Veronica
Alcé la cabeza y miré por la ventana de mi habitación, estaba amaneciendo. Volví a tumbarme con Blake y miramos al techo. Le acaricié el abdomen con la yema de mis dedos, girando la cabeza para observarla.
—Tengo hambre. —Blake arrugó la nariz, tomando mi mano y dándole un beso.
—¿Ah, sí? —Alcé las cejas.
—Nooo, hambre de verdad. —Me incorporé en la cama y cogí su camisa, —obviamente, quería sentirme sexy después de haberme acostado con ella toda la noche— y me puse la ropa interior, levantándome. —¿Dónde vas?
—A la cocina, a traerte algo.
—Voy contigo. —Dijo ella, saltando de la cama. Se puso los pantalones y el sujetador y caminó hacia mí, que estaba en la puerta.
—Mira, si te ve mi padre prepárate para verte con su zapatilla incrustada en la cabeza. —Soltó una risa mientras salíamos, pero no dijo nada.
Caminamos por el pasillo y bajamos las escaleras en silencio, en el salón no había nadie, pero cuando giramos hacia la cocina, Josh estaba ahí con un chico, fumando un cigarro. Los cuatro nos quedamos en silencio, sin decir nada, escudriñándonos unos a otros con la mirada.
El chico era más alto que Josh, rubio con los ojos verdes, estaba en bóxers y estaba bastante musculado, casi como mi hermano. Josh llevaba unos bóxers y una camisa negra puesta, lo que hizo que me mirase a mí misma porque íbamos prácticamente igual.
—¿También te has pasado la noche follando, querida? —Me dijo Josh con una sonrisa.
—Me encanta esta familia. —Musitó Blake apretando los labios mientras sonreía.
—Sí. ¿Me presentas al afortunado? —Señalé al chico.
—Me llamo Keaton. Tú debes de ser su hermana, habla mucho de ti. —Entonces fue cuando me quedé en shock. Había estado tanto tiempo absorta con nuestros problemas que no había reparado en que Josh tenía novio.
—¿Estáis saliendo?
—No, lo traigo a la cena de nochebuena porque me cae bien. —Blake se reía, entrando en la cocina para coger un trozo de pavo que había sobre la mesa y le dio un mordisco, sentándose en un taburete mientras miraba la escena en sujetador y pantalones.
—Seguid hablando, yo como mientras os veo. —Mordió una patata que había en la bandeja.
—¿Estáis saliendo o todavía no? —Josh nos señaló, y Keaton se sentó al lado de Blake a comer igual que ella. Yo miré a Blake, que asintió levemente.
—Sí, estamos saliendo. —Era la primera vez que una de las dos lo decía en alto, y Blake sonrió al escucharme decirlo.
—Guay, ahora podemos hacer citas dobles.
—En tus sueños, Josh.
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BLAKE
RomanceTODAS LAS HISTORIAS ESTÁN SUJETAS A COPYRIGHT Y HABRÁ DENUNCIA SI SE ADAPTA O PLAGIA. Riverwoods no era un pueblo normal, ni siquiera su instituto lo era. No era el quarterback el que se llevaba a las chicas de calle, ni el que provocaba suspiros...