El viernes había llegado más rápido de lo esperado, Crowley había planeado una pequeña reunión exclusiva luego de clases para los miembros del equipo y algunas invitadas del grupo de porristas donde habría todo el alcohol que pudieran beber. El día anterior habían campeonado en las ligas juveniles locales y debían celebrarlo.Dean se había tenido que bancar algunas tardes en la biblioteca sin nada que hacer para darle tiempo "privado" a Castiel, tan solo pensar en las cosas que podrían estar haciendo mientras que él estaba más aburrido que una mosca le daban náuseas.
Además, Kevin había acaparado el tiempo con Castiel de forma casi absoluta, no podía hablar con él sin que Kevin estuviera ahí, estaba mientras comían en la cafetería y hasta lo llegaba a buscar de vez en cuando cuando terminaban las clases, lo acompañaba al entrenamiento y era el que más entusiasmo le ponía a las barras que cantaban las porristas.
Por otro lado, el tiempo en la terraza era únicamente de ellos dos, Dean y Castiel, Castiel y Dean, sentados en el edificio más alto del campus, en completo silencio, simplemente observando el aparecer de la luna, las estrellas y las luces a lo lejos.
Ese era su momento preferido del día.
— Hey, hey... Tran.
Ash, uno de los muchachos del equipo había notado a Kevin tratando de entrar al salón que solía ser un gimnasio, ese que el entrenador les había dejado para la reunión. Kevin pareció asustado al exagerado acercamiento del rubio, sus frentes estaban casi chocando.
— Solo miembros del equipo, niño.
Dean trató de aguantar una risa, no le agradaba del todo ese chico y que sea echado del lugar sería una distracción menos, no habría nadie besando y toqueteando a Castiel.
Algunos muchachos del equipo pasaban por su lado metiendo cajas de cervezas y botellas de distintos colores, todos apoyaban a Ash.
Castiel apareció por la puerta con bolsas de bocadillos, al notar a su noviecito siendo atemorizado por sus compañeros, fue a defenderlo.
— No puedo creer que Tran se haya quedado—Murmuró Dean, buscando canciones en el celular que estaba conectado a los parlantes.
— ¿Tienes algún problema con él?—Rió Crowley mientras se servía un vaso de whisky.
— No, no, solo...—Volteó a ver a la pareja, estaban al otro lado de la habitación siendo de lo más tierno del mundo entre abrazos, volvió la vista a su celular—. Ugh.
— ¿Dean Winchester está celoso?—Dijo un poco demasiado alto.
— Shhh —Se tomó un tiempo para pensar sus siguientes palabras—. No me gustan los gays.
— Cuidado, puedes llegar a no gustarte.
Crowley se alejó de la mesa para encontrarse con dos porristas recién llegadas.
Dean frunció el ceño, dejó correr una playlist mientras se servía un vaso de vodka puro, se lo llevó a la boca, terminándolo de una vez. Movió su cabeza de un lado a otro, haciendo una mueca desagradable y se dirigió al grupo de muchachos que conversaban con Castiel con un par de cervezas.
— ¡Dean, hermano! —Gritó Benny al verlo llegar, levantando su tercera botella de cerveza—. Ven, siéntate con nosotros.
Dean acercó una silla, sentándose al lado de su mejor amigo y le tendió una cerveza a Castiel, quien la rechazó.
— Ya no bebo.
Fueron los únicos que se rieron, ambos sabían cómo Dean tuvo que llevarlo casi arrastrándolo por las escaleras para llegar al dormitorio.
La noche transcurrió relativamente tranquila, algunos borrachos, coqueteos entre jugadores y porristas, conversaciones sin sentido, bailes graciosos.
Dean no era capaz de quitarle la vista a Castiel, se había pasado la noche conversando con Benny, pero su mirada se perdía en las sonrisas que se daban, las risas que se sacaban, los juegos de cosquillas y hasta besos pasados de la ralla.
— Cariño, ¿te acuerdas de mí?—Se acercó una muchacha de cabellos castaños, sentándose sobre las piernas de Dean.
— Bela, cómo no—Sonrió incómodo, notando cómo Castiel había volteado a verlo.
— Estaba pensando que...podríamos bailar.
Él miró a Benny, buscando ayuda o alguna excusa, pero este solo se encogió de hombros.
Ella lo tomó de la mano y lo guió hacia el centro del salón en donde se encontraban otras parejas bailando ante una ahora lenta canción. Pasó los brazos lentamente alrededor de su cuello, y él la rodeó por la cintura. Podía sentir la mirada de Castiel sobre él y no iba a desperdiciar la oportunidad. Cerró los ojos, dejando que el alcohol y la música hagan su trabajo.
— No has olvidado nuestro pequeño encuentro, al parecer—Susurró cerca de su oído al sentir los labios de Dean por su cuello.
— Imposible olvidarlo.
Ella sonrió, cerrando los ojos, dejó escapar un suave jadeo al sentir una mordida, el muchacho parecía estar decidido a volverla a poseer.
— ¿Y si mejor movemos esto a otro lado?—Sugirió él.
— ¿Al baño?
— Algo mejor.
Se separó de ella, tomándola de la mano y caminaron entre las personas distraídas hacia afuera. Con una última mirada antes de salir pudo notar el rostro de Castiel, no les había quitado la vista de encima.
Una vez afuera, los ruidos de la música parecían mucho más lejos, Dean subió las gradas del campo y ella lo siguió con esfuerzo.
— ¿Qué hacemos aquí?
— Oh, nada.
Sonrió sin mirarla, sus ojos estaban puestos en el oscuro cielo, la luna estaba casi llena. Dio unas palmadas sobre el cemento indicándole que se siente a su lado.
— ¿Qué?—Alzó la voz, parecía irritada.
— Quería salir de ahí, gracias por ayudarme.
Soltó un suspiro, irritada.
— Salir de ahí haciendo que todos piensen que tendrás sexo, qué buena idea—Dijo con sarcasmo.
— Ese es el punto.
Ella se puso de pie, él no la detuvo mientras la vio caminar de vuelta a su dormitorio. Minutos después, él hizo lo mismo.
— ¿Dean?—Una voz grave lo detuvo a mitad del camino—. ¿Qué haces aquí?
Se giró, sorprendido, las débiles luces llegaban a iluminar solo lo suficiente para verse el uno al otro.
— ¿Qué haces tú aquí, Cas? Deberías estar con Kevin.
— Tú deberías estar con Bela.
— Bueno, pues, no quise nada con ella.
Fingió una sonrisa, Castiel metió ambas manos en los bolsillos, llevando la mirada al suelo soltando una pequeña risa.
— Nunca estuve con Kevin—Comenzó a decir—. Todas esas veces simplemente nos sentábamos a conversar, es un buen amigo, de hecho.
— Pero...él...tú...
— Dean, no lo entiendes, ¿verdad?
Pasó a su lado, caminando en silencio hacia la habitación, Dean lo siguió, pero ninguno mencionó lo ocurrido.
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Carry on [Destiel]
Fiksi PenggemarAntes de comenzar las clases en el instituto aparece un nuevo estudiante, Dean Winchester. Para su desgracia (según él), su compañero de cuarto resultaría ser el mismísimo Castiel Novak, presidente del grupo LGBT del instituto. Un comienzo con el pi...