BLAKE

C A P I T U L O 9

Blake

—Joder, Danvers, te has jodido pero bien el brazo. —Olsen se sentó a mi lado en las gradas, y reparé en una chica de la derecha, unas filas más adelante, que me miraba con sus amigas algo tímidas.

—En dos semanas me dijeron que estaría bien. —Olsen miró en dirección a la fila que me miraba, y soltó una risa.

—Ni con las de primero te resistes. —Rodé los ojos y me llevé el vaso de refresco a los labios, sorbiendo un poco. —Y me dirás que no.

—No hago nada. —Repliqué, sonriendo al ver cómo Crystal llegaba con un plato de patatas con queso cheddar fundido y un perrito. —Gracias por traérmelo.

—De nada, Danvers. ¿No engordarás con esto? —Se rio sentándose a mi lado, y pinché una patata con el pequeño tenedor de plástico blanco.

—Nah. —Vi a las animadoras salir de los vestuarios y formar en mitad del campo. Roberts se distinguía por los leves toques rubios en su pelo castaño y su tez morena. —Vamos a ver qué eres capaz de hacer, Ronnie. —Dije en voz tan baja que sólo yo pude oírme.

A las primeras de cambio, Veronica salió despedida por los aires en un salto con las piernas abiertas, tocándose la punta de los pies con los dedos y se dejó caer hacia atrás. Luego, uno de los chicos, Shaun la sostuvo con sus manos en el aire, haciéndola saltar de nuevo para girar sobre sí y caer en sus brazos.

Zac pasó por delante de mí durante la actuación de las animadoras, y lo miré de reojo con recelo. Espero que no viniese a la fiesta de después en el descampado junto al lago, o las cosas irían de mal en peor. No quería verle, si era sincera, porque acabaría reventándole la cabeza contra el asiento.

Volví al espectáculo, y Veronica se abrió de piernas en el aire, para caer en los brazos de dos chicos.

Me dejó perpleja, sí. El partido de fútbol de los chicos me pareció algo malo, aunque tenía mis patatas y mi refresco para comer algo mientras sufría.

Me acerqué a la barandilla, y allí estaban todas las animadoras esperando para salir de nuevo en el descanso. April se dio la vuelta y me saludó con la mano.

—Es muy raro verte ahí. —Alcé el hombro sano con una risa, sorbiendo de mi refresco.

—Qué le voy a hacer. —Miré a Veronica que estaba de espaldas, y decidí que aquél no era el momento de hacerle ninguna broma.

Cuando terminó el partido, vi cómo ella subía a las gradas, y me levanté con la mano en el bolsillo, pero su mirada no estaba fija en mí. Un chico bajó las escaleras y la abrazó de repente, dejándome un tanto confusa.

—¿Qué haces aquí? —Dijo con una sonrisa. El chico se encogió de hombros y ladeó la cabeza.

—Venir a verte.

—Eh, Roberts. —La llamé chasqueando los dedos, y ella me miró apartándose del chico. —¿Vienes a la fiesta?

—Claro, ahora voy. —Sonreí y alcé las cejas en modo de saludo para el chico también.

*

Veronica

Jake estaba delante de mí, y yo ni siquiera sabía cómo sentirme. Estaba allí, con su sonrisa, su pelo negro intenso, sus ojos color café, y sus hombros anchos y musculados. ¿Qué estaba haciendo allí? Fue lo primero que le pregunté. Me dijo que el instituto había hecho un viaje a Oregón, y que él se había escapado para verme. ¿Cómo podía haberse desvanecido en apenas un mes y medio algo que sentía tan 'fuerte' en un principio?