11. El principio del fin.

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Una vez salió Chat Noir, Marinette lo observó alejarse con serias dificultades, impulsándose con su bastón como podía. No estaba acostumbrado a moverse de aquella manera, en gravedad cero.

Marinette llamó a Tikki y se transformó. Habían pasado unos minutos. Salió a toda prisa con ayuda de su yo-yo. Le costó unos instantes acostumbrarse a esa falta de gravedad. En esas condiciones era más difícil manejar el yo-yo y acertar el lugar donde quería que fuera a parar. Se sentía torpe moviéndose, a pesar que se dió toda la prisa que pudo.

Finalmente encontró a Lady Gravity. Estaba luchando contra Chat Noir, y éste último estaba siendo claramente derrotado. La villana alteraba la gravedad constantemente, y Chat sufría golpes contra la superficie a gran velocidad. El héroe estaba seriamente herido y agotado.

Ladybug contempló la escena con terror. Por más que lo intentaba, no alcanzaba a llegar, y veía la situación a lo lejos con impotencia. Se le empezaron a saltar lágrimas de los ojos cuando vió a la villana sujetar a Chat Noir inconsciente y llevárselo de allí.

A medida que Lady Gravity se alejaba, la gravedad se restablecía, y Ladybug pudo moverse más rápido. Luego, todo se quedó en calma. No tenía ninguna pista de a dónde se podían haber dirigido.

Ladybug sintió una punzada de pánico. No, no podía ser, se habían llevado a Chat y se sentía desorientada, culpable y triste.

Consiguió que el bajón de ánimos le durara poco. Se esforzó en tranquilizarse y empezó a respirar más calmada. Ella era Ladybug...y también era Marinette, y a ninguna de las dos nadie se atrevería a apartarla de sus seres queridos. Lucharía con toda su energía y convicción para recuperarlo. No podía hacer otra cosa, no soportaba la idea de poder perder a Chat Noir.

La situación era complicada, pero se podía analizar con la mente fría. La reacción de la villana era clara. Se debía dirigir al origen de los akumas. Seguramente Hawkmoth la estaría esperando. Después, Lady Gravity volvería a por el miraculous de ella...debía estar preparada.

Decidió que era momento de visitar al maestro Fu y pedirle consejo. La ocasión lo requería.

Ladybug se detransformó en Marinette y se dirigió a ver al maestro. Una vez allí, pudo comprobar que él la estaba esperando.

-Pasa, Marinette. Hace días que te espero.- Le dijo, acompañándola al salón, donde se sentó en el suelo y le sirvió un té.

-Maestro, tiene a Chat Noir...no actué bien y le vencieron.- Dijo Marinette con pesar.

-No es de sabios lamentarse de los errores, querida Ladybug, sino aprender y crecer con ellos.- Le dijo el anciano, con voz sosegada.

-¿Qué puedo hacer yo sola, maestro? ¿Cómo encontraré a Chat Noir?- Preguntó la chica.

-Eso deberás resolverlo tú, jovencita. Una cosa sí te diré: no subestimes nunca el poder que os ha sido conferido, no se os escogió a la ligera. Los portadores de los miraculous son de por sí personas extraordinarias. No subestiméis a Marinette o a...Adrien...- Dijo el maestro, recalcando el nombre de Adrien.

-Maestro...sé que es él, usted sólo me lo acaba de confirmar.- Le confesó Marinette.

-Tarde o temprano teníais que averiguarlo, siempre ha sido así...- Dijo el maestro Fu, recordando tiempos pasados. -Ahora ve, Ladybug, encuentra a Lady Gravity, sigue tu instinto. Y ten en cuenta dos últimas cosas: la unión de los miraculous multiplica los poderes del héroe y, ningún kwami es causante del mal, es el portador el que decide cómo se usan los poderes...Y detrás de toda mala acción humana, siempre suele haber un motivo poderoso...- Y dicho esto, se retiró...

Marinette y Chat Noir, una relación sincera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora