Capítulo 30

197 24 3
                                    

Estaba solo, completamente solo, no lo podía creer. Paul se había ido y para siempre, no querría volverme a ver en su vida. Lloré y sostenía su nota, la apretaba fuertemente contra mi pecho. Ya no quería vivir, nada... sólo encontraba refugio en el alcohol.

Paul prometió que no iba a abandonarme, ¡Y lo hizo! Lo hizo... definitivamente lo hizo. Papá me abandonó desde mucho antes de nacer, mamá se fue y me dejó. Heather también... ¡Y ahora Paul!

Y para colmo de males, los Cox pensaban que era un monstruo, ya ni siquiera con mi amigo Zak podía estar libremente. Tanto él como su madre, pensaban lo peor de mí.

Así que sí, oficialmente, estaba completamente solo.

Tenía dos opciones:

1. Comprar un montón de heroína, inyectarme, acabar con este sufrimiento y ser sobrevalorado por todos.

2. Salir adelante.

No sé cuál de las dos sonaba más dolorosa.

(...)

En fin, elegí la segunda. Lo hice por mí, y por Paul, cargaba su nota en todo momento. Tenía que seguir adelante, por mí, ahora yo estaba solo y tenía que cargar conmigo mismo, con todo mi dolor, traumas y pesadez. Pero tenía que soportarlo, no veía otra idea ni alternativa para esto.

A la mañana siguiente, decidí ir otra vez con George Martin, no esperaba que él ocupara el lugar de ser mi confidente, ese nada más lo tenía Paul, pero podía ayudarle con este asunto de la música.

—Hola, señor Martin.

No me había cambiado, mis ojos estaban tan hinchados, iba con un dolor de cabeza insoportable producto de que me la pasé tomando toda la madrugada.

—Julian... ¿Qué ocurre?

—Paul se fue, y tenía la pregunta y cuestión si usted quisiera seguir ayudándome en mi música

—Por supuesto Julian. No deberías dudarlo ni un poco.

—Es que... como Paul se fue... yo pensé...

—Mira, yo no sé mucho sobre lo que pasaste con su familia, pero sinceramente, yo no me entrometo en esos asuntos, no tengo absolutamente ninguna razón para hacerlo. Sólo sé que tus asuntos personales no involucran mi trabajo, y yo soy un hombre de palabra, no tendría porque dejarte.

—Muchas gracias—sonreí muy feliz.

Ese mismo día, empezamos con los proyectos y planeamos más sobre mi segundo disco. Podía notarme emocionado cuando estaba con el señor Martin, él tenía ideas muy innovadoras y sorprendentes que jamás se me hubieran ocurrido a mí. Cuando estaba en los estudios, me olvidaba de mi soledad y la infinita tristeza que parecía acogerme por gran parte de mis días.

Pero salía y tenía que enfrentarme a la dura realidad, ni siquiera quería ir a mi departamento, porque recordaba la manera inevitable y cruel con lo que lo había obtenido: Timando a Paul, eso era sorprendente y terrible, no me gustaba para nada decirlo con esas palabras. Chantaje... timo... eran palabras tan feas, pero verdaderas.

A pesar de todo, las cosas iban muy bien, George me brindó su apoyo musicalmente, pero no le gustaba verme con una botella en mis manos todo el tiempo. Debo de reconocer, que por esos instantes, me volví un poco más sensible, estaba tocado y muy afectado por todo. Me tardé en asimilar que ya no había nadie a mí lado, que Paul se fue, que Heather también...

Es gracioso como algunas veces tienes todo lo que querías, y luego, sin avisar, todo se te va de las manos. Eso me pasó, y fue lo peor del mundo.

You're A LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora