Capítulo 8: Idiota heterosexual.

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El sábado amaneció más temprano de lo usual, los rallos de luz atravesaban las cortinas llegando a despertar a Castiel. Se dio vuelta sobre la cama, quedando boca abajo y abrazó la almohada contra su rostro. Dean se encontraba sobre su cama, durmiendo pacíficamente, parecía no percatarse del resplandor que llegaba desde la ventana. Se quedó observándolo por unos minutos, pensando en qué estaría soñando.

Y volvió a quedarse dormido.

— Dormilón, venga, despierta.

Abrió los ojos algo desorientado, Dean estaba de un lado a otro, empacaba ropa en la mochila que solía usar para clases, metiendo ahí también una de las camisetas de Castiel y una botella de ron que había escondida debajo de su cama.

— ¿Qué...qué está pasando?

Una camiseta negra que no era suya fue lanzada a su rostro.

— Póntela, te queda bien—La amplia sonrisa de Dean lo convenció.

Ni bien terminó de cambiarse, Dean lo arrastró fuera de la habitación, un piso más abajo se encontraba la habitación de su hermano menor, quien estaba por salir cuando llegaron.

— ¿Estás listo, Sammy?

— Que no me llames así—Gruñó, cerrando su puerta, también llevaba otra mochila.

Bajaron juntos las escaleras y camino al estacionamiento de estudiantes.

— Vamos en mi baby —Dijo Dean con orgullo, buscando sus llaves.

— De hecho...—Interrumpió Sam—. Iré con Gabe, en su moto.

— ¡¿Gabe?!  —Castiel y Dean hablaron al mismo tiempo.

— Pues —Rió ante la reacción de ambos—, tú no eres el único enamorado de un Novak.

Dean hizo un gesto exagerado de "¿Quién? ¿Yo? ¿Enamorado? ¡Para nada!" pero no lo dijo. Los tres caminaron hacia el área de motos, encontrando a Gabriel al lado de una con una chaqueta de cuero y lentes negros.

— Heey, ¿cómo están, pequeños? ¿Me recuerdan?

— Tú, pequeño engendro, qué haces cerca de mi hermano —Se le acercó, tomándolo del cuello de la camiseta.

— Dean, basta —Se interpuso empujándolo del pecho, ambos se alejaron, aparentemente una conversación seria.

Castiel se acercó a su hermano mayor.

— ¿Qué haces?

— ¿Qué? ¿No puedo salir con un Winchester? No es mi culpa que no te atrevas a dar el primer paso con Dean.

Lo miró con los ojos entrecerrados, ¿por qué pensaba que él quería ser algo para Dean? Los otros dos muchachos regresaron, Sam tenía una amplia sonrisa y Dean...pues, no.

— Castiel también tiene una moto, pueden ir en ella—Dijo Sam mientras se subía detrás de Gabriel.

Castiel miró a Dean, parecía perturbado al enterarse de aquella nueva faceta de su hermano menor. Pronto se repuso, siguiendo a Castiel hacia su motocicleta.

  — ¿Cómo te encuentras?—Preguntó, encendiendo el vehículo.

  — Honestamente, no lo sé.

Le fue entregado un casco negro y se sentó detrás sin saber de dónde exactamente debería sujetarse para evitar caer, al acelerar, sus brazos instantáneamente rodearon el cuerpo de Castiel con fuerza.

— Tranquilo, no dejaré que caigas —Sonrió, mirándolo de lado.

Siguió la motocicleta de Gabriel hasta las afueras del instituto y por casi media hora en la carretera hasta que se aparcó a un lado, cerca de varios arbustos, Castiel hizo lo mismo. Dean había disfrutado del pequeño paseo, con el viento en el rostro se sentía tan libre.

Un pequeño acantilado de arbustos se extendía frente a ellos que solo se detuvo al comenzar la arena, y más allá se encontraba el mar. Aquella playa parecía no tener acceso, por lo que no había ni un alma. Era sola para ellos.

— Esto es...wow —Dijo Castiel, dejando su motocicleta cerca de la de su hermano en donde estaban casi cubiertas por arbustos que los vehículos no llegarían a ver.

— Vamos—Dean lo tomó de la muñeca, tirando de él para empezar a bajar el acantilado lo más rápido que les fuera posible.

Sam y Gabriel los siguieron de cerca, pronto llegaron a la arena y se quitaron las zapatillas, comenzando a correr hacia la orilla de la playa, dejaron las mochilas y ropas tiradas a medio camino, saltando por lo caliente que estaba y en ropa interior ingresaron al agua entre risas, empujones y salpicaduras.

Castiel estaba sentado en la arena de la orilla haciendo un pequeño fuerte cuando Dean se sentó a su lado en silencio, empezando a ayudarlo.

— Vaya sorpresa —Dijo Castiel, rompiendo el silencio.

— Sabía que te gustaría.

— También aquella otra sorpresa —Miró a su hermano mayor con el hermano menor de Dean, besándose antes de que una ola los golpeara.

— No tan grata pero...bueno.

Volvieron a quedarse en silencio, lo único que podían escuchar eran las olas del mar reventando y retrocediendo para volver a regresar. Dean encontró una pluma y la puso en la cima del fuerte.

— Cas —Suspiró, sentándose de lado para poder tenerlo de frente—. ¿Por qué no estuviste con Kevin?

Castiel cerró los ojos por un momento. ¿Acaso era tonto?

— Me gusta otra persona.

— ¿Ah sí? —Preguntó, desconcertado—. ¿Por qué no estás con él?

— Porque es un idiota heterosexual.

— Pero eres tú, Cas —Rió, empujándolo del hombro—. Cualquier chico caería a tus pies.

Sus miradas se encontraron, Castiel hizo una media sonrisa, podía ver en los ojos de Dean que no tenía ni la más mínima idea de que estaba hablando sobre él.

— Él no es cualquier chico.

Sam salió del mar junto con Gabriel, sonrieron al ver a sus hermanos juntos cuando pasaron a su lado dirigiéndose hacia las mochilas. Fueron por unos bocadillos que habían llevado.

— Yo los shippeo —Comentó Sam, llevándose unas papitas a la boca.

— Pero tu hermano es medio estúpido.

Sam lo miró con los ojos entrecerrados, sabía que debía defender a su hermano mayor pero en algo tenía razón, conocía a Dean, y por nada del mundo aceptaría que le gustara un hombre. Así que se quedó callado, mirándolos a lo lejos.

— Iremos a caminar, ¿vienen? —Gabriel apareció cerca de los otros dos, tomado de la mano de su novio.

Dean y Castiel se miraron para luego negarse. Les dejaron una bolsa de papitas y se alejaron por la orilla, dejando huellas en la arena de tamaños muy distintos.

— ¿Y tú? ¿No estabas con Lisa?

— ¿Lisa? Nah —Miró hacia el mar, como si tuviera que pensar bien las palabras que diría—, no me gustan las ataduras, quiero ser libre. Soy demasiado joven para tal compromiso y responsabilidad.

— Oh.

Carry on [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora