"Hypnotic"

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-El viento soplaba suave, apenas podía hacer ondear su cabello. Bajó de la camioneta con gracia; iba fundado en un traje oscuro y corbata roja. Eran cerca de las ocho y media de la noche. En cuanto vio la puerta principal y la servidumbre invitándolo a pasar, sintió una enorme necesidad por irse. No quería estar ahí; iba más por obligación que por gusto. Se adentró en la sala principal que llevaba al comedor para visitas, al menos así lo recordaba. Hace mucho que no iba, pero todo parecía estar igual. Aunque, ¿a quién le importaba? Seguro que a todos sus invitados sí, pero para él o cualquiera que haya vivido lo que Sasuke en esa horrible casa, definitivamente no.

La relación con Fugaku se había fragmentado desde hace mucho. La verdad es que casi no hablaban, solo lo hacían en caso de que sucediera algo de vida o muerte, cuando a su padre le daba mucha culpa o cuando lo necesitaba para un evento político. Esa noche, se trataba inicialmente del punto número tres.

Era una cena típica de Estado donde se daría un anuncio importante al partido, por lo que la mayoría llevaría a su familia más cercana; Fugaku no podía ser la excepción. Así que a regañadientes ahí estaba Sasuke, sentándose en uno de los banquitos que prepararon para el evento. En cuanto comenzaron a servir los cocteles, no dudó en tomar uno tras otro. Sobrevivir en esa sala que inició todo su infierno era casi imposible si estaba en sus cinco sentidos. Si bien sabía comportarse y parecer sobrio, algunos miembros del partido empezaron a murmurar, cosa que llegó hasta oídos de Fugaku y el desenlace es bien conocido por todos

-¿Qué demonios estás haciendo? –Casi susurrando el padre de Sasuke lo aprendía con fuerza. Su mirada soberbia y enfurecida, no hacían más que incitar al menor a contestarle como se merecía-

-¿Estás de broma acaso? –La sonrisa divertida del chico hacía pensar que estaban platicando como si fueran una familia formal que jamás fueron. A Sasuke le fascinaba aparentar- solo estoy tomando unos tragos –el moreno mantenía una de sus manos oculta en la bolsa del pantalón, mientras que la otra sostenía su copa de champagne número siete- ¿también piensas controlar esta parte de mi vida? –Fruncía el ceño- O no, espera –de sus labios dejó salir una leve risa que llamó la atención de unos cuentos curiosos- tu nunca has controlado nada en mi vida –de inmediato su rostro cambió. Está vez, él también estaba enfadado- ¿Por qué no, en lugar de fijarte en mis malos hábitos, mejor te fijas en los clientes que me manda Orochimaru ah? Cada vez son más psicópatas, hasta me recuerdan a ti...

-Sasuke –el hombre le hablaba con enojo-

-Sí –sentenciaba con diversión- no puedo negar que a veces me dan miedo. Incluso siento que quieren matarme –soltaba su copa en la mesa que estaba dispuesta a un lado de él y después miraba hacia la nada– pero luego recuerdo que no hay peor basura humana que tú y se me pasa –en ese momento, el hombre lo tomaba del brazo, apretándoselo con fuerza. Fugaku siempre había sido así-

-Deja de retarme Sasuke –la voz de su padre sonaba penetrante y sorda. Puede que hace algunos años su hijo le tuviera miedo; pero ahora ya no-

-¿Qué quieres padre? –Le dedicaba una mirada de ira- ¿vas a armar un escándalo ahora? –de nuevo el chico sonreía con complacencia, mientras todos los invitados volteaban a verlos. Fugaku solo atinó a respirar para intentar calmarse, lo soltó con lentitud y convocó a todos a cenar, invitándolos a olvidar ese incómodo momento.

La cena marchó según lo planeado, hasta que llegó el líder del partido. En ese momento todos se pusieron de pie y de inmediato Sasuke lo notó. Sí, el jefe de su padre se lo quería tirar- "¿Carajo, por qué esta vez?" –Pensó con molestia- "ahora entiendo por qué me pidió que viniera tan de repente" –el chico se hacía el inocente como si no se hubiera dado cuenta de esas morbosas miradas que le lanzaba desde el otro lado de la mesa.

Mister catatonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora