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Salgo de mi cuarto y al instante se escucha la música a gran volumen en el estéreo del depa y antes de que pueda siquiera preocuparme por mis vecinos el rostro de Tae aparece rápido por el pasillo con una gorra colorida en forma de cono sobre una peluca roja de brillos que llevaba puesta.

Me resfregué bien los ojos y miré bien la escena frente a mí.

Tae estaba vestido como payaso y estaba sobre una gran pelota intentando mantenerse en equilibro con una pequeña torta en su mano derecha y una caja de regalo en la otra. Hice una mueca, nada más que por simple precausión, se habia dado la molestia de hacer un pequeño y peligroso show que podría arruinarse de un segundo a otro si no me acercaba por si acaso necesitaba ayuda.

Lo bueno es que no intentó alejarse en cuanto avancé y pude tomar ambas cosas en mis manos y observar más relajado su función, al terminar hizo un tierno e infantil "Ta-da"  y dejé las cosas a un lado para darle un merecido abrazo.

Feliz cumpleaños, enano —dice aún entre mis brazos y lo separo un poco solo para darle una mirada de falsa molestia que lo hace reír— por cierto, invité a JungKook, ya que es como tu otro hermano no creí que te molestara.

Justo suena el timbre y me quedo congelado en mi lugar, con mis shorts como pijamas y el rostro descuadrado.

—¡Justo a tiempo! Acaba de despertar —escucho que dice Tae, sin tomar en cuenta mi alterado corazón y demás.
—¿Dónde está? —escucho su melodiosa voz desde aquí, pero sólo logra alterarme y, a la vez despertarme de mi shock para correr al baño.

Ruidos, muchos ruidos, y luego silencio, Jungkook aparece frente a mí, estamos sentados en una mesa observándo unas fotos. O eso creo hasta que levanto mi vista y él está mirandome con sus ojos oscuros y sin ningún brillo encima.

—¿Jungkook?
—Jimin.

Una voz aparte suena a sus espaldas, pero está demasiado oscuro para notar su silueta, nada más observo como su mano se apoya en el hombro de Jungkook y él mira hacia un lado y finalmente desaparecen ambos de mi vista.

Despierto frustrado, molesto, enojado, porque mis sueños sean tan directos a veces, tengo mucho miedo e impotencia. Como hace ya tres dias que esto sucede, cada vez despierto más y más jodido...

—¡Mierda! —grito desesperado y siento las lágrimas en mis ojos arder fervientemente.

Jungkook está haciendo esto sólo. Lo peor de que no estoy a su lado, me está excluyendo de esto, me está dejando fuera cuando sabe que siempre he estado enganchado, desde lo más profundo.

Y quererlo como lo quiero hace que me ansíe más de lo normal.

—Jackson no está hablando coerentemente Jimin, ignóralo.

Mark estaba demasiado nervioso para fingir bien que eso no pasó.

Que Jackson había delatado el pequeño secreto que estaba sobre mi propia cabeza y que jamás me dí cuenta que estaba.

Y no iba a quedarme así.

Me levanté decidido y media hora después salí sin importarme que malditas horas eran, buscaría a Jungkook de donde carajos sea que esté y lo obligaré, si es necesario, a no volver a alejarse de mí.

Camino con los dientes rechinando hasta la estación de buses y de pronto mi celular vibra.

JungKookie:
Jimin...
Ve a mi edificio.

Junto mis cejas y aprieto mis labios fuertemente, ¿hacia donde más iría?

Llegué al edificio y antes de entrar escuché mi nombre a mis espaldas, tenía la esperanza de que fuera Jungkook con alguna cara de pena, pero no, era Jackson, con ese tipo de expresión.

Lost | 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora