Capítulo 3

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Capitulo tres.

    Varios días después del accidente de Niah, la chica se había recuperado un poco pero no del todo, el domingo no había podido ensayar con Nick el baile, a veces le dolía la cabeza por culpa de la brecha que se había hecho con un trozo de hielo y se aburría mucho porque estaba sola la mayor parte del tiempo y tampoco podía hacer magia, pues necesitaba recuperar fuerzas. Se había hecho amiga de Dereck, que a veces pasaba tiempo con ella de mientras que los demás estaban en clases. Dereck era un chico de pelo rubio oscuro y ojos de color avellana, bastante alto para su edad. Era muy amable con Niah y los demás, aunque se irritaba con sorprendente facilidad.

Niah estaba tumbada en su cama pensando en sus cosas cuando alguien llamó a la puerta y entró, parecía cansado pero mostraba una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola Dereck.- Le saludó la chica desde la cama.
-Hola, he venido para decirte una cosa.
-¿El que?
-Que me tengo que ir hoy o mañana, mis padres no esperan que tarde mucho y no puedo preocuparles.
-Lo entiendo, ¿pero te puedes quedar hasta mañana? Así recuperarás fuerzas. Por favor.
Dereck le mostró una sonrisa.-Vale, pero solo porque tu me lo pides.
Ella enrojeció un poco, era ya tarde y ya mismo bajaría con Erial a cenar que estaba en la habitación de Maira practicando magia, se despidieron y Dereck se fue a su habitación que era la de otros chicos que les sobraba una cama y se habían hecho amigos.
    Niah se cansó de estar tumbada y se fue al baño, pues la reconfortaba y la hacía sentir mejor, se terminó de bañar y se sentó delante de un espejo para peinarse su largo pelo, se iba a hacer una coleta cuando sus manos rozaron la herida de su cabeza y se estremeció de dolor porque aunque ya se estaba curando poco a poco le dolía. Al poco rato, llegó Erial, parecía cansada.

-El médico ha dicho que tienes que descansar.
-Estoy sentada, no estoy haciendo ningún esfuerzo.
-Ya, yo hora me voy a bañar en diez minutos estoy lista.
-Eso dices siempre y tardas una hora.-Le replicó su amiga con una sonrisa burlona.
                           
-Pues esta vez, te prometo que voy a tardar diez minutos.- Y se metió corriendo en el cuarto de baño.

Pasaron quince minutos cuando Erial salió ya arreglada.
-Has tardado quince.
-Cinco más que menos-Dijo su amiga.- ¿Vamos?
-Si, vamos.

    Fueron andando tranquilamente pues Niah no tenía suficientes fuerzas como para andar muy rápido, llegaron al comedor y sus amigos todavía no estaban allí, Rea las vio entrar y fue hacia ellas.
-Hola, ¿cómo estás hoy?-Preguntó Rea algo preocupada.
-Estoy bien, ya no estoy tan mal.
-Perdistes bastante sangre, no hagas esfuerzos.
-Que no hago esfuerzos.- Le replicó.
-Vale, sentaos.

    Las chicas le hicieron caso y se sentaron en la primera mesa que vieron libre y enseguida una sirviente les llevó la comida a la mesa, empezaron a comer y al rato vinieron los demás y los acompañaba Dereck que no hablaba mucho con ellos, cogieron la comida y se sentaron junto a las muchachas que estaban hablando sin muchas ganas, cuando vieron a sus amigos a Niah se le iluminó la cara pues no los veía desde la hora del almuerzo, se sentaron junto a ellas y empezaron a hablar más animádamente, terminaron de cenar y siguieron hablando un rato más, Dereck no habló demasiado pues no los conocía muy bien, pero no paraba de mirar a Niah, que estaba hablando con Nick y con Winn.
    Se levantaron de la mesa y se fueron cada uno a su habitación.

    Ya había pasado una semana del accidente cuando alguien llamó a la puerta de la habitación de Niah, ella le abrió casi enseguida y vio que  era Dereck.
-Me tengo que ir ya, Niah.
-Oh, es verdad, no me acordaba.- Dijo triste.- Vendrás a visitarnos ¿verdad?- Le preguntó ella entristecida.
-Claro,-Dijo con una sonrisa para intentar animarla.-Sobre todo para saber como te recuperas.
Niah le enseñó una pequeña sonrisa, y el le cogió la mano derecha y se la
                       
besó y ella se ruborizó.
    Y el chico se fue sin mirar hacia atrás, Niah cerró la puerta y se sentó en la cama y decidió ir a ver a  Nick que no los veía desde hace varias horas y lo echaba de menos.
    Salió de su habitación con cuidado intentando que nadie la viera porque si no la mandaría otra vez a su cuarto para que descansara, cuando llegó a la habitación de Nick, este le abrió y le iba a decir algo cuando ella se llevó el dedo a la boca pidiendo que se callara, el le hizo caso y la metió en su habitación.

-He venido para que practiquemos el baile.
-Pero...-No le dio tiempo a seguir porque ella seguía hablando.
-¿Dónde quieres que bailemos aquí o en el bosque?
-En el bosque hace mucho frío.-    Le repuso el.
-Pero ¿a que si yo no hubiera tenido el accidente y no me hubieran mandado reposo me hubieras dicho que si?
El se quedó pensando un momento hasta que habló.
-Vale, si.
-Vale, pues ahora nos vamos al bosque.-Dijo ella tirando del brazo de su amigo.
    El al final acabó cediendo y los dos se dirigieron a la puerta de la cocina que estaba despejada, salieron y se fueron acercando al bosque que seguía nevado y precioso, pues la nieve brillaba bajo el sol y no hacía mucho frío por lo que no tuvieron que realizar ningún hechizo.
    Se adentraron y se pusieron en un lugar más apartado, allí se pusieron en las posiciones correctas y empezaron a bailar con los pasos más simples, al poco rato Nick le pisó el pie a Niah.
-Lo siento...-Pero no terminó de hablar porque ella lo volvió a interrumpir.
-No pasa nada, se que lo has hecho sin querer... ¿Puedo apoyar la cabeza en tu hombro? Es que me pesa mucho.
    Nick se puso rojo, dudó un momento y al final cedió. Ella apoyó la cabeza un poco más abajo de su hombro casi en su pecho y Nick se puso más rojo todavía, el corazón se le iba a salir del pecho y el notó que a ella le pasaba lo mismo, pero al cabo de un rato los dos se relajaron, a Niah le encantaba la sensación de estar junto a el y a el también le gustaba estar junto a ella, estuvieron un largo rato así, el uno junto al otro, sin hablarse pero a ellos les pareció muy bonito, hasta que alguien pisó una rama y Nick giró la cabeza y vio a Dereck.
                       
