Marinette y Chat Noir, una relación sincera.

5. El dilema de Chat Noir.

Chat Noir llegó a la zona donde se estaban produciendo las explosiones.

Una nueva víctima de Hawkmoth estaba haciendo de las suyas. Con una mano sostenía un ramo de flores, pero éstas no eran precisamente perfumadas, sino que contenían cargas explosivas. El akuma las lanzaba y allí dónde caían todo saltaba por los aires.

Chat se percató del peligro que acechaba cuando se fijó en los carteles anunciando la fiesta del día que rememoraba cada año la liberación de París de manos de los nazis.

Había un recinto, cercano a la Tour Eiffel, habilitado para los fuegos artificiales. El akumatizado se dirigía hacia allí en ese momento. Si el villano alcanzara el polvorín, podría hacer volar por los aires todos los explosivos a la vez, y eso provocaría daños importantes en la zona. Había que impedirlo a toda costa.

Chat se colocó en su camino para evitar que continuara avanzando. El akumatizado empezó a lanzarle flores explosivas, que él esquivaba con la ayuda de su bastón, desviándolas hacia el río Sena.

Después de un rato esquivando los explosivos, Chat tuvo un descuido y una de las flores fue a impactar cerca de un Bateau Mouche, haciendo que varios pasajeros cayeran al agua a causa de la explosión.

En ese instante, apareció Ladybug en acción.

-Chat, ¡debemos rescatar a la gente del agua!- Gritó, mientras se dirigía hacia el río.

Chat la frenó, luchando todavía contra las flores lanzadas por el akuma.

-M'Lady, no me queda energía suficiente para invocar el Cataclismo... y así no puedo detenerle. Deberás hacerte cargo tú del akuma, ¡yo rescataré a los náufragos!- dijo con rapidez y decisión, y saltó hacia el río para poner a salvo a la gente del barco.

Mientras, Ladybug esquivaba las flores con su yo-yo, pero el akuma era más fuerte que los anteriores de aquella semana, y finalmente alcanzó la parte más exterior del recinto donde se almacenaban los fuegos artificiales. Ladybug hizo un último intento para detenerle, intentando luchar con él cuerpo a cuerpo, pero de un fuerte golpe, éste lanzó a ladybug, que cayó entre cientos de cargas explosivas.

Chat estaba dejando en la orilla al último de los náufragos cuando vió la situación a lo lejos. Un escalofrío recorrió su espina dorsal y reaccionó de inmediato:

-¡Oh, no! ¡¡¡Ladybug!!!-. Se impulsó con fuerza con el bastón, para intentar llegar al akuma tan rápido como pudiera.

El akuma lanzó la última flor hacia el interior del recinto, en el momento en el que Ladybug intentaba ponerse de pie.

Chat Noir estaba a escasos metros del akuma cuando vió el increíble destello y sintió cómo una fuerza descomunal lo lanzaba hacia atrás. La onda expansiva de los cientos de explosivos, liberando su energía a la vez, hicieron tambalearlo todo. Miles de trozos de cristal se desprendieron de las ventanas de los edificios.

Chat chocó contra el suelo, sólo con algunos rasguños, pero muy aturdido. Los oídos le pitaban, ocasionándole un malestar enorme. Se sentía algo mareado y con un dolor intenso en la cabeza a causa del golpe. Aún y así, se levantó y usó todas sus fuerzas para alcanzar la zona dónde estaba Ladybug. Ésta yacía en el suelo, inconsciente, con el rostro ensangrentado a causa de un importante corte en la cabeza. El traje la había protegido hasta cierto punto, pero estaba seriamente herida.

-¡¡LADYBUG!!, ¡¡NOOO!!- grito horrorizado Chat al arrodillarse junto a ella y observar de cerca el estado de su compañera.

Era imperativo llevarla a un Hospital, así que, sin perder un segundo, Chat la cogió en brazos y salió disparado con ayuda de su bastón, sacando fuerzas de flaqueza.