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—Chim, un regalo —dijo Tae mostrandome dos entradas para el cine.
Wow, Tae... yo- ¿que rompiste?
—¡No rompi nada!
—¿Es mi cumpleaños? No, no lo es.

Tae bufo y se pego una palmada en el pecho como la gente normal.

—Oh, ¿me estas invitando?

Cierto, no hemos pasado mucho tiempo juntos ultimamente. Sin JungKook, tanto física como verbalmente.

—Ah... la verdad es que... JungKook viene hoy y... ya sabes...

Ouch.

—Pero, puedes invitar a alguien.
—Claro, Tae. Invitare a mi vida social.

Y luego estaba camino a ese estupido cine para ver esa estupida película, e intentar distraer a mi cerebro de aquellas estupidas imagenes donde JungKook estaba sin ropa, y le hacía el amor a mi mejor amigo. Por lo menos podia ver la película dos veces, ¿no?

Estupida vida.

JungKook me sonríe de lado, sus ojos brillando en la oscuridad mientras observa mi cuerpo sin pestañear si quiera un segundo.

Podía escuchar a mi corazón latir como un desbocado desde mi lugar en la cama, si, habíamos llegado a la cama en un solo segundo y ahora nos encontrábamos desnudos apreciando la sensualidad de la escultura ajena.

El cuerpo de Jungkook tiene esa capacidad de dejarte congelado en cuestión de solo verlo, para apreciar aquella obra de arte hecha persona. Su piel lechosa y tersa marcando un abdomen simplemente perfecto para su cuerpo, sobre ellos unos pectorales firmes que parecen de roca y sus brazos rodeados de músculos tensos al aguantar su peso sobre mi cuerpo.
Y bajar la mirada se sentía tan pecaminoso. Pero era como una cuerda invisible que tiraba con fuerza.

Sentí como el aliento se me arranco de los pulmones. Jungkook era simplemente perfecto y podía escribirlo en su currículum si era necesario, aun que claramente no quería que nadie más viera lo que yo veía.

El pene de Jungkook estaba totalmente despierto y erecto osando con tocar el mio propio en un intento de comunicación sexual que podía ocasionar una guerra de quien decía mas con unos simples toques.

—Es hermoso, hyung —apoya sus rodillas a los lados de los caderas y comienza a besar mi pecho recorriendo mi sensible piel con besos húmedos y su lengua asomándose sin piedad haciéndome estremecer de pies a cabeza.
—Jungkook... —jadee cuando sus besos amenazaban con bajar.

La paciencia se me escurría de las manos y necesitaba mayor atención porque el deseo lo tenia guardado en un gigante baúl con la cerradura mas impenetrable del mundo. Y Jungkook la había abierto con solo besarme.

Mis sentidos estaban a flor de piel, guardando toda primer caricia como el tesoro mas grande de la humanidad, porque sabia que este momento seria perfecto y único para ambos, para mi.

—Te deseo, ahora... —solté sin pensarlo mientras acariciaba sus cabellos despeinandolos cuando me miro desde su lugar con la mirada fija en mi, pero a la vez perdida—. ¿me deseas, Jungkook?

No dijo nada.

En cambio, inhaló profundo a la vez en que bajaba su rostro y aspiraba en mi cuello, y luego comenzó a besarme el lugar de una manera increíble, como nunca antes había sentido, con pasión, con anhelo, placer, lujuria y honestidad al mismo tiempo.

Entonces no nos quedaban palabras.

Estaba clarísimo, ambos nos deseábamos.

Cuando se alejo un poco, bajo hasta mis caderas y creí que me torturaría con su lengua en mi miembro al verlo bajar lentamente con los labios entreabiertos. Desde mi lugar era la vista que merecía una foto y un enmarcó privado para recordarlo para siempre. Jungkook tenia sus oscuros ojos clavados en los míos, con sus manos agarro mis tobillos y doblo mis rodillas, sus manos subieron por mis muslos y sus dedos acariciaron mi piel interna dejando un camino de estremecimiento.
Y luego simplemente cerré los ojos al sentir su caliente y húmeda lengua bajar de mis testículos a mi agujero y jugar con los pliegues sin piedad.
Agarre las sabanas con fuerza, los toques de Jungkook y su propia lengua se volvieron de pronto mi mundo completo, en lo único en lo que podía sostenerme y mantenerme viviendo. Porque la sensación era perfecta.

Lost | 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora