¿Dime sí vale la pena?

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Alec alzó la mirada al edificio de ladrillos rojos que se levantaba frente a él.

Observó como la luz del último loft estaba prendida, suspiró tragándose todos sus pensamientos y se decidió a entrar.

Cada escalera que subía le hacía crecer el hueco que sentía en su pecho. No sabía la reacción que tendría, pero solo esperaba que no fuera mal.

Sintió que su celular vibraba en el bolsillo de su chaqueta. Pero lo ignoró, y continuó subiendo las escaleras. La puerta era de madera negra y ahora mismo nunca la había notado tan bien.

Su mano se movió sola, mientras sus nudillos golpeaban la puerta en un leve toque.

De repente la puerta se abrió, dejando ver a un Magnus Bane con el cabello revuelto y con la preocupación reflejada en su rostro. Sus ojos miraron a Alec con un alivio notorio y con el ceño fruncido no olvido las malas horas que los hizo pasar a todos por no devolverles las llamadas.

Pero sus ojos se suavizaron hasta el punto de alarmarse cuando vio como la chaqueta de Alec se teñía de un color rojo. Sangre.

-Alexander -dijo tratando de acercarse a él- ¿Dónde has estado?

Pero Alec no lo dejó, se aparto retrocediendo un poco. Al darse  cuenta sobre aquello, Magnus se sintió un poco herido.

Alec lo miró y caminó dentro del loft sin siquiera pedirle permiso al brujo. El cual lo vio como una impropia acción del cazador.

-Acabo de darme cuenta de algo, ¿sabes?

Magnus frunció el ceño mientras cerraba la puerta.

Pero no dijo nada le dejo continuar.

-Estoy saliendo con un subterráneo

La risa del chico de ojos azules se escuchó por todo el loft, fue grave y profunda. Una carcajada un tanto forzada.

Y en ese punto Magnus lo entendió.

Alec estaba ebrio.

-Pero no es cualquier subterráneo, es un brujo -sus palabras eran arrastradas pero totalmente entendibles- Tampoco es cualquier brujo es Magnus Bane

Sus pasos eran torpes hasta que cayó sentado en uno de los sofás. Y negó con su cabeza, su risa había cesado ahora era un leve y quedo lamento.

-Alec, ¿Dónde has estado? Tus hermanos se han vuelto locos buscándote

Miró su chaqueta.

-¿Cómo te has hecho eso?

-No es mía -dijo alzando su mirada hacía Magnus- Estaba en Hunters Moon pasándola bien y cuando decidí que era hora de irme fui atacado por un demonio shax, lo maté pero eso no evitó que llenará mi chaqueta con su icor

Magnus suspiró, soltando el aire que había estado sostuviendo aliviado de que el chico no estuviera herido.

-¿Y porque no contestabas el teléfono? -La voz de Magnus era  suave, como si hablará con un niño al que tuviera miedo de espantar.- Tus hermanos estaban preocupados por ti

-¿Y tú?

-Sabes que si Alec

Alec lo miró con sorpresa en su rostro.

-¡Por el Ángel! Tu eres Magnus Bane

El brujo rió, le resultaba adorable ver a Alec de esa peculiar manera. Pero su sentimiento de culpa afloraba cada vez más cuando se dio cuenta que era la razón por la cuál él estaba en aquel estado.

Malec One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora