6. Quiero golpearlo. 🌺

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      Asriel siempre fue alguien despistado, pero no tanto cómo para no distinguir a su hermana molesta, tal vez era porque susurraba cosas sin sentido en su sillón, "conque con mucha pechuga es como te gustan, eh", " maldito mal agradecido", esa y muchas cosas más escuchaba Asriel, no quería meterse con su hermana en este tipo de situaciones. Era como jugar con fuego.

—debo suponer que no estás hablando de Kid, cierto, Frisk. —Kid fue novio de Frisk hace algunos meses ya.

—¿por qué supones eso? —le preguntó la chica de cabellos chocolate.

—Kid no era un albino que ama las tetas. —simplificó el chico tomando asiento a un lado de ella. —y tampoco era tan importante como para hacerte enojar de esa manera.

—¡Es qué sólo llega y ya conoce medio mundo! —exclamó molesta.

—Sabes una cosa. Me fascinaría saber quién es el tipo del cual hablas.

—No, por que luego me dirás que también lo conoces. —Frisk había olvidado completamente la razón principal por la que quiso ir a casa de su hermano, estaba demasiado molesta, la vista se le nublaba de solo coraje, quería romper todo lo que se encontrase en su camino, pero se abstenía, no tendría el dinero suficiente como para pagarle a Asriel los daños, mejor se molestaba con el aire.

—Está bien, solo expulsalo hermana. —Asriel acariciaba la suave mejilla de Frisk, ¿cómo era posible qué el mundo le brindara a un hermano tan amable? Con cabellos tan dorados cómo rayos de sol. Los orbes turquesas del rubio miraron compasivo a Frisk. Fue entonces que recordó finamente su misión que la traía a joder a su hermano y de las cosas las cuales se enteró no hace mucho.

     No tardó mucho en resumir que había conocido a un esqueleto parlante y que ahora sabía la verdad sobre los monstruos. Por otro lado, Asriel quería vivir en lo más profundo de la tierra, ¿cómo su hermana cambiaba tan velozmente de actitud? Ahora estaba siendo toqueteado por Frisk, quien trataba de evadir esas manos pequeñas las cuales indagaban su cuerpo.

—¡Ahí esta! —Frisk tomó violentamente las orejas de Asriel, donde en una de ella, un arete dorado resplandeciente se encontraba. Al momento de quitárselo, Asriel se volvió una cabrita humanoide, haciendo enternecer a la chica.

—¡N-No me mires! —exclamó avergonzado.

—¡Por favor Asriel! Te he visto desnudo. ¿No te acuerdas cuando nos bañaban juntos? ¿Eh? —comentó graciosa.

—¡Calla! Eso es mucho más vergonzoso. —Asriel había logrado arrebatarle el pendiente a la joven. Con tono molesto le miró para expulsar cierta estupidez. —¡Y sí! ¡Si conozco a G.Sans! ¡Era el consejero real de papá! —sacó la lengua como todo un niño de cinco años, no sabía que aquella acción infantil lo conllevaría a crear una rabieta monstruosa por parte de su hermana.

—¡maldita sea! ¡Jodido monstruo popular que no sabe usar celular!

     Cuando la ira de Frisk bajó, reflexionó lo dicho de su hermano, ¿consejero? Mas bien parece un delincuente estúpido a medio hacer. Pero las dudas llegaban y llegaban sin ninguna palanca que lo detuviese, estaba harta hasta cierto punto. Tantos años escondidos resumidos en un par de palabras. No podía negarlos, Toriel, Asgore y su propio hermano fueron quienes le brindaron casa, alimento, amor... No tiene el derecho de juzgarlos. Su única fuente de información por ahora sería aquel esqueleto con aura atractiva y tonta. Preguntarle a Asriel sería como pedirle ayuda a un pajarito que ella misma le ha arrancado sus alas.

—¿Estas mejor? ¿Has liberado tu estrés? —cuestionó, ya con su forma humana dejando resaltar aquella cicatriz en el brazo derecho, hecho por una cuchillo de cocina, acto realizado por Frisk, no tenía opción, sin embargo la culpa la noqueó, Asriel pareció darse cuenta, si tan solo no hubiese sido una mala influencia, si no se hubiese metido con personas malas su hermano no tendría eso. —Hey... Ésta bien, no tienes que poner esa cara larga, no fue tu culpa.

—Si la fue... Esos tipos tenían una fuerza descomunal. Tuvimos suerte esa vez. Mucha suerte. ¿Me llevas con mamá? Quiero ver a ese tonto de G.Sans. No quiero que mamá lo soporte sola.

Sin negar palabra ambos subieron al coche del rubio, quien pidió discreción a Frisk, lo cual a ella no le molestaba en lo absoluto, no quería perder la vida humana que sus padres conllevaban. Al llegar a la morada dulce de su madre, ella los recibió con cariño, Frisk encontró al albino jugando curioso con un móvil.

—¿Qué? ¿Ya sabes usar un celular? —le preguntó curiosa, riéndose internamente por la ignorancia del monstruo. Se llegó a preguntar si al menos la criatura sabrá tener sexo, porque, tal vez ella podría darle clases.

—Algo así. He entrado a ese tal Google, tiene mucha información, aprendí varias cosas, su mundo a avanzado bastante desde que estábamos encerrados.

—¿por qué?

—¿porqué qué?

—¿por qué los encerraron?

—Ah... —G.Sans sentía la mirada insistente de la joven, lo ponía nervioso, es que realmente es muy bella. —yo... No quiero hablar de eso. Pero... Te lo diré algún día.

—¿cuándo?

—Ah... —él se había hundido en sus bellos orbes, quería tenerla. Solo para él, con la información que había indagado en el tal Google se le ocurrió tomar una "cita al cine" para pedirle salir. —t-te lo diré sí vas al cine mañana conmigo.

       Frisk le miró vanidosa, ¡era una excelente idea!

—De acuerdo. Después de la universidad.

Sonrió, hace tanto tiempo que G.Sans no sentía esa alegría recorrerle su cuerpo. Volvió al celular mientras la joven chica y su hermano quien ya había saludado y sorprendido por su nuevo aspecto, ayudaban a su madre en hacer la cena, G.Sans no se había dado cuenta que ahora era un huésped de la casa de Doña Toriel.

—Ah... Tengo une mensaje de .... ¿Wattsap? De una tal Verónica, dice que esta a dos kilómetros de dónde estoy. —informó el albino mientras veía como la familia acomodaban los platos en la mesa.

Fue entonces que Frisk tomó el móvil y lo lanzó por la ventana.

—¡Frisk! —gritó Toriel. —¡Era nuevo!

—A sido mucho internet por hoy.

Simplificó, G.Sans no entendía nada, ¿había hecho algo mal? Pediría una explicación luego, se escucharon por afuera de la casa un sonido particular de motos alarmando a todos los presentes, era muy ruidoso, aquello alarmó a Frisk.

—¿quienes serán? —se preguntó Toriel. 

La puerta fue derribaba al parecer solo con una patada proveniente de una gran fuerza. Frisk sudó en frío. Aquellos ojos cafés tan intensos casi llegando al rojo y cabellera albina rebelde le  decían que no había salvación para ella.

—¡El gran Papyrus ha venido por la cabeza de Frisk! —exclamó arrogante. 

Fin del capítulo 6.

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¡Lamento la tardanza! Había perdido la inspiración para esta historia, en si la historia ya tiene un desenlace, sin embargo no llegaba la manera correcta para poder redactarlo. Prometo ser más activa.

Al rato.

Echotale🌺SOBRENATURAL [G.Sans X Frisk] FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora