El manipulador del Dios

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Sé que esto no es lo que esperaban, yo tampoco pero fue lo que vino, no tengo perdón de dios  por tardar más de seis meses en actualizar pero intentaré ponerme al corriente con esta historia, creo que hay algo de inspiración en mi cerebro, así que aprovecho para medio escribir, espero actualizar mañana o el lunes :c

Mil perdones, pueden crucificarme. 

:c

Comenzaron a caminar por las calles de la ciudad tranquilamente como si nada hubiera pasado, pasando por entre los autos y los cadáveres de los Chitauris, o al menos Loki que se abría paso de forma elegante y desdeñosa, Thor lo miraba embobado al verlo caminar de esa forma que le recordaba el pasado; no lograron encontrar ningún local abierto y justo cuando pensaban darse por vencidos un puesto de comida mexicana apareció a varios metros (lo siento, no pude evitarlo), claro que ellos no lo sabían pero agradecían haberlo encontrado.

El pelinegro llegó y se recargó en su brazo sobre el mesón colocando la mano libre en su cadera adoptando una postura coqueta que salía de forma tan natural en él, carraspeó la garganta para llamar la atención de la encargada, una mujer joven de veintitantos años, que al verlo un rubor cubrió sus mejillas de inmediato, el rubio tomó asiento a su lado con una mueca extrañada pero dispuesto a ver lo que ocurriría.

―Hola preciosa, por lo que veo éste es el único local abierto―comentó observando a su alrededor haciendo que la muchacha imitara el gesto, casi todo destruido―mi grandulón amigo y yo tenemos mucha hambre―frunció un poco el entrecejo al ser llamado de esa forma pero se abstuvo, por el momento

―Bu-Buenas tar-des se-señor―tartamudeó la empleada de cabello castaño embelesada por la figura del hombre frente a ella, intentaba controlar sus nervios―sí... eso parece... aquí servimos comida mexicana―

―Es una suerte, me encanta ese tipo de comida―mintió de forma tan natural que el ojiazul por poco le pregunta sobre aquello pero con un movimiento de su mano logró entender a lo que se refería su hermano― ¿serías muy amable de servirnos lo mejor que tengas? ―

―Por supuesto―aseguró con una sonrisa tímida, dándose la vuelta para encender la aparente estufa, a su lado había un trompo de carne (o sí, tacos *o*)

― ¿Cómo se llama esa comida? ―habló el rubio por fin

―Se llaman tacos, es una comida típica de mi país―dijo con cierto orgullo que no pasó desapercibido para ninguno

―Jamás había escuchado el nombre de esa comida, pero seguramente deben ser deliciosos―su panza gruñó, haciendo reír a ambos menores y a él hacerlo sonrojar

―Sí, son una comida muy rica, al igual que los tamales―volteando las pequeñas tortillas que estaban en el fuego junto con carne

―Son nombres muy extraños―admitió el ojiazul con la barbilla en el mesón, Loki negó sentándose a su lado

―Se nota que ustedes no son de por aquí...―sonrió con cierta malicia sin que la vieran―además... parecen algo más que solo amigos―comenzó a servir en platos de plástico, el rubio se sentó erguido esperando con cierta impaciencia, se moría de hambre―son tacos campechanos, tienen chorizo y suadero―

― ¿Se nota tanto? ―por alguna muy extraña razón el pelinegro se puso nervioso

―Sí... de hecho...―dejando los platos frente a ambos―me recuerdan a cierto par de dioses―el rubio que ya había empezado a comer comenzó a atragantarse―tranquilo grandulón...―rió maliciosamente

― ¿Cómo sabes? ―dijo entre tosidos el rubio, Loki le golpeaba la espalda para que no se ahogara y bufó molesto

―Realmente no lo sabía, pero tienen cierto parecido y bueno... acaban de confirmarlo... al menos Thor―siguió riendo acercando dos recipientes con salsa, una verde y otra roja―aquí hay salsa, para que le pongan sabor a la vida―acercó dos más con cilantro y cebolla―y con eso, sabrá mucho más rico―aseguró sonriendo ampliamente