-Oh, no quería molestar, yo.... no quería interrumpir yo... ya me iba.-Dijo el chico colorado.
-No has interrumpido nada.-Dijo Niah separándose de Nick.
-No de verdad, seguid con el baile, yo ya me voy.-Dijo dándose la vuelta y echando a correr hacia el bosque, Niah lo iba a seguir pero Nick la cogió del brazo.
-Dejalo, ya es mayorcito, además sabe cuidarse solo.-Dijo Nick algo molesto porque no iban a seguir bailando juntos.
-Si, es verdad.
-¿Vamos para dentro? Yo creo que ya me sale mucho mejor.
-Si, vamos.-Y la chica volvió a apoyar la cabeza en el hombro del chico, que se ruborizó un poco y se fueron a la escuela.


    Dereck estaba enfadado, triste, lleno de ira... desearía no haberlos visto abrazados, tan juntos, Niah con la cabeza apoyada en el hombro de Nick... Solo de pensar en eso le dio una patada a una piedra que estaba delante suya, en ese momento pensó que eso había sido muy infantil y también pensó que a lo mejor a Niah no le gustaban los chicos infantiles, pensó que tendría que parecerse a Nick para poder gustarle, volvió a pensar cuando los había visto juntos y volvió a darle otra patada a otra roca que había y supo que eso de parecer más maduro iba a ser muy difícil para el, se puso en marcha se iría a casa por algún tiempo lo primero que tenía que hacer era olvidarse de la chica de la que estaba enamorado y que lo más probable era que ella no lo quisiera, tal vez solo lo quisiera como amigo, al sonar eso en su cabeza se sentó entristecido en una roca y se puso a llorar, para él, eso también le parecía muy infantil.


    Nick y Niah entraron en la escuela,  Niah ya no tenía la cabeza apoyada en el hombro de Nick pero al chico le gustaba tenerla a su lado, cuando llegaron sus amigos ya estaban cenando y ellos se sentaron a su lado y enseguida una criada les llevó la comida, ellos comieron sin mucho apetito, terminaron de cenar y se quedaron hablando un rato, Nick estaba sentado al lado de Niah y le dijo al oído "mañana seguimos bailando." ella le sonrió "claro" le dijo también al oído Erial los estaba mirando atónita, sin creerse lo que estaba viendo, su mejor amiga le había dicho que Nick no le gusta y ahora se estaban diciendo cosas al oído, tenía pensado
hablarle de eso más tarde, pero se lo pensó mejor, porque ella no era quién para meterse en la vida de los demás, si ella le quería decir algo que se lo digiera, si es que ella quería contárselo a alguien, o alomejor no le gustaba y se habían hecho buenos amigos. Dejó de pensar en eso porque todos se habían levantado para irse a las habitaciones, cuando llegaron Niah se cambió de ropa y se metió en la cama.

-Niah, ¿donde has estado hoy?
El cerebro de Niah empezó a trabajar rápidamente.
-En la biblioteca.-Mintió.
-Ah, ¿tienes algo que quieras decirme?
-Me hablas como mi madre.-Lo cierto es que la madre de Niah nunca le había preguntado eso pero había madres que si lo preguntaban.
-Ah, vale. Buenas noches.
-Buenas noches.

    Erial no le iba a preguntar nada más, estaba claro que no le quería decir lo que había hecho aquella tarde, porque ella había estado en la biblioteca no vio a Niah en toda la tarde. Pero no le importaba, porque si no se lo quería sería por una buena razón.

    A la mañana siguiente, Niah estaba muy aburrida, normalmente practicaba magia pero no tenía suficientes fuerzas y se quedó dormida después de desayunar.
Se despertó y vio que estaba sola en la habitación, ya mismo era la hora de comer pero no tenía mucha hambre, decidió ir a dar un paseo por los pasillos, giró una esquina y vio a Maira hablando con Brisa.

-¿Qué te gusta Yaiven? ¿Pero no decías que no?
-Ya... pero no se ahora si.
-Ah, bueno, pues me alegro por ti.
-Si, ya bueno, me voy a la biblioteca.
    Y Brisa y Maira se fueron hablando de otras cosas.


    Yaiven estaba eufórico, su plan había funcionado, por fin la chica de la que estaba enamorado durante tanto tiempo, ella sentía lo mismo por el, ahora venía lo más difícil del plan: romper con Winn, le había tomado cariño a la chica, pero tenía que llevar a cabo su plan hasta el final y no podía dejarla marchar, se fue corriendo a buscar a Winn.
    La encontró en el bosque, era un rincón apartado donde había una madriguera de conejos y se dedicaba a dibujarlos desde un pequeño escondite.
La chica dejó un poco de comida al lado de un árbol y al cabo de un rato apareció un pequeño conejo y se puso a comer y ella sacó su cuaderno y una pluma y empezó a dibujar al animal, el conejo terminó de comer y se fue pero la chica ya había terminado su dibujo y había quedado muy bonito. Escuchó un ruido y se giró. Era Yaiven, se levantó con el cuaderno con la intención de enseñárselo.

