Malec One Shots.

Canción de cuna

Un llanto inundó todo el loft cuando el reloj marcaba la medianoche.

Alec corrió por el corto pasillo hasta llegar a la habitación del fondo, estaba a oscuras más que solo una pequeña luz que él mismo había colocado ahí antes de ir a la cama.
El llanto se hacía cada vez más fuerte mientras se acercaba a la pequeña cuna de mimbre que había cerca de la ventana.
Alec sonrió cuando vió como un pequeño bebé de piel azul lloraba desconsoladamente dentro de ella, el bebé alzó la mirada encontrandose con la mirada azul de Alec, pero aún así no dejo de llorar.

-Shhh -dijo Alec- Ya estoy aquí, todo esta bien, ¿de acuerdo Max?

Max escondió su rostro en el cuello de Alec cuando este lo tomó en brazos, aún era muy pequeño, contaba nada más con tres años y había comenzado a tener molestías con sus cuernos. Comenzaban a crecer y le provocaban mucho dolor, hasta el punto de no querer estar acostado en ninguna parte y prefería estar en los brazos de Alec o Magnus.
Catalina les había dicho que era algo normal en un brujo dado a que su cuerpo se esta acostumbrando a su marca personal, que con el cuidado y el tiempo disminuiría, pero no sabía cuanto tiempo porqué había casos en que los brujos no sentían molestía alguna.

Max comenzó de nuevo a llorar, un suave lamento que a su padre le destrozó el corazón. Alec odiaba ver como el pequeño sufría por algo en lo cuál no podía ayudarlo. Solo podía esperar, odiaba esperar y mucho más si se trataba de su hijo.

-Lo sé amigo, sé que duele pero porfavor ya no llores -le susurró al pequeño acunándolo más en su pecho- Mañana papá debe ir con tío Jace a combatir demonios y no puedo hacerlo si no duermo porque pobrablemente podrían atacarme y...

Alec no terminó la frase ya que Max soltó un grito.

-Bien mal ejemplo, lo siento

Alec comenzó a meserlo llevándolo junto a la ventana para que tal vez pudiera distraerse con la serenidad de Nueva York.

Los minutos pasaban y el pequeño Max seguía sin poder dormir debido al dolor que sentía, incluso llegó a sangrar un poco, y ciertamente Alec comenzaba a preocuparse y agobiarse.
La puerta de la habitación se abrió lentamente dejando ver la silueta de Magnus entrar al lugar.

-Hola -susurró.

Alec volteó a verlo sintiendo como el alivio inundaba su cuerpo.

-Hola -le dijo devuelta.- Me alegra que regresarás

-A mí también, lo lamento sé que debía hacer vuelto hace horas pero la reunión del gabinete del submundo se alargo mucho más para mi agrado, vampiros con rebeldes ideas de contrabando de sangre

Los ojos de Magnus observaron el hombro de Alec, su camisa azul estaba manchada de un líquido escarlata, sangre...

-¿Qué ocurrió? ¿Estás bien? -preguntó Magnus alarmado.

Alec asintió. Pero sus ojos viajaron a la personita que comenzaba a dormitar en sus brazos.

-Es Max

-¿Que le ocurré? ¿Está bien? No importa llamaré a Catarina

Alec tomó la manga de la chaqueta de su novio antes de que saliera de la habitación.

-No hace falta -le dijo tratando de calmarlo- Solo fue una mala noche, comenzó con dolor de cabeza, luego se despertó hace no mucho llorando por el dolor y comenzó a sangrar

-Alexander, esas son razones suficientes para entrar en pánico llamaré a Catarina -dijo aún alarmado.

-No -susurró Alec- Casi esta dormido, no quiero despertarlo u que vuelva a sufrir, porfavor Magnus, Catarina dijo que era normal solo debe acostumbrarse

Magnus lo miró, el cansancio era presente en los ojos azules del cazador de sombras, una tenue sombra oscura comenzaba a notarse debajo de ellos. Había dormido poco esa semana y Magnus lo sabía, había estado tan ocupado con las cientos de absurdas reuniones entre subtérraneo que se había olvidado que Alec conocía un poco mejor a Max, ya que pasaba con el parte del día.

Suspiró un poco exhausto.

-Bien pero si mañana no mejora la llamaré -le dijo acercandóse a su novio.

Tampoco había tenido suficiente tiempo para compartirlo con Alec, sentía que el tiempo estaba en su contra por primera vez en su vida.

Beso suavemente los labios de Alec.

-¿Mañana?.-dijo el nefilim- ¿No tienes otra reunión?

-El caos en el mundo no se volverá peor si falto un día para estar con mi familia

Alec sonrió.

-De acuerdo entonces, hazle un biberón a Max, debe tener hambre luego de tanto llorar

Magnus asintió saliendo de la habitación para dirigirse a la cocina, esta vez no usaría magia.
Minutos después regresaba con el biberón tibio en sus manos pero se detuvo en seco cerca de la puerta cuando escuchó una melodía salir de la habitación.

Observó a Alec cantandole suavemente a Max una canción de cuna en francés, lentamente al entrar Alec alzó la mirada, aún en la penumbra Magnus sabía que se había ruborizado.

-Porfavor -dijo- No te detengas por mí

-Sólo era una vieja canción se cuna que mamá nos cantaba a mis hermanos y a mí

-Parece que con Max también funciona -sonrió Magnus apoyando su cabeza sobre el hombro de Alec.

Alec sonrió y coloco su cabeza cerca de la de Magnus con Max aún en sus brazos.
Y así fue como el restro de la noche los dos durmieron en el sofá cuidando a su hijo entre sus brazos.

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Hola nuevo one shot.

Espero les guste, voten y comenten que les pareció me haría muy feliz.

Quieren un one shot en especial, no duden en pedirlo ;)

Eso es todo por ahora.

Los amooooo ♡

Felices Lecturas. Rx