7 Días (KookV)

04

"Él lunes, una velada entre tú y yo"

A la mañana siguiente, Jungkook decidió levantarse temprano; quería sorprender a su novio con un desayuno en la cama, se lo merecía después de lo sucedido anoche.

La pelea que tuvo con Jin aún lo atormentaba, pero no descansaría hasta recuperar el respeto y cariño su cuñado.

De uno de sus mejores amigos...

Pero estaba aún más decidido a recuperar el amor de su TaeTae.

Una sonrisa apareció en su rostro al recordar lo que había pasado la noche anterior, extrañaba que su pequeño peligris se acercará a él, había extrañado poder besarlo, abrazarlo, cargarlo...extrañaba acariciarlo como lo hizo antes de dormirse.

Eran las 8 de la mañana, por lo que la señora Park no llegaría hasta el mediodía. Le hizo una ensalada de frutas, huevos con tocino y chocolate caliente, como decoración había una flor muy especial para su novio.

Una rosa roja.

Era la flor favorita del menor, este se lo había mencionado cuando estaban en una cita, apenas estaban comenzando a gustarse. Jungkook al escuchar aquel dato tan importante no dudó en llevarle al día siguiente un ramo de rosas.

12 para ser exactos.

Jungkook estaba pidiéndole silenciosamente a Taehyung que fuera su amor para siempre.

Pero Taehyung no tenía idea del significado de aquel número y aunque le preguntó al pelinegro sobre aquello nunca se lo dijo, siempre le daba un besito en su frente, cambiando de tema.

Hasta ese día, Taehyung seguía sin saber el significado de las 12 rosas.

Cuando tuvo todo listo, lo colocó de manera ordenada sobre una bandeja y evitando hacer ruido subió con cuidado las escaleras, cuidando el no derramar algo y estropear el desayuno, como pudo abrió la puerta de la habitación que compartía con el menor; dejó la bandeja en su mesita de noche y volvió a acostarse, observando los delicados rasgos del rostro de su amado, recorrió con la punta de su dedo todo el contorno de su rostro, pasando por su cuello y parando en su cintura.

Jungkook no pudo evitar besar con adoración el cuello de su bebé.

Y podría quedarse todo el día viéndolo dormir, adorando verlo tan sereno, pero desgraciadamente el desayuno estaba enfriándose y tenía que ir a su oficina para arreglar unas cosas antes de tomarse el resto de la semana libre.

— Bebé despierta, te eh traído el desayuno, amor— Susurró cerca de su oído, podía ver como su novio se removía, comenzando a despertarse, cuando abrió sus ojos, dejó escapar un pequeño bostezo que después fue remplazado por una tierna sonrisa cuadrada.

Cuanto había extrañado aquella preciosa sonrisa.

— Hola Kookie, buenos días — La voz adormilada de Taehyung era lo más hermoso que Jungkook podía escuchar por las mañanas, le fascinaba el hecho de que él fuera lo último que su novio veía por las noches y lo primero por las mañanas.

Lástima que aquello tenía mucho tiempo que no lo disfrutaba.

La última vez que pudo amanecer a su lado y disfrutar de él fue hace 2 meses, cuando Taehyung había enfermado de gripa y había decidido quedarse con él.

— ¿Qué hora es? — La pregunta de su novio lo distrajo de aquellos dolorosos recuerdos, al verlo noto como Taehyung parecía preocupado, como si hubiera dormido mucho.

— Son las 9:00, no te preocupes. Mira, te eh hecho el desayuno — Un Taehyung sonrojado era lo más tierno que podía existir en el mundo y en el mundo de Jungkook.