-Mira, lo acabo de dibujar, me ha salido bastante bien.-Dijo orgullosa de su dibujo.
-Si, esta muy bonito, pero...-La chica no lo dejó terminar.
-A que si, ¿quieres que te dibuje a ti con tus amigos?- Dijo entusiasmada.
-Ay, esto va a ser más difícil de lo que pensaba.-Murmuró.
-¿El que? No creo, a lo mejor el dibujo no me saldría idéntico pero... ¿no era eso lo que me tenías que decir?
-No, mira, ya se que no somos novios ni nada, pero no quiero que te hagas ilusiones ni nada parecido, pero creo que ahora y en el futuro solo deberíamos ser amigos.
-¿Amigos? Yo creía que tu querías ser....-No pudo seguir hablando, se sentó encima de una roca, abatida.
-Ya, yo no quería darte falsas esperanzas.-Dijo, eso lo había estado ensayando, se había copiado de lo que le había dicho Cristian.
-No, eso da igual si tu solo quieres ser mi amigo, lo acepto.-Dijo con una sonrisa forzada.
-Vale, me voy, adiós.-  Y el chico se fue a paso ligero.

    Otro nuevo conejito pasaba por allí, Winn lo podría haber dibujado, pero no tenía ganas, después de lo que le había dicho Yaiven, se esforzaba por no llorar, se sentía triste, abatida, cansada... En ese momento el conejito empezó a oler a la chica y se subió encima de ella, lo acarició y no pudo retenerlo más enterró la cara en el suave pelo del conejo y se puso a llorar.

                       
    Brisa estaba en la biblioteca, hablando con un chico moreno, se despidió del chico y se fue a la calle a tomar el aire, se quedó allí un rato, del bosque salió Yaiven que venía con una gran sonrisa en la cara y cuando vio a Brisa la sonrisa se ensanchó aún más. Se acercó más a ella.

-Por fin te has decidido, ¿eh?-Dijo.
-¿Perdona?-Dijo ella sin entenderlo.
-Que ya te gusto.
-¿Qué tu a mi me gustas?-Se rió en una sonora carcajada.-¿Quién te ha dicho eso?-Dijo todavía riéndose.
    Yaiven se había puesto colorado y se sentía algo humillado. Brisa  seguía riéndose, como si le hubiera dicho el chiste más gracioso del mundo y se sintió tan humillado que se puso a gritar.
-¡¿Para eso te he estado espiando y he roto con Winn?! ¡¿Para que te rías de mi?!
    Cuando dijo esto Brisa ya no se estaba riendo, lo miraba atónita sin creer lo que escuchaba y vio una figura que lo había escuchado todo y con paso firme se acercó al chico y le estampó en la cara su gordo cuaderno de dibujo, el chico se llevó a la mejilla dolorida.
-¡¿Para esto te acercabas a mi?! ¡¿Para que Brisa se fijara en ti?!- Y Winn le volvió a pegar en la misma mejilla pero esta vez con la mano y se fue corriendo dentro de la escuela.
-¡Eres de lo peor! ¡¿Cómo te atreves a espiarme y a utilizar a la pobre chica para ponerme celosa?! No quiero ni verte.-Y  dejó la marca de su mano en la otra mejilla del chico y también se fue dentro de la escuela.

    Winn estaba corriendo por los pasillos con la intención de llegar a la azotea y ponerse a llorar allí, porque en su habitación estarían Valia y Kiala y como las viera se pondría a pegarles tortazos a cada una de ellas.
Por el camino se chocó con su primo y los dos cayeron al suelo.
-¡Winn!¿Qué te pasa? ¿Porqué estas llorando?-Dijo quitándole un mechón de pelo de la cara y vio que tenía los ojos rojos de llorar y su prima no lloraba por tonterías así que tenía que ser algo serio.
-Déjame, por favor.-Y se puso en pie y salió corriendo en dirección a la azotea, dejándose atrás su cuaderno de dibujo.
Nick no la siguió, pensó qué podría afectar tanto a su prima como para hacerla llorar de esa forma, cogió el cuaderno y había dibujado pájaros, conejos, ciervos y algunos animalillos más y vio que en las últimas páginas ponía el nombre de Yaiven, entonces ya encajaban todas las piezas, Yaiven le había hecho daño a su prima y eso se lo iba a hacer pagar. Se levantó con el cuaderno en la mano y vio por el camino a Shaoran.
-Toma.-Dijo dándole el cuaderno.- Ve y busca a Winn por las azoteas.- Y  Nick se fue escaleras abajo mientras que el chico se quedó con el cuaderno y decidió que se lo tenía que entregar a su dueña y por el camino estuvo ojeando los dibujos maravillado de lo bonitos que eran.

Encontró a Winn en una azotea, sentada en un banco con la cara enterrada entre las manos, sollozando, y al chico se le rompió el corazón, se sentó al lado de ella, esperando a que lo mirara pero ella no le hacia caso.

-Una chica tan guapa no debería llorar.-Dijo el con una sonrisa.
    La chica levantó la vista y vio la melena pelirroja de Shaoran que le sonreía, la chica se secó las lágrimas y también le sonrió.
-Te he traído el cuaderno, dibujas muy bien.
-Gracias...¿Quién te lo ha dado?-Preguntó.
-Tu primo.
-¡¿Mi primo?! Le va a meter una paliza.- Y se levantó y se fue corriendo escaleras abajo dejando solo a Shaoran.

Yaiven estaba dolorido, le dolían las dos mejillas y se sentía humillado, muy humillado, por el camino se encontró con Cristian, que lo miró conteniendo la risa.

