La música clásica llegó a sus oídos entre sueños, abrió los ojos medio desorientado, tratando de distinguir entre la realidad y sus sueños. Una espalda desnuda con un par de tatuajes, cabellos oscuros desordenados aparecieron al otro lado de la habitación aún borrosos...La alarma del despertador aún no había sonado, lo que significaba que eran antes de las 7, ¿qué clase de degenerado se despierta antes de las 7 cuando tiene clases a un paso de su dormitorio? Bach sonaba con fuerza mientras Castiel realizaba poses de yoga sobre un tapete al borde de su cama.— Joder, Castiel, ¿qué es todo esto?
Se giró sobre la cama, cubriendo su cabeza con la almohada, pero no iba a servir para aislar el sonido incesante del piano golpeando contra sus oídos.
— Armonía entre tu cuerpo y tu mente —Su voz era cálida, tranquila.
— Tu cuerpo no estará en tanta armonía cuando te muela a gol...pes... —Masculló por lo bajo, volviendo a quedarse dormido.
La alarma resonó con fuerza por la habitación, haciendo que despierte de un salto para apagarla. Un gruñido se escapó por su garganta cuando volvió a recostarse en forma fetal, no quería salir de su cama.
Pero debía hacerlo. Rápidamente escaneó la habitación, no habían rastros del pequeño demonio. Sonrió. Se desvistió completamente ahora inundando la habitación con KISS, sí, mucho mejor que esa música que estaba poniendo el señor yoga para la armonía del cuerpo y otras mierdas.
El día recién comenzaba y quería comenzarlo bien.
— Hey, hola —Sonrió aparentando timidez al principio—. Soy nuevo aquí, y estoy algo perdido.
La rubia a la que se estaba dirigiendo parecía enternecida por su situación, tomó el papel que sostenía con los cursos que debía llevar y comenzó a examinarlos con detenimiento. Su rostro se iluminó y se volteó hacia él con una sonrisa.
— Llevamos varios cursos juntos, puedo guiarte.
— ¿De veras? Eso suena genial. Mi nombre es Dean, por cierto.
— Joanna, puedes llamarme Jo.
Caminaron juntos por los pasillos, esta era una oportunidad para hacer el primer movimiento del año, la primera chica que caería ante los pies de Dean Winchester en aquel instituto. Llegaron finalmente al aula donde debían entrar. Historia universal.
Dean ocupó uno de los asientos que se encontraban casi al final del salón, haciendo que Joanna haga lo mismo a su lado. Muchos de los estudiantes ya se conocían y estaban volviendo a encontrarse con viejas amistades, algo incómodo para Dean, que decidió enfocarse en su conversación, usando cualquier excusa para realizar contacto físico.
Un muchacho con rasgos asiáticos se acercó, cuando Joanna lo notó pareció gratamente sorprendida, se puso de pie, dejando a su nuevo compañero a mitad de una frase, y abrazó al joven de cortos cabellos oscuros.
— Dean, él es Kevin, es un buen amigo.
Kevin le dedicó una sonrisa amigable, llegando a chocar puños con el nuevo. Tomó asiento en el pupitre justo frente a Joanna, y la conversación de dos se había convertido en una de tres, en la que principalmente Dean no calzaba.
Como si de un mal sentimiento se tratase, pudo predecir la llegada del Señor Yoga incluso antes de su ingreso al aula. Llevaba una banda sobre su frente con los colores del arco iris, obviamente indicando su notoria homosexualidad. Como si fuera una celebridad, muchos de los presentes se hacían a un lado para dejarlo pasar y otros lo saludaban como si fuera la persona más emocionante del planeta.
Qué molestia. Ya era suficiente compartir habitación con él y ahora también debían llevar cursos juntos, simplemente genial.
— Hola, Dean.
Levantó la vista. ¿Qué? ¿Le estaba hablando a él? ¿Había otro Dean en el aula? No, no. Definitivamente era él.
Se limitó a responder el saludo con el asentir de su cabeza, volviendo a la conversación con Jo y Kevin, pero estos habían dejado de hablar y lo miraban atónitos, por poco con la boca abierta. Dean frunció el ceño, ¿y a esos qué les pasaba?
— ¿Conoces a Castiel? —Habló ella, haciendo énfasis en el nombre, como si fuera una bendición pronunciarlo.
— Pues, sí. Es mi compañero de habitación.
Parecieron aún más sorprendidos.
— Wow —Soltó el otro en casi un susurro.
A ver, ¿qué tenía de especial ese gilipollas? Era como si todos estuvieran enamorados de él.
— ¿Alguien puede explicarme qué sucede?
— Castiel es el presidente del grupo LGTB del instituto.
— Sin contar que es súper guapo.
— Además uno de los más importantes delanteros en el equipo de rugby.
— ¡Tiene una motocicleta!
— Y participa en el elenco de canto, su voz es tan...
— Ok, ok, entiendo. Pero, ¿no les parece algo exagerado? —Cortó Dean, algo irritado.
— No hay nada que ese hombre no haga bien —Murmuró Kevin sin dejar de mirar al muchacho de ojos azules, mordiendo su labio inferior.
Dean lo miró con extrañeza, ya no tenía ganas de hablar sobre ese sujeto.
La campana sonó y los alumnos ocuparon sus puestos respectivos, un hombre de mayor edad ingresó y las horas pasaron como si fueran días.
~~
Ingresó a la habitación agotado por completo, había logrado ingresar al equipo de rugby y Jo accedió a tener una cita con él. El día había transcurrido bastante bien, no habían rastros de Castiel dentro de la habitación así que se desprendió de su camiseta y zapatos y se dejó caer sobre la cama.
Trató de relajarse, poner su mente en blanco, AC/DC sonaba desde su celular más bajo que de costumbre y su mente divagaba entre las cosas que le habían dicho aquella mañana. Una pregunta no lograba salir de su cabeza.
¿Quién era Castiel Novak?
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Carry on [Destiel]
FanfictionAntes de comenzar las clases en el instituto aparece un nuevo estudiante, Dean Winchester. Para su desgracia (según él), su compañero de cuarto resultaría ser el mismísimo Castiel Novak, presidente del grupo LGBT del instituto. Un comienzo con el pi...