CAPITULO 2

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Aquello no estaba bien. Nada, nada bien.

Barbara era consciente de que su plan era una locura, pero desde que Micaela había alquilado al departamento libre del edificio hacia dos meses, su sexy vecina había protagonizado todas las fantasías eróticas de Bar. Así que ya era hora de hacer algo al respecto

Desde el momento que había oído a Mica subir sus cosas cantando una versión desafinada de Closer, había sabido que era una mujer especial.

-No me arrepiento de nada -había dicho en un perfecto inglés que había hecho que a Bar le latiera el corazón con más fuerza.

¿Quién podría resistirse a una mujer así? La oji marrón habría deseado sentirse tan segura con las decisiones que había tomado en su vida.

Aquel día había salido a ofrecerle ayuda y así poder observarla con detenimiento. El pelo largo de un color castaño oscuro que le caía perfecta y provocadoramente por la espalda, llevaba unos jeans negros ajustados, una remera del mismo color y una chaqueta roja de cuero.

 El pelo largo de un color castaño oscuro que le caía perfecta y provocadoramente por la espalda, llevaba unos jeans negros ajustados, una remera del mismo color y una chaqueta roja de cuero

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Había sido justo en ese momento que se había dado cuenta de que tenía que conquistar a esa mujer sea como sea, pero no sabia como hacerlo exactamente.

Barbara no era precisamente una rompecorazones, más bien era una chica introvertida a la que nunca le resultó fácil relacionarse con los demás por lo que pasaba más tiempo con sus libros que con otra gente. Además, Micaela desprendía valentía y descaro, era una mujer llena de alegría y de vida. Sin duda estaría demasiado ocupada pilotando globos aerostáticos, escalando o elaborando sus piezas de joyería como para fijarse en una psicóloga como ella.

¡Si la oji azul tan solo supiera que era la protagonista de sus miles de fantasías!

El problema era que no podía cambiar la imagen que tenia de ella como el de vecina amable a la que podía contarle todo y pedirle ayuda. Necesitaba hacer que lo viera de un modo totalmente distinto pero en este momento no sabia como conseguirlo.

Hasta esa mañana, cuando ella le había dicho que necesitaba una stripper y, sin pensarlo dos veces, Barbara había cometido la imprudencia de enviarla al club a hablar con su "amiga" la chica enmascarada.

Bueno, en realidad no era del todo mentira que la enmascarada fuera amiga suya y lo cierto era que no le importaba lo más mínimo haber tenido que engañar a su vecina para que le diera una oportunidad.

-Barbara! La llamo Luke, el barman desde la puerta del vestuario
-¿Si? Respondió mientras se subía a toda prisa los pantalones de cuero bajo los que sólo llevaba una diminuta tanga dorada.
-Ya esta aquí -anuncio con un gesto victorioso

El miedo se apodero de mi. Micaela estaba en el club e iba a verla actuar, iba a verla desnudarse.

Al otro lado podía oír los gritos de mujeres que aclamaban su presencia al ritmo de la música. Barbara sintió el impulso de echarse atrás, de salir corriendo por la puerta trasera del club, pero una vocesita en su interior le dijo que se enfrentará a sus miedos "No desperdicies esta oportunidad". Respiro hondo y se colocó una máscara de cuero negra que le tapaba prácticamente toda la cara.

Era ahora o nunca. Había llegado el momento de presumir lo que tenia.
Barbara salió al escenario dejando a Micaela boquiabierta. La chica enmascarada tenía el trasero más perfecto que había visto en toda su vida.

Todo en ella era fascinante, cautivadora e increíble. Su trasero enfundado en aquellos pequeñísimos pantalones de piel se movía frente a ella con maestría.

¡Y ESE CUERPO!

Un centenar de mujeres gritaban y aullaban pero cuando la enmascarada se dio vuelta fue en Micaela en quien fijo la mirada. Fue a ella y solo a ella a la que le dedico una sonrisa y un guiño provocador.

En ese momento la oji azul tuvo la seguridad de que había encontrado la aventura salvaje que andaba buscando, había llegado a la mujer que le quitaría de la cabeza a Barbara.

-Pellizcame -murmuró entre dientes, convencida de que aquello no era más que una fantasía erótica.

Los focos bañaban su cuerpo con luces de colores e iluminaban sus pechos tan anchos como los muslos, mientras giraba seductoramente y se quitaba lentamente la corbatata roja escarlata que llevaba al rededor de su cuello desnudo. Todo esto sin apartar la mirada de ella en ningún momento.

No te quites la máscara -le gritaba el público eufórico mientan agitaban billetes para que fuera por ellos

Pero ella continuo bailando y le tiró la corbata a Micaela

Una mujer mas tímida habría dejado que otra agarrara la corbata, pero ella ya no era tímida. Había renunciado a serlo dos años atras, cuando se había prometido vivir cada día al máximo.
Ahora era una mujer atrevida, incluso descarada. Una mujer que en aquel momento se sentía revolucionada y exitada. Allí nadie la conocía así que no le importaba como se comportaba.

Agarro la corbata al vuelo y se la puso al rededor del cuello, después se llevó un extremo a la nariz la esencia puramente femenina de la que estaba impregnada. Le temblaban las rodillas y, por un momento, sintió que le faltaba la respiración pero aun así no dejo de mirar aquellos cautivadores ojos chocolate que la observaban sin pestañear.

La enmascarada se desabrochó el cinturón que no tardó en salir volando por los aires como lo había hecho la corbata. Una esbelta rubia trato de agarrarlo pero Micaela fue más rápida, y unos segundos después ya lo tenia puesto al rededor de la cintura a modo de trofeo.

La sonrisa de la enmascarada aumentó y no se borro de su rostro mientras se quitaba los pantalones de un solo tirón con el que abrió el velcro de los laterales. La prenda aterrizó en el suelo del escenario.

Las mujeres se volvieron locas.

Dios, esa chica estaba increíblemente bien dotada y la oji azul No podía dejar de mirar... De mirarla a ella. Se puso la mano en el cuello y pudo sentir su pulso acelerado, fuera de control.

¿Y aquel magnífico especímen era amiga de Barbara? Increíble. No tenían absolutamente nada en común.

Fue entonces cuando la enmascarada le tendió una mano y, sin dejar de mirarla con aquellos ojos enigmáticos, la invito a subir al escenario. Mica se señaló a sí misma como preguntadole "¿Yo?" Ella asintió y movía la mano insitandola a subir.

Ella negó con la cabeza. Era valiente, pero no estaba segura de serlo tanto y ahí se repitió a ella misma "Nada de miedos ¿recuerdas? La vida es demasiado corta. Hazlo".

Barbara seguía acercándose a ella, provocandola. Micaela sentía como le ardían las mejillas mientras "la enmascara" movía los labios para pronunciar una sola palabra

-Ven.


La que por fin actualizaba 😂 espero que les guste tanto como a mi babys! Voten y comenten.

Enmascarada (Barbica) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora