—Sakura, ¿estás pensando en él?
La pelirrosa soltó un suspiro y volteó la mirada hacia su mejor amiga. Ino parecía preocupada y no era para menos. De alguna forma ella se había metido solita en ese embrollo.
—Sí. Dada la circunstancia, me parece normal.
Ino colocó su taza de té sobre la mesa y se acercó a ella.
—¿Le has contado a Sasuke lo que hiciste?
Sakura negó con la cabeza. No creía necesario comunicarle a Sasuke o a otra persona lo que hizo. Renunciar había sido una decisión impulsiva, pero ella llegó a la conclusión de que era necesaria.
—Bueno, mantén el ánimo arriba. Todo se solucionará.
La pelirrosa asintió mientras pensaba en su siguiente estrategia. Tsunade le había pedido que lo pensara bien, pues renunciar era un paso menos que la traición. Aun así, ella le comunicó que su decisión era irreversible. Por lo tanto, tendría que pensar en qué ocupar su tiempo por el momento. Tal vez debiera tratar de averiguar lo que pretendía Sasuke. Después de todo, ella era la única que estaba al tanto de los deseos del grupo criminal de tener al Uchiha en sus filas. ¡Y él se había atrevido a amenazarla para que se mantuviera callada!
—...Sasuke Uchiha se dará cuenta de que perdió a una mujer sexy, inteligente y fuerte que es buena en la cama.
—¡Oye, eso aún no lo sabemos! —dijo Sakura, completamente sonrojada.
—¿Qué tan mala puedes ser? —Ino se echó a reír—. No me estabas escuchando y me pareció que de esa forma me prestarías atención.
Sakura terminó de beber el té y se retiró a hacer las compras que le correspondía. En la tienda se encontró a Naruto y trató de actuar normal. Probablemente él no estaba enterado aún de su renuncia y decidió averiguarlo sutilmente.
—Hola, Sakura. ¿No deberías estar en el hospital?
La pelirrosa se limitó a sonreír mientras escogía las mejores manzanas del cesto de fruta.
—¿No has hablado con Lady Tsunade?
—No.
Sakura soltó un suspiro y decidió contarle.
—Naruto, hay algo que debes saber. Renuncié. Es por eso que no estoy trabajando en el hospital.
—¡¿Qué?!
—Los integrantes del consejo pusieron a prueba mi lealtad y decidí que no hice nada para merecer esa desconfianza. Era lo que debía hacer, Naruto. Tal vez cuando seas Hokage puedas cambiar esos juegos sucios que implementan los del consejo.
Naruto frunció el entrecejo y soltó las frutas que pensaba comprar.
—No te preocupes, Sakura. No tienes que esperar a que yo me convierta en Hokage. ¡Ya verás lo que consigo!
Sakura lo observó alejarse corriendo y temió por lo que su mejor amigo fuera a hacer para tratar de ayudarla. Después de regresar a su casa y tener una cena tranquila en compañía de su madre, la pelirrosa decidió salir a hacer un recorrido.
Caminó por las calles vacías mientras contemplaba las estrellas en el cielo. Sonrió levemente y dobló la esquina. Iría al bosque donde había una paz que siempre la ayudaba.
La brisa de la noche era un poco más cálida de lo normal. El verano estaba en su esplendor y resultaba agradable. A unos metros de su posición estaba un lago donde había ido repetidas veces. Sintió ganas de darse un chapuzón, pero se detuvo en seco al escuchar unos pasos cerca de ella.
ESTÁS LEYENDO
Un sentimiento más fuerte
FanficLa Aldea de la Hoja ha existido en paz durante los últimos años incluso con el peligro de ser atacados por los Akatsuki. Han trascurrido cinco años desde que Sasuke se fue de la aldea y en ese tiempo han pasado innumerables cosas: Sasuke libró una b...