A pesar de todo.

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Alec bajo su cabeza haciendo que los mechones negros de su cabello largo cayeran sobre sus ojos.

Sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y la furia comenzaba a crecer en él, pero a pesar de todo no dijo nada y siguió escuchando.

-¡Lo sabes muy bien Alexander Lightwood que más quieres que haga yo! ¡Nos avengorzaste frente a todos esos altos miembros de la clave!

Maryse Lightwood gritaba totalmente furiosa y molesta a su hijo mayor, en el salón de los acuerdos había ocurrido un acontecimiento que la había hecho explotar. Alec había besado a un brujo frente a todos los cazadores de sombras, pero el hecho de que fuera un chico no era lo que le preocupaba.

Sino que había besado a Magnus Bane.

-¿¡Sabes lo que dirán ahora sobre nosotros!?

-¡Suficiente! -le gritó Alec incorporandose de un salto del sofá.- ¡Mamá por favor solo basta!

Sus ojos ardían pero no quería soltar ninguna lágrima.

-¿Cómo te atreves? -Maryse se adelantó y a abofeteó a Alec.

El chico la miró sorprendido, pero ella rápidamente volvió a reponer la compostura.

-Ahora lo que vamos hacer es pedir una cita con la cónsul y hablar con ella diciendo que no querías hacer eso y aceptar cuál será tu castigo

-No -dijo Alec- No lo haré mamá, no hay nada que arreglar

Maryse parpadeó deseado que su hijo no dijera eso.

Alec no soportaba más, el chico se volteó y caminó hacía la puerta. Haciendo oídos sordos a los gritos y llamados de su madre.

Las calles de Nueva York estaban vacías mientras la lluvia caía, los pocos mundanos que habían corrían despavoridos a lugares secos para evitar seguir mojándose.

Pero a Alec no le importaba, solo quería alejarse de todo y no pensar. Quería tener su mente en blanco, lo que le había dicho su madre había destrozado su corazón y sentía la necesidad de llorar pero no salía nada.

Sin darse cuenta de la hora llego al edificio de ladrillos rojos, lo observó unos minutos sin saber muy bien que hacer. Sacudió su cabeza y se adentro en el, pero a medida que subía las escaleras hasta el último piso se dio cuenta que tal vez ir ahí había sido un grave error.

No quería abrumar a nadie más con sus problemas, no había necesidad para eso, eran solamente suyos. Pero sentía que la cabeza le explotaría en cualquier momento, no había querido utilizar ninguna runa de curación.

Solamente era cuestión de tomarlo con calma, minuto a minuto si era necesario.

Magnus le había obsequiado una llave de su apartamento para que pudiera entrar cada vez que él deseaba, pero ahí estaba empapado por el agua de la lluvia observando la puerta de madera negro sin tocarla. Suspiró armándose del poco valor que le quedaba y alzando su mano haciendo que los nudillos tocarán.

Segundos después la puerta se abrió y Magnus salió al umbral. Llevaba su cabello en punta con algunas luces de color morado y su ropa era como siempre una extraña pero fascinante combinación de prendas.

El brujo frunció el ceño, no lo había visto desde que volvieron de Idris, hace cinco días.

Alec lo miró con los ojos totalmente destrozados y vidriosos que le hizo saber a Magnus que algo le ocurría y en su pecho dio un vuelco en lastima, no por el cazador sino por la muy notable batalla interna que el sostenía con nadie más que consigo mismo.

-Alexan...

No lo dejo terminar, la voz de Alec le interrumpió inmediatamente.

-¿Por qué yo? -fue lo que dijo en un susurro lastimero.

Odia sentirse de esa manera. No se le daba bien enfrentar lo que sentía, tal vez esa era una de las razones por la cuál nunca había aceptado que sintiera algo por Magnus.

Le aterraba sentirse de esa manera.

Porque sabía que al final no obtendría lo que quería como siempre era, porque no estaba destinado para él, nunca había sido así.

-¿A que te refieres Alec? -Magnus lo invitó a pasar.

Se sentó en uno de los sofás cerca del ventanal y retorció sus manos en su regazo.

-Hay muchos chicos y chicas allá afuera -le dijo sin mirarlo- Puedes obtener a cualquier persona en el mundo

-Pero yo no quiero a ninguna otra persona

-Pero sabes siempre va a ser así, nunca podremos tener lo que queremos porque siempre estaremos en la mira de todos

Ahora Magnus estaba confundido, ¿De que hablaba el cazador de sombras?

-¿No lo entiendo Alexander de que hablas?

-De la clave, de mi madre, de todos.

Magnus suspiró entendiendo. Tomó asiento junto al cazador, chasqueando sus dedos apareciendo una manta sobre los hombros de Alec para evitar que tuviera frío.

-Dime que ocurrió -le sonrió Magnus.

-Mi madre me reto acerca de lo que paso en el salón de los acuerdos, pero no fue eso, sino que me hizo dar cuenta que por más que quiera luchar jamás podré ser como los demás cazadores de sombras

-¿Y eso es malo?

Alec negó apartando su cabello mojado de su rostro.

-No lo sé, estoy confundido

-A veces eso es bueno, ¿sabes?, así te das cuenta que estás haciendo las cosas correctas

-¿Qué?

Alec lo miró con el ceño fruncido.

-Sí, mira no importa lo que los demás piensen, importa lo que tu pienses de ti mismo. Sé que es duro, pensar que todos te mirarán extraño, que los de tu clase no aceptaran a alguien como tú. Pero si te hace feliz y es lo que quieres, ve por ello Alec.

Alec le sonrió y se acerco a él, Magnus lo recibió abrazándolo tiernamente, Alec colocó su cabeza en el pecho de su amado.

-Tienes razón Magnus.

-Y respondiendo a tu pregunta, ¿Por qué tú?, simplemente no hay una respuesta precisa para decir, porque eres todo tú Alexander. Diría que te amo pero eso lo sabes muy bien

-¿A pesar de todo lo que conlleva estar conmigo?, ¿Las consecuencias en las que posiblemente te he metido?

-A pesar de todo eso. Porque prefiero tener problemas junto a ti, que no tenerte en mi vida

Alec sonrió tímidamente hacía él,     y se acercó para capturar los labios del brujo.

Magnus quiso hacerle comprender que a pesar de todo él era y siempre sería merecedor de que todo lo bueno del mundo le ocurriese.

Que era merecedor de que alguien lo amará tal y como era.


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Hola!

Nuevo One Shot.

Espero que les guste.

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Gracias por leer.

Eso es todo por ahora...

Nos leemos luego.

Felices Lecturas. Rx

Malec One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora