Mentiras (2da Temp. de El Secreto Del Nuevo) Terminada

Capítulo 4. "Una noche"

"Mentiras"
Jimin y Tú

2da Temporada
"El secreto del nuevo"

Tocaron el timbre así que mi madre y yo intercambiamos miradas confundidas. ¿Quién tocaría a estas horas de la madrugada?

Fui a abrir y entonces del otro lado de la puerta estaba Jimin, se veía muy mal pues su rostro estaba muy cansado y por su puesto, la respuesta a todo. Olía mucho a alcohol.

-¿Qué haces aquí? - le pregunté haciendo gestos desagradables por el olor

-Tenemos que hablar - me dijo Jimin

A pesar de oler a alcohol y verse cansado se oía perfectamente, sus palabras eran claras y al parecer era concsiente de lo que hacía. Me asomé para ver a mi madre.

-Sara - le hablé

-¿Qué quieres? - me preguntó molesta, debido a que seguía llamandola por su nombre

-¿Se puede a quedar a dormir Jimin?

-Sí, sólo no me molesten y no quiero nietos - subió a su cuarto

Abri la puerta dejando entrar a Jimin. Cerré la puerta y subimos hasta mi habitación. Cerré con seguro y cuando voltee estaba registrando toda mi habitación.

-Tal y como la recuerdo - dijo

-Nada a cambiado sabes - me senté en la orilla de mi cama - ¿de qué quieres hablar?

-Me duele la cabeza - se sentó a lado de mí

Rodee los ojos y me paré. Fui a mi escritorio y encima de él agarré unas pastillas, en mi tocador había una botella de agua. Se la di y se la tomó.

-¿Por qué tomaste? - le pregunté sentandome de nuevo a lado de él

-No lo sé, porque estaba enojado - se acostó en la cama

-¿Enojado?

-Me dejaste solo y tuve que mentir por ti, a Jungkook

No le contesté y agaché la mirada. Recordé de nuevo la palabra "hospital" y todos los recuerdos vinieron a mi cabeza. No sabía que hacer, era una mentirosa, una traicionera. Jimin me odiara.

-Jimin.... - suspiré y traté de armar valor - hay algo que tengo que decirte

-Shhh - se levantó de nuevo sentandose en la cama y me calló poniendo su dedo en mis labios

Nuestras miradas se conectaron unos instantes. Los dos permanecimos en silencio. Él colocó sus manos en mis mejillas y se acercó lentamente a mis rostro para luego depósitar un dulce beso en mis labios. Al principio no sabía que hacer pues me sentía una persona horrenda no diciendole nada a Jimin y actuar como si nada. Pero quizé complacerlo antes de soltarle toda la sopa.

Le seguí el beso, pero sólo quería eso pero mi cuerpo pedía más y al parecer el cuerpo de Jimin también pues me fue acostando en la cama lentamente. Inconscientemente seguía sólo besándolo, su mano la pasó por debajo de mi playera pero de detuve.

-Jimin - le dije separandome de él - lo siento.... Ahora no....

Se levantó de la cama sin respuesta. Los dos entramos en un momento incomodo.

-Lo siento - me volteó a ver - te entiendo - me dio otro beso y se paró - como siempre - me sonrió - dormiré en el suelo

Lo agarré de la cabeza y negué con la cabeza con lágrimas en mis ojos y mordiendo mi labio.

-Duérmete conmigo por favor - le dije

Se hincó enfrente de mí y me hizo verlo a los ojos. Con su manos pasó mi cabello por detrás de las orejas.

-No quiero que me ocultes nada ni mucho menos que me mientas - me dijo sonriendome - ¿de acuerdo?

Lo miré desepcionada, desepcionada de mí.

-Iré a bañarme rápido porque no creo que quieras dormir con este olor - se rió

Llevabamos años de relación, mi madre lo conocía, su casa era mi segunda casa y viceversa. Tanto habíamos pasado juntos que no sabía en que momento había destruido todo eso que ya estaba construido.

Le di dos toallas y se metió a bañar. Esperé sentada en la cama pensando cuándo sería el día en que le diría, cómo le diría que todo este tiempo le había mentido y ocultado cosas. Ahora él no me tenía secretos si no que yo era la que le ocultaba un gran secreto y ahora yo agregaba mentiras.

Amaba mucho a Jimin, con toda mi alma pero.... Jin....

Mi esperado karma pronto llegaría y me traería muy malos regalos.

Terminó y salió del baño con una toalla enredada en su cintura y de la parte de arriba estaba descubierto y con la otra toalla secaba su cabello.

Aquél cuerpo bien manejado era perfecto.

-¿Soy tan sexy o por qué me ves? - me dijo sonriendome

Lo miré y sentí como mis ojos comenzaron a brillar y mis pupilas se dilataron. Cabello mojado, con un abdomen marcado y a la vista, y aquella sonrisa no se quedaba atrás. Era guapisímo.

-Ya quisieras - miré a otro lado pasando saliva

Cuando volvi a voltear se había acercado a mí, demasiado. Sus manos las recargaba en la cama a lado de mis piernas y su rostro estaba tan cerca del mío.

-No me provoques - me dijo viéndome a los ojos

-¿Q.... Qué? - dije nerviosa

-¿Se te ha olvidado que cada vez que muerdes tus labios....

Lo provoco.

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