-Pero ¿que te ha pasado?- Dijo riéndose.- Ya te han pegado ¿Eh?
-Si, Winn me ha pegado dos tortazos y Brisa uno.-Dijo poniéndose la mano sobre la mejilla que le dolía más.
-Pues todavía te espera más.
-¿Qué dices? Ya no he hecho nada más a nadie.
-Ya, pero Winn tiene aquí un primo, un primo que se llama Nick.
    Yaiven retrocedió aterrorizado, Nick llevaba poco tiempo practicando lucha cuerpo a cuerpo pero se había convertido en uno de los mejores luchadores del profesor, de mientras que el era uno de los peores. Enseguida se arrepintió de haber hecho lo que había hecho.
-¡¿Porque no me lo has dicho antes?! ¡¿Porque no me has dicho que Nick era el primo de Winn?!-Dijo sacudiendo a Cristian por los hombros.
-Quería que te enteraras por tu cuenta, y ya lo has hecho.-Dijo con una
sonrisa.
    Yaiven estaba a punto de pegarle un puñetazo en la cara, pero recordó que Cristian era también uno de los mejores alumnos.
En ese momento llegó Nick enfadado, lo más enfadado que lo había visto jamás y lo empujó hacia atrás que hizo que casi perdiera el equilibrio y caer hacia atrás.

-¡¿Se puede saber que le has hecho a mi prima?!-Dijo hecho una furia.
-No sabía que era tu prima.-Se intentó defender el chico temblando.
-¡¡Aún así, aunque no fuera mi prima no le deberías haber hecho daño!!-Lo cogió por el cuello de la camisa y levantó el puño para pegarle un puñetazo en la cara cuando apareció Winn acompañada de Niah.
-Nick, déjalo.-Le ordenó su prima.
-Pero te ha hecho daño.-Le replicó.
-Ya le hemos pegado suficiente Brisa y yo.
    Entonces Nick se dio cuenta de que tenía las dos mejillas coloradas y en una de ellas tenía un pequeño arañazo.
El chico acabó por soltarlo pero antes de dejarlo ir le dijo al oído "no te vuelvas a acercar a ella" el chico asintió temblando y luego se fue corriendo por el pasillo.
Brisa y Cristian se fueron, en seguida vino Shaoran con el cuaderno de dibujo de Winn y se lo tendió y ella lo cogió con una sonrisa.
-Te lo habías dejado en la azotea.
-Gracias.
    Al momento Shaoran y Winn se iban hablando por los pasillos.
-Espero que no se enamore de el ya.-Comentó Niah.
-Y yo, se enamora a primera vista, y no me gustaría pegarle a ese chico, no lo conozco mucho pero parece mejor que Yaiven.
-Lo es.
-Hoy es domingo, hoy no hemos ensayado el baile.- Dijo para cambiar de tema.
-Ya, dentro de poco es la hora de la cena, pero podemos ensayar un poco, pero no se si hoy también me pesará la cabeza.
-Espero que si te pese, aunque sea solo un poco.
    Cuando dijo esto Niah se rió, se cogieron de la mano y se fueron al bosque a seguir practicando sus pasos de baile.

    Cuando llegaron se había hecho casi de noche pero aún así se pusieron en las posiciones correctas y Niah volvió a apoyar la cabeza en el pecho de Nick que se ruborizó un poco, pero no tanto como el día anterior . El cielo estaba despejado y se veían miles de estrellas en el cielo azulado, estuvieron bailando bajo el cielo estrellado hasta casi después de la hora de la cena, pues el tiempo se les pasó volando, pero a ellos les encantó estar solos, bajo la luz de luna, sin interrupciones, hasta que a Niah le sonó el estómago pero no se separaron ni un momento hasta que le volvió a rugir y maldició su hambre.
-¿Nos vamos?-Dijo mirándola con dulzura.
-Si, que tengo hambre, el domingo que viene seguimos.
-Si, pero si tenemos un rato libre venimos.
Niah se rió.-Claro.
    Le cogió de la mano y se fueron así hasta la escuela, cogidos de la mano, cuando llegaron a la escuela en el comedor ya no habían alumnos, solo estaban los criados recogiendo la cocina, cogieron una manzana cada uno y se fueron de la mano hasta el pasillo que separaba las habitaciones de los chicos y las de las chicas, se pararon allí un momento y se miraron a los ojos, otra vez a Niah, los ojos del chico le perecieron los más bonitos del mundo y ella le dio un suave beso en la mejillas que se ruborizó un poco pero no demasiado, se despidieron y cada uno se fue a sus habitaciones esperando impacientes a que llegue el día siguiente para volver a verse.

Niah se fue feliz a su habitación, abrió la puerta y vio a Erial que estaba peinándose delante del espejo.
-¿Porque no has venido a cenar?
Niah no sabia que responderle así que tardó un poco en contestar.
-Eso a ti no te importa.
-Vale, me voy a dormir, pero pareces muy feliz ¿no me lo quieres contar?
Niah no le respondió.
-Vale, si no me lo quieres contar no pasa nada.-Dijo metiéndose en la cama.
-Cuando esté completamente segura, te lo diré.-Le aseguró mientras se metía en la cama.
-Vale.

    Niah se quedó dormida pensando en Nick, en sus preciosos ojos verde agua que la habían enamorado desde la primera vez que los vio, en su pelo rubio, en sus pecas que tanto le gustaban y en su dulce y  a la vez
tan traviesa  sonrisa que tanto le gustaba y pensó que se estaba enamorando demasiado deprisa y que no era capaz de contárselo a su mejor amiga, pero no pudo remediar soñar que bailaba con el toda la noche juntos, sin separarse.


Nick llegó a su habitación y todos estaban dormidos o eso le parecía a el.
Porque Cristian estaba despierto.
-Has llegado muy tarde.
-Ya lo se.-Dijo el metiéndose en la cama.
-Pareces contento.
-Lo estoy.
-Mmm ¿porque?
Nick no le contestó, no sabía que responderle porque seguramente no pararían de preguntarle sobre quién le gustaba y todo eso.
-Si, no me lo quieres contar, vale no nos conocemos desde hace mucho tiempo, así que lo entiendo.
    Apagaron la luz y Nick se tumbó sobre la cama boca arriba, con la cabeza apoyada en las manos y pensó que se parecía a su prima, pues se había enamorado de Niah en muy poco tiempo, también pensó que Niah era la chica más guapa que había visto en su vida, con su larga melena ondulada cayendole sobre los hombros, sus ojos tan verdes brillando bajo la luz de la luna...
Se quedó dormido pensando en sus hermosos ojos.

