Capítulo V

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Los pasos de la pareja retumbaban en la silenciosa noche. La mayoría de los habitantes se encontraban durmiendo y, al estar aún convaleciente, Sakura no debía ser la excepción.

¡Existía la posibilidad de que ella estuviera demente!

Eso explicaría que estuviera "dando un paseo" con Sasuke después de que haber decidido alejarse de él.

Sakura se detuvo cuando pudo ver que se dirigían a la entrada de la aldea. Las intenciones de Sasuke no debían ser buenas porque él no era bueno.

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó directamente.

—Hmp. Pareciera que no disfrutas de mi compañía.

—No tengo motivos para hacerlo.

—Antes habrías matado por la oportunidad de caminar a mi lado.

Sakura le dedicó una mirada cargada de rabia. ¿Era su intención hacerle recordar todas las lágrimas que había derramado a causa de su rechazo? Intentó convencerse de que Sasuke no podía ser tan malo. Entonces... ¿no había sido él quien la abandonó sobre la banca e intentó matarla dos veces sin mostrar arrepentimiento? Lo sabía en el fondo, él era un monstruo.

—No sé qué pretendes, pero será mejor que hables rápido.

—¿Sabes cómo fue que despertaste?

Sakura negó con la cabeza.

—Absorbiste parte de mi chakra. En el viaje de regreso de nuestra última misión utilizaste un jutsu prohibido destinado para proteger a una persona. El estado delicado en el que estuviste debió ser el resultado de haber usado el jutsu para los dos. ¿Te resulta familiar esa situación?

—Bueno, si nos protegí a los dos, creo que me lo debías de cierta forma.

Sakura se sentía cansada. Ya había pasado demasiado tiempo fuera de la cama. La pelirrosa se volteó dispuesta a retirarse y Sasuke la sujetó del brazo, obligándola a detenerse.

—No he terminado.

—De hecho, aún no has comenzado —le corrigió mirándolo fijamente—. Si percibes que estoy ansiosa por irme, no es sólo tu imaginación. Me acaban de dar de alta.

La kunoichi intentó liberar su brazo, pero Sasuke ejercía mucha fuerza.

—Suelta mi brazo.

—¿Me tienes miedo? —preguntó tomándola también del otro brazo.

Sasuke la tenía donde quería. Los sentimientos de Sakura no tardarían en despertar debido a la cercanía. No debían tardar. Debía ser como antes, ella debía ponerse nerviosa y temblar.

—¿Por qué te sientes con derechos sobre mí? Actúas como si nosotros... como si alguna vez tú y yo... ¿Hicimos el amor?

—Hubieras deseado eso —contestó acercándola más a él—. Aún lo deseas.

—No...es, yo no...

Los cálidos labios de Sasuke no permitieron que ella terminara de defenderse. Era la segunda vez que él hacía eso y no tenía fuerzas para volver a morderlo. Además, su cuerpo la traicionó y el cerebro no podía solo. Sasuke liberó sus brazos y la acercó a su cuerpo tomándola de la cintura. Su corazón latía descontroladamente y temía que Sasuke pudiera oírlo. Si lo hacía, se daría cuenta de que los sentimientos que había intentado ocultar estaban ahí, eso si es que ya no lo sabía.

Sasuke profundizó el beso, casi desesperado por obtener la rendición total de la mujer en sus brazos. Los labios dulces de la pelirrosa le estaban correspondiendo, pero él necesitaba más. Sakura debía desearlo, abrazarlo y no permanecer tan neutra. Sasuke delineó sus labios con la lengua y logró que ella entreabriera la boca. Sakura soltó un débil gemido y se sostuvo de él entrelazando sus manos detrás de su cuello. ¡Finalmente lo consiguió! Sakura ya no se contenía.

Un sentimiento más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora