré a llorar y será delante de Jeremie.

Esperamos un momento cuando sentimos unos pasos acercarse.

Zack? Miro de vuelta el teléfono y sé que el mensaje se lo he enviado a Violet.

—Adiós—me dice antes de irse con las manos en los bolsillos.

Zack mira fijamente a Jeremie cuando se cruzan, pero después camina más rápido para llegar hasta mi.

No dice nada. Solo me abraza, y antes de que me de cuenta empiezo a llorar en su hombro como si fuera una niña pequeña.

Creo que ha pasado una hora desde que empecé a llorar. Ahora las lágrimas van cayendo silenciosamente y él me separa un poco de su cuerpo para sacarmelas.

— Ey,  —me dice susurrando— vamos al apartamento y te estiras en el sofá. Se esta haciendo tarde y no quiero pasar la noche en un banco muy duro para mi trasero—dice con una sonrisa intentando levantarme el ánimo.

Intento devolverle una sonrisa pero no puedo así que simplemente asiento con la cabeza. Antes le envía un mensaje a su hermano para decirle donde estamos y me ayuda a levantar.

Y sin dejarme de medio abrazar, nos vamos hacía el apartamento.

[...]

—Ponte el pijama y estírate donde duerme Ash. No creo que le importe.

Voy hacía el baño y hago lo que me pide. No me miro en el espejo y salgo después de hacer mi necesidad.

—Zack—le digo llamando la atención mientras él me mira asentado lejos de mi—. Te importaría.... bueno no. Da igual.

—No. Dime.

—Te importaría... emh... abrazarme? Si no quieres no pasa nada—digo sin mirarle a los ojos.

Levanto la vista cuando oigo que se levanta y se acerca a mi. Tardo en reaccionar pero le hago sitio y se estira a mi lado abrazándome.

Me siento muy cómoda a su lado, así que me permito llorar por última vez en sus brazos antes de quedarme dormida.