    A la mañana siguiente Damiah llamó a la puerta de la habitación de su hija, Niah le abrió la puerta.

-Hola hija, he pensado que ya estas bien para seguir con las clases, estas un  un poco débil, pero he pensado que si estás bien para estar bailando con ese chico, estas bien parca practicar las clases.
Niah se puso colorada, no sabía que decir.
-Madre yo...
-Hija, lo que hagas con ese chico me da igual, solo quiero que  hoy sigas con tus clases y que no te esfuerces mucho en las de magia.
Niah seguía colorada, pero no dijo nada.
-Bueno y ahora me voy.
-Si, adiós.
                       
    Y su madre se fue de allí a paso ligero, Niah cerró la puerta y se apoyó en ella, ¿cómo su madre se había enterado que se iba al bosque con Nick? Seguía pensando en como su madre se podría haber enterado, cuando vio que Erial la miraba con una amplia sonrisa.
-¿Con que un chico eh?
Niah no le respondió.
-¿Quién es?-Erial se quedó un momento pensando.- ¡Ya sé quien es! ¡Es Nick!
-¿Cómo lo has sabido?-Preguntó.
-¿Qué es Nick? Yo lo había dicho a voleo.-Dijo riéndose mientras que su amiga se ponía colorada.-por eso viniste tan contenta ayer, porque habías estado con Nick.-Prosiguió.
Cómo veía que su amiga no decía nada dijo otra cosa.
-Si quieres no se lo cuento a nadie.
 Niah le enseñó una pequeña sonrisa.-Gracias, porque si no todo el mundo estará preguntándonos todo el día.
-¿Y que estuvisteis haciendo ayer?
-Ves, a eso me refería.
-Uy, es verdad si no me lo quieres contar, no pasa nada.
-Te lo voy a contar.-Dijo Niah sentándose en la cama.
-¿De verdad? ¡Qué bien!-Dijo sentándose al lado de ella.

    Y Niah le contó todo lo que había hecho con Nick, cuando ella se ofreció a enseñarlo a bailar, cuando estaban los dos solos en el bosque y Dereck los interrumpió, cuando al día siguiente Nick se había peleado con Yaiven y que para tranquilizase los dos se habían ido al bosque, bajo el cielo nocturno y cuando le había dado un beso en la mejilla.... Se lo había contado todo pues cuando empezó no pudo parar, se sentía mucho mejor después de habérselo contado a alguien que no fuera su madre, pues se sentía algo incómoda hablando de esos temas con ella.

-Que bonito.-Suspiró su amiga.
-Ya... Y ahora vamos al comedor que  mi madre a dicho que ya puedo volver a clase.
-Ah pues vamos ya ¿y cómo crees que tu madre lo sabía?
-Pues no lo sé, pero eso ahora me da igual, tampoco es que seamos novios ni nada por el estilo.
-Ya, pero os gustáis.
-Si, eso ya lo se, pero que no hemos pasado de los besos en la mejilla, y si pasamos de eso, será dentro de bastante tiempo, tengo que asegurarme de
que no estamos haciendo el tonto.
-Entiendo, bueno pues vámonos.

    Las chicas se levantaron de la cama y se fueron escaleras abajo, en el comedor no había apenas nadie, cogieron el desayuno y se sentaron en una mesa, empezaron a comer y vinieron sus amigos,  Niah le sonrió a Nick y el le devolvió la sonrisa y se sentó delante suya.

-¿Dónde esta Winn?-Preguntó Erial.
-No se encontraba bien y a decidido que hoy no va a ir a clase.-Le respondió Nick.
-¿Y Yaiven?-Preguntó Niah.
-El tampoco se encontraba bien.-También le respondió  Nick.-Creo que no quiere verme en una buena temporada, aunque me va a ver si o si porque como somos compañeros de cuarto... ¿Hoy también tenemos baile?-Preguntó.
    Erial lo miró con una amplia sonrisa y luego miró a Niah.
-Si, igual que la semana pasada.-Le respondió Cristian.- Creía que no te gustaba bailar.
-Bueno, un  poco me gusta.-Dijo mirando a Niah, pero ella no se había dado cuenta porque estaba hablando con Erial.

    Terminaron de desayunar y se fueron al aula donde tenían matemáticas, Nick se aburrió mucho en esa clase, el lo único que quería era que llegara las clases de baile, a lo mejor no le tocaba con Niah, pero quería practicar para hacerlo mejor cuando ellos dos estuvieran solos en el bosque, porque la última vez que habían estado en el bosque a penas se habían movido, más que bailar se estaban abrazando pero le gustaba estar junto a ella, bailando, abrazándose, le daba igual, el lo que quería era estar junto a ella.
A la siguiente hora también se aburrió mucho, se terminó la clase y todos se fueron a la sala donde se bailaba y para su asombro la profesora no eligió las parejas si no que dijo que los eligieran ellos y Nick se fue hacia donde estaba Niah, que estaba hablando con Erial, le pegó en la espalda un suave toquecito con el dedo en señal de que quería bailar con ella y aceptó cogiéndole de la mano, se pusieron en la posición correcta igual que las demás parejas y los músicos empezaron a tocar y los alumnos se empeza-ron a mover en las posiciones más básicas.

-¡Chicos! ¡Tenéis que bailar más juntos!-Dijo la profesora dando unas palmadas.- Esto es un baile de salón, tenéis que bailar más juntos. Como están Nick y Niah.
    Los dos chicos se sonrojaron y los demás se copiaron de ellos y se pusieron más juntos y empezaron a bailar, estuvieron así toda clase practicando diferentes tipos de bailes hasta que se acabó la clase y ahora les tocaba el recreo.

    En el recreo Niah cogió a Nick del brazo para llevárselo a un lugar más apartado.

