The heart never lies

La primera vez

Llego a mi apartamento entrada la noche, dejando caer la cazadora sobre el sofá de camino a la nevera, sacando un refresco de limón que me bebo casi de un trago. Las últimas semanas han sido agotadoras, si, pero nada como el día de hoy. Creía que no se acababa nunca.

Lunes, miercoles y sábados tengo tres horas por la mañana con el viejo Charles, nunca dispuesto a salir de su rol de educador de esclavos. No se hasta que punto las cosas que él me enseña me servirán a posteriori... le veo utilidad a los modales, el uso de la cubertería fina, las expresiones de cordialidad...¿pero de que me va a servir diferenciar clases de tela o colores tan parecidos que ni con lupa encuentras la diferencia?

Luego, esos mismos días durante la tarde, voy a las clases con Isabelle. Es quizá la que mejor me cae de todo el equipo. No tiene pelos en la lengua y poco le importa si está hablando con un esclavo o con el dueño del lugar. Ella no se corta en contar todo lo que sabe, igual que permite plantear preguntas aunque vengan de parte de un esclavo. Que no es que yo sea muy de preguntar, pero resulta agradable encontrarse con alguien amigable.

Lo que no resulta tan agradable es la variedad de juguetes con los que me ha ido cargando estas últimas semanas. Al principio tardé un par de días en volver a mirarlos, pero al tercero la curiosidad pudo mas. ¿Cómo sería la experiencia sin la jaula? Nadie me ha prohibido darme placer a mi mismo, de hecho el jefe me sugirió el ir usando yo mismo los juguetes por mi voluntad y placer... pero al ir a introducirlo, nada. No hubo manera. Ni siquiera rebozando el aparato en lubricante. Ni usando el mas pequeño del que disponía. Ni mis propios dedos. Nada. Impenetrable, literalmente. Es tan frustrante...

Los martes, jueves y viernes paso el día completo culturizandome. Generalmente no son mas que clases impartidas por diversos profesores, a veces hay alguna salida a museos, exposiciones o cualquier cosa que pueda considerarse de interés para el aprendizaje. No estoy yo solo, coincido con varios esclavos mas en proceso de entrenamiento, aunque no se nos permite socializar demasiado. Nos dan clases sobre todo tipo de cosas. Hay clientes en todos los campos, y de un clase A se espera que puedan responder a cualquier cosa en cualquier ambiente y a cualquier conversación. Estudiamos sobre economía y bolsa, sobre política, sobre ciencia y nuevos descubrimientos, literatura, cualquier clase de arte... incluso nos ponen totalmente al día sobre los artículos de la prensa rosa. A veces creo que la cabeza me va a estallar, pero de momento parece que sobrevivo.

Y los domingos, el día de las clases de educación sexual. Detalles, posturas, fetichismos, prácticas fuera de lo común... por lo menos no tengo que llevarlas a la práctica. Se que otros aprendices si tienen que hacerlo. Ventajas de ser virgen. O desventajas, vete a saber. No se si quiero pensar en lo que será mi primera vez. ¿Y si me toca un loco sádico que quiere montarme atado a la pared con una mordaza?

También tengo los entrenamientos con Hodge, una hora por la mañana corriendo y otra hora tres veces por semana a última hora de la tarde. La verdad es que nunca antes me había planteado ponerme en forma, siempre he estado en mi peso y no lo he visto necesario... pero la verdad es que estoy muy contento y cómodo con mi nuevo cuerpo. Todos mis músculos están mas fuertes y marcados, soy mas rápido, mas ágil e incluso mas atractivo. Mi cintura está mas estrecha y mis hombros mas anchos.

Y luego están las clases particulares de Alec. Es difícil de definir. Es como si dos noches a la semana simplemente apareciera en mi apartamento para poner a prueba mi evolución. Entra sin previo aviso y me hace tocarme o tocarlo a él. No hay día que no tenga que arrodillarme ante su miembro, pero verlo disfrutar me llena de una forma que jamás pensé que podría hacerlo. 

Hasta que no me vi en la necesidad jamás pensé en la idea de ser un esclavo. De hecho la vida de amos y esclavos me repugnaba. Siempre he pensado que cada uno tiene que ser libre de tomar sus propias decisiones...pero al fin y al cabo, fue mi decisión entrar en este mundo. Y siempre que se trata del menor de los socios de Lightwood&Herondale resulta una experiencia altamente satisfactoria.