Apoyé los codos en la baranda, pasé mi rostro por mis manos y suspire profundamente, intentando reprimir las lágrimas de dolor y frustración, y a la vez, intentando encontrar las palabras correctas para decir.
Divisé la moto de Jeongguk entrando por la calle y se detuvo frente al edificio, abrí la puerta desde mi departamento y esperé a que subiera. Volví al balcón, donde el frío viento refrescaba un poco mis pulmones.
Parece ser que siempre estaba nublado en días así.
Cuando escuché su toque en la puerta bajé la cabeza, el entró ya que había sacado el seguro y sólo no quería verlo tan pronto, porque sabía que en cuanto lo viera, y que me sonriera tan lindo como siempre iba a causarme un dolor más que inmenso.
—¿Jimin? ¿Estás bien? — escuché sus pasos, dejó las llaves en algún mueble y se acercó al balcón.— ¿Que estás haciendo?
Volví a suspirar.
Levanté la cabeza y miré mis manos. Mis dedos temblaban ligeramente, pero nada en comparación a mis piernas que temblaban con fuerza y debilidad a la vez.
—Jimin, te estás congelando, ven.
Se acercó y me entró encerrando mi torso entre sus grandes brazos, y su perfume volvió a hacer estragos en mí. Cerré los ojos aspirando su aroma y guardándolo en mi memoria, porque estaba seguro que Jeongguk terminaría odiandome y no querría verme jamás.
Nos sentamos en el sofá, el trajo una manta que no sé de donde sacó y cerró las ventanas del balcón, dejando sólo un poco abierto para dejar aire fresco en la habitación.
—¿Que ocurre? Hablame —me pidió suavemente. Jeongguk sonaba terriblemente preocupado y yo ni siquiera había sido capas de voltearme a verlo a la cara.
Trague saliva y abrí la boca.
Es ahora o nunca.
—Yo...
Vamos.
—Yo...
No seas cobarde.
—Lo siento, Jeongguk —dije en el momento que me volteaba a verlo a los ojos para que entendiera que de verdad lo sentía. Y de tan sólo ver su ceño fruncido por la tensión y los ojos brillosos por las lágrimas inexistentes hizo que mi estómago diera miles de vuelcas dándome muchísimas ganas de vomitar.
—¿P-Por que dices eso...? ¿Que sucede?Respiré profundamente y me voltee hacia él.
—Yo... No voy a permitir que vayas, porque no voy a ir contigo y no quiero que te pase algo malo. Me sentiría muy culpable, porque... Yo te acompañé en todo esto, yo alimenté tus esperanzas en algo que... No sabemos en realidad si es posible — suspire porque Jeongguk ni siquiera se había movido, sólo pestañeaba y creo que apenas respiraba.— Yo jamás vi el cuerpo de Taehyung, y no aceptaba su muerte porque lo sentía aún conmigo, con vida. Pero ahora entiendo, que eso quiere decir que Taehyung vive... En mi corazón.
Toqué mi pecho, y me sorprendí al ver que respiraba agitadamente como si hubiera corrido una maratón y apenas sólo había dicho unas palabras.
Jeongguk aún no se movía.
Apreté los labios, porque no quería seguir hablando sin estar seguro de que me estaba entendiendo. Así que acerqué mi mano a la suya, y en el momento en que mis dedos tocaron su piel él se alejó como si se hubiera quemado y se levantó del sofá completamente vuelto en sí.
—¿Que mierda estás intentando decir?
Sentí un agudo dolor en el pecho al oír a Jeongguk hablándome de esa forma, como si yo no fuera nadie para él.
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Lost | 국민
FanfictionLas pérdidas a veces cuestan demasiado trabajo para soportar, a veces tenemos que entregar cosas de nosotros mismos para poder aliviar el dolor, y a veces no nos damos cuenta de cuanto entregamos hasta que creemos haberlo perdido todo. Protagonista...