Cubrió su cuerpo delgado con una manta, que la llevaba utilizando desde que está allí. Todavía siente las heridas abiertas detrás de su espalda, del castigo anterior y sisea al sentir la tela sobre ellas, rozando la piel desgarrada. Palpando con cuidado cada una de las heridas, intentó quitar la sangre y aunque sea, limpiarse un poco.
Fue en vano.
Ingresaba luz de un hueco de la pared, un pequeño circulo de luz en medio de aquella oscuridad.
La mazmorra apesta a suciedad, humedad, sangre y sudor. Quería irse de allí, escapar y volver con su familia. Pero, ¿como?
Apenas sabía manejar sus poderes.
Cuando la puerta de la celda se abrió, instintivamente su Quirk de sombras atacó sin dudarlo un segundo. La figura detuvo las cuchillas que formó con su habilidad, utilizando el mismo Quirk.
—No, (T/n). Lo estas haciendo mal. Tienes que desear matarme, no solo lastimarme. —la mirada escarlata de su padre se concentró en su temblorosa figura. La chica de siete años clavaba las uñas sobre sus brazos, con rastros de lágrimas secas en sus mejillas.
—Quiero irme a casa. —susurro, con ojos llorosos. —Dijiste que apenas supiera manejar mi Quirk me dejarías volver a casa– —pego un chillido, acurrucandose aún más en la fina y sucia frazada. Su padre golpeó la pared, formando un hueco.
—No lograste tocarme ni un pelo. No sabes manejarlo. Te quedarás aquí, hasta que aprendas. —apunto de cerrar la puerta nuevamente y hundirla en esa profunda oscuridad solitaria, (T/n) se abalanzó sobre él con las fuerzas que tenía.
—¡No! ¡Papá! ¡Déjame salir! —la empujó con tanta fuerza, que volo en dirección a la pared. Jadeo de dolor, las lágrimas saltando de sus ojos escarlata. —U-Ugh..
La puerta se cerró y por fin, se permitió sollozar.
Sobresaltada, se incorporó de la cama. Sudaba a horrores, y el corazón le latía tan veloz, que creyó que estaba sufriendo de un infarto. Apenas despertó, llevo las rodillas al pecho y abrazo sus piernas, tomando grandes bocanadas de aire. Una de sus sombras corrió la cortina, dejando que la luz de la luna mezclada con la de ciudad ingrese en la habitación. También abrió la ventana, casi rompiendo el pestillo, ya que al estar en un estado alterado, su Quirk se vuelve inestable.
—Ya no estoy allí..ya no estoy allí..—murmuró para sí misma y giró la cabeza, esperanzada de que Kichiro estuviera en la habitación, durmiendo en el futón del suelo. Pero no había nadie.
La familia de su primo volvió a su casa al mediodía, así que no tuvo tiempo en despedirse de él. Pero sabe que volverá, pronto. Sin embargo, notaba la ausencia de aquel a quien considera hermano. Negando la cabeza, se obligó a sí misma a salir de ese estado, estirando las piernas.
Ya no es una niña pequeña, ya es mayor. Puede cuidar de sí misma.
—¿Donde mierda deje la chaqueta? —revolvió la habitación, hasta que la encontró debajo de todo un monticulo de ropa. Se lo colocó con rapidez y apresurandose a la ventana, salto.
Sus alas la elevaron y dejo que el viento se llevara toda preocupación.
¿Hace cuánto que no sueño con eso? La mazmorra, la sangre, el dolor, mi padre.
Siendo sincera, solo pasaron meses desde que las pesadillas se fueron. Y ahora mágicamente volvieron. Jamás en mi vida, olvidaré lo que me hizo mi propio padre.
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Not all were born to be a Hero [BNHA]
FanfictionEn un mundo donde la gran mayoría desea ser héroe, donde se admira a la figura All Might, una chica nació sin deseos de convertirse en uno. ¿Por qué? Bueno, ¿qué tal si lo averiguamos juntos? Te contaré la historia de la chica que nació par...