Capítulo 1

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Capitulo 1.

Niah estaba al lado de la puerta, hacía bastante frío pues el invierno se había adelantado varios meses ese año y había corriente en el pasillo, pero le había prometido que lo iba a esperar por mucho que tardase.

Después de un largo rato, salió Cristian un poco sudoroso, parecía cansado y que las cosas no habían ido demasiado bien.

-¿Cómo te ha ido?- Preguntó la chica.

-Pues no lo sé muy bien. No me han salido algunos hechizos. Creo que voy a suspender y tendré que repetir otra vez el examen.-Dijo muy triste.

-A lo mejor no.-Intentó animarlo sin éxito.

Se quedaron en silencio un buen rato sin moverse de al lado de la puerta. Es verdad que Cristian no era uno de los mejores alumnos de la escuela, pero se esforzaba todo lo que podía, y ella lo sabía mejor que nadie, pues le había ayudado a estudiar. Aunque ella no tenía poderes, le había ayudado a estudiar lo teórico, pero Niah no sabía si el chico había practicado lo suficiente los conjuros.

La madre de Niah, le había dicho que tarde o temprano conseguiría los poderes porque cada persona los consigue a una determinada edad o simplemente se los enseñaban los profesores pero Niah tenía ya catorce años y se estaba cansando de esperar a conseguir los poderes y su madre le había intentado ayudar con mucho empeño, pero por mucho que se esforzara no conseguía realizar ningún hechizo por fácil que fuera.

-Bueno, creo que me voy a ir a dormir, estoy muy cansado.- Dijo el chico frotándose un ojo con la mano.

-Yo no, yo ahora me voy al comedor a picar algo para cenar. Y tu tranquilo, que aprobarás el examen.

-No lo creo.

-Que si, a veces eres un pesimista, si quieres mañana te acompaño a ver la nota.

-Vale.- Dijo Cristian con una pequeña sonrisa.

Fueron caminando por los pasillos hasta las escaleras.

-Bueno adiós, hasta mañana.- Se despidió el chico.

-Vale adiós.

Niah empezó a bajar las escaleras y por el camino se encontró a Brisa, que era una de las mejores alumnas de la escuela. Tenía el pelo rizado y negro y unos preciosos ojos de un color pardo, de los que enamoraban la mayoría de los chicos.

-Hola.- Le saludó Niah.

-Hola. ¿Qué tal le ha ido a Cristian?- Preguntó Brisa.

-Yo creo que bien, pero el dice que a lo mejor a suspendido.- Le respondió.

-Ah, que pena, espero que no suspenda.

-Ya, ni yo, bueno adiós que voy a cenar.

-Adiós, yo ahora voy a repasar que mañana tengo el examen.- Dijo con una sonrisa cansada.

-Ah, es verdad. Buena suerte.

-Gracias adiós.

-Adiós.- Se despidió Niah.

Brisa subió las escaleras y Niah las bajaba mientras que pensaba que era muy raro que hicieran exámenes los domingos pues normalmente los realizaban los días en los que había clase, pero dejó de pensar en eso cuando llegó a la cocina, todavía había algunos alumnos cenando pero eran de cursos mayores y no conocía a ninguno. Se fue al mostrador y le sirvieron una sopa humeante en un cuenco. Niah lo cogió y se sentó en la mesa más cercana, mientras veía a los sirvientes recoger la cocina. Después de un rato, llegó Rea, una de las mejores cocineras de la escuela y se sentó junto a la chica para hacerle compañía durante un rato.

Anillo de esmeraldaWhere stories live. Discover now