-Te tengo que contar una cosa.-Dijo Niah
-¿El qué?
-Que no se como mi madre ha sabido que ayer y el otro día estuvimos en el bosque y ha venido a mi habitación para decirme que...
-Espera, ¿tu madre sabe que estuvimos ayer bailando en el bosque?
-Si, pero eso a ella le da igual dejame que siga... Que me ha dicho que puedo seguir con las clases y Erial se ha enterado de eso y se lo he contado todo, me ha dicho que no se lo dirá a nadie.
-Bueno, solo estuvimos bailando, no es nada malo.
-Ya, era solo para que lo supieras, que alomejor a ti te molestaba.
-No, no pasa nada.
-Vale, solo era eso.
    Y los dos chicos se fueron al lugar donde estaban sus amigos y estuvieron allí hasta que les tocó la clase de magia, cuando llegaron Niah se dio cuenta que habían avanzado bastante con los hechizos, ella no salió a hacer demostraciones, solo se limitaba a observarlos, y al final de las clases el profesor la volvió a llamar.
-Mmmm Niah, se que has estado mala estos días y que has perdido una semana de clase por eso tienes que pedirle  a un compañero tuyo que te enseñe y ayude con los hechizos, ¿vale?
    Niah asintió y salió por la puerta, donde la esperaban sus compañeros.
-¿Qué te ha dicho el profesor?-Preguntó Cristian.
-Que como he perdido clases de magia, que le tengo que pedir a un amigo que me ayude con los hechizos.
-Si quieres te ayudo yo.- Se ofreció Cristian.
-No, que le ayude Nick que es el mejor de la clase.- Saltó Erial.
El chico se puso rojo.-Vale, si quieres.
-Vale, que me ayude el.-Dijo Niah.

    Después las chicas se fueron a las clases de bordado y los chicos ese día tenían lucha con espadas.

    Nick se fue con sus amigos y llegaron al patio donde hacía mucho frío y estuvieron esperando al profesor que llegó al poco rato.

-Siento el retraso chicos, tenía unos asuntos pendientes.-Dijo dándoles las espadas a cada uno.- Empezad.
    Y los chicos empezaron enseguida a luchar, Nick estaba luchando contra un chico, estaba concentrado cuando desvió la mirada hacia arriba  y vio a Niah asomada por la ventana y le sonrió pero ella no le devolvió la sonrisa, le estaba haciendo señas con el dedo, el chico miró hacia atrás y vio a su compañero que por poco lo derrota, pero no llegó a defenderse porque el profesor lo cogió de la parte de atrás de la camiseta.

-Chico, por poco te derrota, no te debería haber ayudado. No te vuelvas a entretener.
-No señor.
-Seguid.

    Y Nick volvió a mirar hacia la ventana pero ya Niah ya no estaba mirando y siguió peleando con su contrincante.
    Terminaron la clase y se fueron al comedor, las chicas no habían bajado, cogieron la comida y se sentaron a comer.
    Al  rato llegaron las chicas y se sentaron con ellos.

-Niah, después de comer no tenemos clase, ¿te enseño después los conjuros?-Preguntó Nick.
-Claro, en la azotea nos vemos, te tengo que decir una cosa.
-Vale.
-¿Y porqué no tenéis clases?-Preguntó Maira.
-No lo sé, dijo algo de unos asuntos personales.
-Ah.
                   
Nick terminó de comer y se levantó.
-Yo me voy, que voy a buscar también todos los apuntes de las demás asignaturas.
-Vale, adiós.

    Niah también terminó, se despidió de los chicos y se fue a la azotea.
Subió corriendo,  pero cuando llegó Nick todavía no estaba allí, así que se sentó en el banco a esperar al chico, al poco tiempo llegó Nick con un cuaderno de notas y le sonrió ampliamente.
-Hola.-Le saludó la chica levantándose del banco.
-Hola, ¿qué me querías decir?
-Que siento mucho haberte distraído en la clase, pero es que no me podía concentrar en el bordado porque estás tan guapo cuando luchas....
    El chico se puso colorado.
-Pero, eso no fue culpa tuya, yo me distraje porque estas tan guapa siempre...
    Esta vez fue Niah la que se puso colorada.
-Gracias.-Dijo aún más colorada.
   
    Nick le apartó un mechón castaño de la cara. Los dos se miraron a los ojos. Era un momento mágico, como si no existiera nada más que ellos dos. Se fueron acercando cada vez más el uno al otro, estaban a punto de besarse, pero en ese momento apareció Erial. Los dos se separaron muy rápidamente e intentaron disimular lo mejor que pudieron.
-¿Interrumpo algo?-Dijo entonces Erial.
-No, nada, solo estábamos....-Se calló Niah al no encontrar una escusa.
-Solo estaba...-Dijo de repente Nick.- Solo estaba quitándole algo del ojo a Niah.
-Mmmm.-Dijo Erial no muy convencida.
-Bueno y,-Dijo Niah intentando cambiar de tema.-¿Para que has venido a la azotea?
-Pues estaba buscando a Winn, ¿sabéis donde está?
-Creo que está en su cuarto.-Respondió Nick.
-Vale, gracias. Ah y adiós parejita.-Añadió guiñando un ojo y después se fue.
-¿Empezamos a practicar?- Preguntó Nick aún bastante incómodo.
-Si, claro.-Dijo Niah maldiciendo a Erial por lo bajo.
-Bueno, vamos a empezar con un hechizo fácil.
-Vale.
-Este es el hechizo de invocar al fuego. Pon las manos en esta posición.-
Dijo Nick poniendo las manos una encima de la otra y colocando los dedos en forma de arco.
    Niah hizo exactamente lo que estaba haciendo Nick.
-Muy bien, ahora concentrate, piensa en el fuego y que quieres que aparezca en tus manos.
    Se concentró. Este hechizo no era complicado, lo había visto varias veces en las clases de magia de ese día.  Al poco rato en sus manos apareció una bola de fuego. Se concentró de nuevo, el fuego desapareció.
-Te ha salido.-Dijo Nick abrazándola.
    Ahora que tenía una escusa, no la iba a desaprovechar. Se separaron pero no inmediatamente , sino que estuvieron así, abrazados un rato.
-Que extraño.-Dijo entonces Nick.
-¿Qué quieres decir?-Dijo Niah extrañada.
-Que nadie nos ha interrumpido. Siempre nos interrumpen cuando estamos juntos.
Niah se rió y se separaron. Nick le enseñó varios conjuros más.
-Ya te he enseñado todos los conjuros.-Dijo Nick algo triste.
-Si.-Respondió Niah de la misma manera.- Oye, ¿porqué no nos vamos al bosque a ensayar los pasos de baile? Aunque ya te sale bien pero aún me pisas algunas veces en clase.-Dijo con una sonrisa traviesa en el rostro.
-Esta bien.- Dijo Nick con un tono que parecía resignado , pero que en realidad le hacía mucha ilusión.

