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Hace casi una semana que no veo a JungKook luego de ese día, y estoy realmente preocupado.

Ahora mísmo no tengo tiempo para gastarlo, me refiero a que JungKook se aseguró de que comenzara a trabajar y ahora estoy ayudando a Jin en su empleo, trabaja en un salón de belleza, dice que mis manos parecen tiernas y trabajadoras a la vez, y me ha dado una oportunidad.

Así que aquí estoy, éste es mi segundo día, por ahora Jin me tiene como cajero y el que mantiene la limpieza, dice que pronto comenzaré a ir subiendo de empleo en cuanto su salón se haga más popular, y que cuando eso suceda todo será rosa y brillos, y que yo también tendré que serlo.

Es agotador, de tan solo pensarlo. Pero me advirtió que JungKook me castigaría si duraba menos de dos semanas en esto, no me imagino que podría hacerme JungKook, ni siquiera quiero malpensarlo... pero no puedo concentrarme si su rostro está en todo momento en mi cabeza.

¿Y si ahora de verdad se dió cuenta de que no valgo la pena? ¿Y si no le gusto? ¡¿Y si le doy asco?! ¿Habrá huído...?

—Jimin —escucho a mis espaldas y doy un salto— Hasta que por fín bajaste... Necesito que esperes afuera los encargos y firmes por mí.

Jin me mira seriamente, porque ahora recuerdo lo duro y extraño que puede llegar a ser en este tema. Y yo como siempre, un debilucho que obedece de inmediato.

Asiento con la cabeza y me levanto de la caja, espero afuera donde hace un poco de frío y mi suéter no me ayuda para nada.

Espero por no se cuantos minutos, donde mis dedos... bueno, ya ni siquiera los siento, pero por fín llegan los jodidos encargos y me cuesta firmar, pero lo hago. El tipo se va dejandome parado como un idiota congelado con todas esas cajas y me veo en la obligación de tener que llevarlas yo mísmo adentro.

Cuando entro me permito pensar en dejarlas afuera y quedarme en la calefacción del salón, pero se robarían las cajas y Jin... me mataría, asi que mi sueño dura apenas un segundo y tengo que salir de inmediato.

—¿Jimin?

Me volteo justo antes de llevar la última caja y veo a un chico de rostro amigable y bastante conocido...

—Xiumin, ¿Verdad? —pregunto aún con la caja apenas en mis brazos y el sonríe abiertamente, entonces ve la caja y la toma rápidamente para ayudarme— Oh, gracias...

Entra conmigo y deja la caja en el almacén junto a las otras, me asusto un poco, si Jin lo viera probablemente le daría con sus zapatos o llamaría a la policía por lo que estoy bastante nervioso, lo llevo de vuelta al salón.

—¿Cómo has estado? —pregunta sentándose en el sofá de espera y me mira sonriente.
—Oh, muy bien, ¿y tú? —pregunto nervioso e intimidado, ¿Dónde está Jin?
—Bien... pensé en llamarte para salir, pero luego lo olvidé, perdona... y eso que fuí yo el interesado...
—Oh, está bien, últimamente he estado ocupado, así que... no sé —digo y camino hacia la caja, en busca de un lugar cómodo y seguro.

Se levanta y camina observando todo el lugar, se mira en los espejos y arregla un poco su cabello.

—¿Trabajas aquí? —pregunta cuando se voltea y asiento— Uhm, supongo que vendré algún día... ¿Cortas el cabello? —niego— ¿Maquillas?

Niego otra vez, y por lo nervioso que estoy creo que fue un error darle mi número en primer lugar, realmente fui un idiota, ¿Así de fácil soy?

Mi celular suena rompiendo el silencio y me disculpo aliviado, contesto sin mirar el remitente y en eso llega Jin y mira confundido a Xiumin y me volteo para ignorarlo.

Lost | 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora