Malec One Shots.

Primera cita y primer beso

Alec comenzó a sentirse presionado cuando Isabelle apareció en su habitación.

De alguna manera que el chico no se explicaba ella se había enterado de que tendría su primera cita con Magnus Bane. El gran brujo de Brooklyn.

-¿Porque no te pruebas este? Va bien con tu color de ojos -le dijo tendiéndole por quinta ocasión una camisa del armario.

Alec gruño por bajo.

Esa era una de las razones por la cual no había dicho nada, no quería que se empeñara a vestirlo de manera que no se sintiera cómodo. Alec tomo la camisa azul oscuro que le tendía y la miro con desagrado.

-No entiendo porque no puedo llevar uno de mis suéteres -le dijo a su hermana.

Izzy jadeo exageradamente mientras le lanzaba una mirada de reproche.

-¿Acaso los has visto Alec? Son horribles

-Pero cómodos en cambio parece que esta ropa fue sacara directa de la lavandería esta tiesa

Isabelle suspiró.

-¿Donde es la cita?

Alec se encogió de hombros.

-No tengo idea

-Bien entonces debo buscar algo con lo cuál te sientas cómodo sin dejar a un lado mi asombroso gusto por la moda

Alec rodó los ojos pero un deje de sonrisa apareció en sus labios.

*********

El reloj marcó las ocho treinta cuando subió el ultimo escalón del edificio dónde vivía Magnus Bane.

Sintió un sudor frío recorrer su espalda, y sintió un poco de náuseas. Estaba nervioso.

Llevaba poco tiempo conociendo al brujo, y que habían agendado una cita lo ponía mucho más que nervioso, había considerado no venir pero Isabelle lo había convencido.

También podía irse junto con Jace a cazar, no era necesario que su hermana se enterara de su cobardía.

Se dio vuelta con la intención de marcharse pero antes de que lo hiciera la puerta del loft se abrió.

La única palabra con la cual podría describir a Magnus era impredecible. Todo en él era extraordinario, jamás era lo mismo y siempre llegaba a sorprender a Alec.

Sintió como sus manos comenzaban a sudar y las limpio sobre su vaquero color negro.

-Alexander me alegra que hayas venido -dijo sonriendo.

Y cuando Magnus sonrió él no pudo decir que no.

Alec suspiro fondo alejando todo pensamiento de su cabeza.
Pensaba en todos los puntos sus padres, lo que diría la clave e incluso en Isabelle y Jace.

Magnus ladeó su cabeza con la mirada aún puesta en el chico de cabello negro, su mirada era dulce y Alec aún seguía sin comprender porque. Tal vez le parecía demasiado inocente y solo era un pequeño descanso de las millones de aventuras que sabia que Magnus sostuvo en el pasado.

-¿Lo hago de nuevo, cierto?

La voz de Alec se escucho en un débil susurro. No podía dejar que las emociones nublaran su juicio.

Magnus asintió lentamente comprendiendo lo que quería decir.

-¿Quieres pasar? -le pregunto.

Alec asintió entrando al loft. El olor a magia lo inundo una vez cruzo la puerta.

-Lo lamento, yo no puedo evitar no pensar demasiado, digo, solo... Uhm

Magnus soltó una risita.

-Lo entiendo Alexander, soy un tema de conversación que no puedes dejar

Alec sonrió relajándose. Tal vez debería dejarse llevar solo por una vez.

-Sabes que puedes irte si no te sientes cómodo, ¿verdad?

-Lo sé, pero prefiero quedarme, quién sabe cuando tendré la oportunidad de que alguien como tú se fije en mi

-No estoy seguro, debe haber muchas personas interesadas en ti

Alec volvió a reír.

-No lo creo

Las horas pasaron y Alec sintió que no podría estar en ningún otro lugar más que en ese. Todo se sentía correcto y no sabía como podía haber pensado en irse.

Magnus le paso una taza de té una vez cuando habían terminado de comer los platillos exóticos que había hecho aparecer para la cena. El apartamento estaba en una tenue luz y había comenzado a lloviznar levemente. Y claro Magnus ni había dejado que Alec se fuera bajo esa inesperada
lluvia.

-¿No tienes nada que ver con esa lluvia cierto? -Alec sonrió mirando a través de la terraza-

-No, aunque te diré que seria un logro poder controlar el clima

Magnus se sentó cerca de Alec en el sofá.

-Y dime Alexander, ¿Porqué pensabas irte?

Alec se atraganto un poco con el té y comenzó a toser levemente.

-No te diré que leo mentes solo fue la impresión que tuve  cuando abrí la puerta

-No lo sé, simplemente no estaba seguro de poder...

-¿Seguir con esto? Aunque no lo creas lo entiendo, sé lo que la clave dice y piensa, pero sabes que no debe de importarte existe muchas personas que te aman y te aceptan como eres. Como Isabelle por ejemplo

Alec fruncio el ceño.

-Tu hermana me mando un mensaje de fuego diciendo que no te lastimará o ella misma rompería las reglas y me cazaría. Ves eso significa que te ama por como eres y eso es grandioso. Que importa lo que los demás piensen

Alec sonrió y colocó su mano sobre la de Magnus y acarició levemente con su pulgar el área. Magnus lo miro con esperanza en sus ojos.

Era cierto, todo lo que Magnus le había dicho, no tenía porque temer y mucho menos si lo tenía a  él.

Se acercó más al brujo, sintió como sus mejillas se teñían de un rosa pálido. Y para sorpresa de ambos, Alec cubrió los labios de Magnus con los suyos.

El brujo siguió el beso confundido pero luego de relajarse comenzó a besarlo realmente, era dulce y temeroso. Lento y mágico, y era al cuál Alec había decidido que era digno.

Magnus era el dueño de su primer beso...

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Hola!!!!

Les traigo un nuevo One Shoot!!

Espero que les guste...

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Nos leemos luego!!

Felices Lecturas. Rx