    Los dos se pusieron en camino hacia el bosque. Esta vez Niah no apoyó la cabeza en el hombro de Nick que no le hizo mucha gracia. Ya casi había anochecido. Decidieron volver cogidos de la mano fueron hacia la escuela. Llegaron al pasillo que separaban las habitaciones de los chicos y las de las chicas. Se despidieron, no sin esfuerzo. Se volverían a ver a la hora de la cena. Niah se fue a su habitación canturreando una canción. Estaba feliz. Ahora estaba segura de que estaba enamorada de Nick.

-Hola.- Saludó a Erial que estaba dentro de la habitación. Cerró la puerta y con un suspiro se echó sobre la cama.- Que disimulada eres.
-¿Qué dices?-Preguntó Erial extrañada.
-Sé perfectamente  que no estabas buscando a Winn. Cotilla.-Dijo tirándole un cojín.
-Vale, perdona es que no me podía resistir
    Niah suspiró de nuevo.
-Ya casi es la hora de la cena. ¿Vamos a darnos un baño?
-Esta bien.
    Las dos se bañaron, se vistieron y se fueron a cenar. Ya estaban todos allí. Niah se sentó al lado de Nick. Al contrario que por la mañana Winn estaba con ellos.
    Winn estaba algo extrañada. Su primo y Niah no paraban de coquetear, decirse cosas al oído y reírse. Se preguntaba ¿porqué actuaban de esa forma? Decidió preguntárselo a su primo después de la cena.
    Terminaron de cenar y cada uno se fue a su cuarto. Winn retuvo a Nick para preguntárselo.
-Primo.-Lo llamó.
-¿Qué quieres Winn?
-Preguntarte una cosa.
-¿El qué?
-Pues...-Winn no sabía como preguntárselo.- He notado que tu y Niah estáis muy unidos. ¿A ti te gusta?
Nick se puso rojo.
-O sea que es verdad que te gusta Niah.- Dijo Winn emocionada.
-Shhh.-La calló su primo.- Vale, si me gusta pero no quiero que se entere toda la escuela.
-Perdón.-Dijo ahora susurrando.
-Bueno, vete ya a la cama, pero que no se te ocurra decírselo a nadie.

    Winn se fue a su habitación. Nick también. No estaba seguro de que contárselo a su prima hubiera sido una buena idea, pero tendría que confiar en ella. Por el camino Winn se encontró a Niah y ya se lo preguntaría también a ella.

-Niah, espera tengo que preguntarte algo.
-¿Qué quieres preguntarme Winn?
Esta vez Winn no se andó con rodeos, se lo preguntó directamente.
-A ti te gusta Nick, ¿verdad?
    Niah se quedó paralizada y enrojeció un poco.
-¿Cómo lo sabes?-Preguntó poco sorprendida, pues no habían sido muy discretos.
-Igual que tu me dijiste: Era obvio ¿no? Pasáis mucho tiempo juntos, os miráis con esos ojitos, os susurráis cosas al oído... Tal vez sea tonta, pero tengo ojos en la cara.
-No se lo digas a nadie.
-Tranquila, vuestro secreto está a salvo conmigo.-Le aseguró Winn.
    Niah le dio un abrazo.
-Gracias.

Pasaron varias semanas. No cambiaron mucho las cosas. Nick y  Niah seguían practicando los pasos de baile todos los días en el bosque, las clases de magia cada vez se le daban mejor a Niah...
Un día como otro cualquiera, Dereck volvió a la escuela, que había estado visitando a sus padres. Había llegado en horario de clase y todavía no había visto a sus amigos y decidió ir al comedor y se sentó en la mesa de siempre. Esperó hasta que terminaron las clases y al poco rato llegaron sus amigos, en cuanto vio a Niah dijo:
-Veo que nadie me ha echado de menos.
-¡Dereck!-Dijo Niah dándole un abrazo.
    Nick estaba presente y al verlos abrazados sintió celos.
-¿Cuándo has vuelto?-Preguntó sorprendida.
-Hoy, pero llegué en horario de clase y decidí esperar.
-No has cambiado nada en estas semanas.
-Tu tampoco, porque sigues igual de guapa.-Dijo con una sonrisa.
    Niah se ruborizó un poco y Nick se contuvo para no ir apartarlo de ella.
-Bueno, ¿hay alguna novedad?-Prosiguió Dereck mirando a Nick. El chico se percató de ello.
-La verdad es que no.
-Bueno, vamos a comer.- Dijo Nick cogiendo a Niah del brazo y sentándose a su lado en la mesa. Niah se quedó extrañada, no sabía porque Nick la había cogido del brazo tan de repente.
-Una pregunta.-Dijo entonces Dereck.-¿Cuándo tenéis clase de baile?
-Dentro de dos días, ¿porqué lo preguntas?
-Porque voy a ir con vosotros. Le he pedido permiso a la directora.
    Al oír esto, Nick miró a Dereck, el chico le correspondió. Saltaban chispas de odio cada vez que se miraban.
-¿Y eso? ¿Por qué quieres venir a clase con nosotros?-Preguntó Niah sin percatarse de nada.
-Pues porque quiero veros de bailar, y ya de paso practicar yo un poco.

