Capítulo 6

4K 519 165
                                    


Bajo la cabeza justo a tiempo, cuando su contrincante intentó rebanarla. Fue lo suficientemente rápida como para darle un puñetazo en la boca del estómago, y su Quirk se hizo cargo de lo demás. Atrapo sus piernas y manos, sujetándolo igual que un animal salvaje y lo mantuvo allí. 

De las manos de aquel niño salen garras enormes, parecidas a la de un ave rapaz. Diseñadas para desgarrar. 

Pronto, su cuidadora Agatha la tomó por el hombro y la obligó a ir hacia atrás, saliendo de la jaula. Una vez cerró la reja, su Quirk desaparecio liberando al niño, que se abalanzó hacia ella. Solo clavó sus garras en la reja metálica que la protegía. Suspiro aliviada de estar fuera de esa zona, siempre que entraba, su cuerpo se tensaba por sí solo, sabiendo que podría no salir viva de allí. 

—Tardaste dos minutos en atraparlo. Bien hecho. —la felicito una voz no conocida, un hombre con anteojos y sonrisa escalofriante. (T/n) no le respondió, y avanzó hacia ella. Su Quirk se encargó de tenerlo a distancia, amenazando con atravesarle la yugular. —Eres valiente, (T/n)-chan. Y ya sabes manejar tu habilidad a la perfección, solo faltan un par de detalles. —se agacho a su altura.— Tu padre estará  muy orgulloso de ti. 

Ante la mención del hombre, la pequeña intentó lanzarse encima suyo, pero Agatha es rápida y la atrapo a tiempo. De un jalón, la escondió detrás suyo. 

—¿Quién es usted? —cuando la alemana utilizaba ese tono de voz, no significaba nada bueno. 

El hombre, de aproximadamente treinta años y vestido como científico, levantó sus anteojos antes de responder. —Soy el encargado de los Quirks y los experimentos. Ahora con permiso, debo ver a un paciente. 

Huyo cual rata. Para Agatha sería muy fácil darle un manotazo y matarlo como si fuera un insecto. 

La alemana suspiro por lo bajo y al girarse, (T/n) ya no estaba a su lado. Estaba frente a la reja, mirando a una joven de su edad pelear contra el niño-aguila. Con el ceño fruncido, busco el rostro de su cuidadora. 

—Tienen que sacarla de allí, Saori no es buena en peleas cuerpo a cuerpo. No hay forma en la que se pueda defender. 

La mujer de ojos verdes suspiro una vez más. —Saori no es la única que no es buena en peleas cuerpo a cuerpo. Por eso debe aprender. 

Escucharon un grito, Saori tenía un corte profundo en el brazo. 

—¡La va a matar! ¡Su Quirk es de deducción y rastreo! —sacudió a la castaña, aunque esta apenas se movio. 

—Ya sabes las reglas, (T/n). No hay nada que yo pueda hacer. —le dedico una mirada y tuvieron una conversación en silencio. 

La chica entendió y abrió la reja, ignorando el grito de los demás cuidadores. 

Con su Quirk de sombras activado, se coloco en frente de Saori, escuchando el latir desesperado de su corazón retumbar en sus oídos. 


Había sangre en el suelo y en sus manos, incluso en sus mejillas. Saori estaba a salvo, abrazándose a ella. Se hicieron amigas enseguida y se tenían la una a la otra. (T/n) no quería perder a su mejor amiga. 

Volvió a mirar el suelo, donde yace el cuerpo del niño. Mirada perdida y la boca ligeramente abierta. 

Cerró los ojos con tanta fuerza que le dolió. 

—¿Siempre haces cosas peligrosas? —Saori es pelirroja, con ojos violáceos, un excelente olfato y una mente prodigiosa. —Olvida mi pregunta, es obvio que lo harías.  

Not all were born to be a Hero [BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora