Malec Morning.

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La luz del amanecer se escondía entre las cortinas. Magnus suspiró abriendo los ojos, Parpadeó un par de veces. Se sentía cansado, anoche se había quedado hasta tarde con un cliente pero todo eso desapareció cuando sus ojos se toparon con rl cazador de sombras que dormía placidamente junto a él.

Alec Lightwood era la persona más especial del mundo, aún dormido como un ángel. Para él siempre sería una obra maestra. Y Magnus le agradecía al universo por ponerlo en su camino.

Magnus acercó un dedo y acarició la mejilla del chico. Alec se revolvió en un reflejo alarmante, secuelas de ser un shadowhunter.

-Shhh, está bien -susurró Magnus- Lamento haberte despertado

Alec parpadeó un poco más tranquilo dedicandole a Magnus una tímida sonrisa que hizó que el corazón le diera un vuelco.

Amaba esa sonrisa. Alec apoyó su cabeza de nuevo en la almohada, suspiró.

-Me gustan tus ojos -susurró con voz ronca-

Magnus frunció el ceño confundido pero luego entendió a lo que Alec se refería. Sus ojos de gato, ni siquiera era consciente de que los mostraba.

Cerró los ojos, los volvió abrir y sus ojos eran normales como los de cualquier mundano.

-Me gusta verlos -volvió a decir Alec- Te hacen especial y me siento especial cuando me ves con ellos

Magnus sonrió.

-Ya eres especial pequeño shadowhunter

Alec se acercó a él, apoyando su cabeza sobre su pecho, tomó una respiración y la soltó en un largo suspiró.
Le encantaba estar así con Magnus, su mente se despejaba, no pensaba en sus obligaciones o en lidear con demonios, ni tampoco en la clave. Justo en ese momento sólo era Alec.

El verdadero Alec.

Minutos después muy a su pesar Magnus se levantó lentamente dejando a su amado en la cama.

El apartamento estaba inundado por la luz tenue del amanecer, que era cuando la burbuja de felicidad que construía se ponchaba. Dónde los dos se separaban en diferentes caminos y si tenían suerte se volvían a reencontrar en la noche. Magnus aparto esos pensamientos de su cabeza y dejo su taza de té de nuevo en la mesita.

¡Él volverá!.

-Ahí estás -le dijo Alec saliendo de la habitación-

Se colocaba de nuevo su ropa de shadowhunters, estaba listo para irse, pero Magnus no estaba listo para decir adiós.

Su cabello negro aún estaba un poco despeinado y sus ojos azules volvían a estar alertas.
Su combinación favorita cabello negro y ojos azules.

Alec era su combinación favorita.

-¿Listo para volver a la realida -sonrió Magnus-

Se acercó a Alec, alzó una mano acariciando su mejilla dulcemente.

-¡Aleja las manos de mi parabatai, brujo!

La voz de Jace los detuvo, ¿porque siempre debía interrumpir sus momentos?, ya era mucho con dejarlo vivir en el apartamento temporalmente.

-¡Vamos Alec tenemos muchas cosas que hacer! -dijo Jace tomando su chaqueta y activando su runa de invisibilidad-

Alec rodó los ojos pero asintió haciendo lo mismo que Jace.

Jace atravesó la puerta.

Alec se acercó a Magnus y lo besó lentamente, demostrando su amor hacía él.

-¡ALEC! -gritó Jace-

Ambos se separaron y se miraron. Alec sonrió dándole otro corto beso.

-Volveré está noche -dijo- Claro, si me lo permites

-Siempre serás bienvenido a mi hogar Alexander porque eres parte de él

Alec asintió sonriendo tímido.

-Solo si prometes que te cuidaras -le susurró Magnus-

-Lo prometo

-¡Y yo prometo golpearte el trasero sino lo mueves hacía aquí ahora mismo! -dijo Jace-

El brujo bufó. ¿Quién se creía que era?

Alec lo besó de nuevo.

-Prometo cuidarme y volver más noche. Te amo

-Yo también te amo

Alec sonrió y con una última mirada se fue del loft junto con Jace.

Dejando a Magnus pensando en que el shadowhunter se había esforzado en cumplirn esa promesa y esperaba que siguiera haciendolo por mucho más tiempo.




············
Primer capítulo de mi nuevo libro de One Shot.

Espero que les guste mis nuevas ideas, ya que esto lo escribí hace un tiempo y lo tenía en borradores.

No olviden votar y comentar que les pareció me harían muy feliz.

Gracias. Eso es todo por ahora.

Felices Lecturas. R

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