    Terminaron de comer. Nick se levantó de la mesa pero antes le dijo a Niah al oído "nos vemos en el bosque", Niah le dirigió una sonrisa y vio al chico alejarse . Al poco tiempo lo siguió, pero antes tuvo que librarse de Dereck. Cuando consiguió librarse de él poniendo la escusa de que tenía que practicar magia se dirigió hacia el bosque. Llegó al claro donde siempre ensayaban ella y Nick. Allí estaba el, sentado sobre una roca esperándola.
-Siento la tardanza.-Se disculpó Niah.- Es que he tenido que despistar a Dereck.
-Me lo imaginaba.
    Niah lo miró extrañada, su voz tenía un tono más duro que normalmente.
-¿Te pasa algo?
-No, tranquila.-Dijo con una sonrisa forzada.
-¿Empezamos?
-Si.

    Comenzaron a bailar. Para su sorpresa Niah apoyó la cabeza en el hombro de Nick que sonrió para sí. Parecía que nada ni nadie los iba a interrumpirlos ahora. Y nadie lo hizo.
Ya empezaba a anochecer, y volvieron al comedor, pues ya era la hora de la cena.
    Se sentaron y empezaron a comer. Como siempre Nick y Niah se sentaron juntos y Nick empezó a coquetear con Niah para poner celoso a Dereck y lo consiguió con creces, a Dereck eso no le hacía ninguna gracia, sentía que el odio se le iba a salir de las orejas.
Cuando acabaron de cenar y cada uno se fue a su cuarto. Y se fueron a dormir.

    Al cabo de varios días, Nick estaba ansioso para terminar las clases que iban antes que las de baile. Las clases de matemáticas y de lenguaje élfico se le hicieron eternas. Por fin llegó la clase de baile. Nick estaba muy ilusionado, iba a pedirle a Niah que bailara con el pero otro se le adelantó.
-Chicos, -Dijo la profesora.- Hoy tenemos una persona nueva que ha
venido de visita y va estar hoy con nosotros en clase. Se llama Dereck, algunos de vosotros ya lo conocéis.

    La mayoría de las chicas lo miraban y diciendo por lo bajo  "que guapo es, me gustaría que me invitara a mi."
-Bueno, como es nuestro invitado vamos a dejar que elija primero a su pareja.
    Dereck fue directo hacia Niah y le dijo:
-Señorita, ¿me concede este baile?
    Niah dudó un momento pero aceptó. Esto a Nick le sentó muy pero que muy mal.
-Claro.
    Muchas chicas miraron a Niah con envidia. Comenzaron a bailar como las otras parejas. Dereck era un gran bailarín.
-No sabía que fueras tan bueno bailando.-Comentó Niah.
-Pues ya lo sabes.- Dijo Dereck con una sonrisa.

    La clase terminó y se fueron al recreo, Niah vio que Nick estaba enfadado.
-¿Qué te pasa?
-Que no soporto que...-No pudo seguir, no sabía como explicar como se sentía.
-No soportas a Dereck, ¿verdad?
-Verdad.-Admitió el chico a regañadientes.
-Luego bailamos los dos solos por la tarde, ¿vale?-Y le dio un suave beso en la mejilla.
-Vale.-Dijo sonriendo.

    En las clases de magia aprendieron algunos hechizos más y en la clase de bordad, Niah estuvo prácticamente toda la hora mirando a Nick, cuando luchaba se le ponían las mejillas sonrojadas y eso a ella le encantaba, al fin terminó la clase y se fue al comedor donde ya estaban los chicos y Dereck estaba con ellos todos se reían con el menos Nick que lo fulminaba con la mirada, las chicas llegaron hasta allí y Niah se sentó al lado de Nick, que le dio un beso en la mejilla, que sonrió triunfante a Dereck que ahora era él el que lo fulminaba con la mirada.

    Se pusieron a almorzar y estuvieron hablando de cosas diferentes, una de ellas era, que pronto su familia los irían a visitar a la escuela y que durante esa semana no tendrían clases.

    Terminaron de comer y Niah y Nick se fueron a la azotea a practicar algunos hechizos, como el de curación que se los habían enseñado hace poco tiempo y era un poco más difícil que los demás, a media tarde bajaron al bosque.
    Se pusieron en una posición y al poco rato Nick  le pisó el pie a su compañera.
-Lo siento, he mejorado pero no mucho.
-No importa, yo estaría encantada de ayudarte.-Dijo con una sonrisa dulce y le dio otro beso en la mejilla, esta vez el chico se puso colorado pero no sabía exactamente porque si ella ya le había dado unos cuantos.

    Estuvieron bailando casi hasta el anochecer y decidieron parar y volver a la escuela, pero antes se sentaron en una roca a descansar un poco.
-¿Cuándo es tu cumpleaños, Niah?-Preguntó de pronto Nick.
-El siete de enero.-Le respondió.-¿Por qué?
    Nick se lo había preguntado para hacerle algo especial ese día pero solo quedaba una semana y caía en la semana donde las familias venían de visita.
-Por nada, esque solo lo quería saber, mi cumpleaños también es ese día.
-¿Si? Que coincidencia, solo que yo nací un año después.
-Ya.-Y le cogió la mano con suavidad.-¿Nos vamos?
-Si. Vámonos que ya empieza a hacer mucho frío.

    Y los dos chicos se levantaron de la roca y se fueron hasta la escuela, mientras Niah apoyaba su cabeza en el hombro de Nick, que le dirigió una pequeña sonrisa, mientras pensaba que regalo le podría hacer a Niah, el no sabía si ella estaba pensando en regalarle algo. Pero dejó de pensar en eso, porque se sentía feliz junto al lado de Niah y eso era lo que importaba en ese momento.

Anillo de esmeraldaWhere stories live. Discover now