Capítulo 26

247 26 40
                                    

Narrador omnisciente:

Paul McCartney iba conduciendo en su automóvil rumbo a los estudios Abbey Road, ahí vería a Julian y a George Martin. No dejaba de pensar en todo lo que había pasado él y su familia.

"No, no quiero ni siquiera imaginar que yo ayudé inconscientemente a Julian para destruir a los Beatles." Pensaba. "No quiero ayudarlo, no quiero destruir a John por el simple hecho de que él me haya hecho mucho daño. Debo de pensar con normalidad, no quiero ser parte de esto."

Sumido en estas cuestiones, llegó a los estudios con toda la calma del mundo. Ya dentro, lo esperaba Julian. Se veía extremadamente cansado, usaba unos lentes negros, un traje azul marino con una camisa blanca, y su pequeña botella que ya se había vuelto su fiel compañera.

—Eh... te ves cansado—dijo Paul.

—Así es—asintió—, lo estoy... estoy abatido, desesperado, deprimido.

—Mira, no he podido hablar con Heather, pero la convenceré para que se dé cuenta de su error.

—Es absurdo, Paul—dijo Julian con un largo suspiro—, nada será suficiente.

—Ya verás que sí.

—Mira—mostró una cámara—, me la regalaron unas fanáticas aquí afuera. ¿No le han hecho nada a Heather, cierto?

—No, no, para nada. Vamos a los estudios dos, ahí te presentaré a alguien muy importante.

Ambos caminaron hasta dicho lugar, entraron a la cabina de grabación, donde se encontraba la persona que tanto estaban buscando.

—Julian, él es George Martin, George... él es Julian Powell.

—Mucho gusto—dijo el buen Martin.

—Hola—dijo Julian en un bostezo y se estrecharon las manos.

—Tenemos mucho de qué hablar, George hace maravillas, verdaderas maravillas en el estudio. Él va a producir el nuevo disco en el que trabajo, y también el segundo tuyo.

—Sí, claro... si quieres—dijo George.

—Por supuesto—bebió más.

Ellos tres empezaron a platicar de nuevas ideas, sonidos, melodías, y cosas que se podían llevar a cabo. Julian se veía deprimido, pero conforme pasó la plática, se vio más y más emocionado de las nuevas técnicas de trabajo que adquirirían.

—Señor McCartney—llegó una asistente—, lo buscan en el salón de instrumentos de alado.

— ¿A mí?, ¿Quién?

—Es el señor John Lennon.

Eso puso muy tenso y nervioso a Julian, volvió a tomar como si fuera barril sin fondo. Paul se levantó intentando mantener la calma.

—En un momento vuelvo, sigan conversando por favor.

Paul caminó rápidamente hasta el segundo cuarto, donde efectivamente, ahí lo estaba esperando su ex compañero y ahora rival: John Lennon.

—Eh... hola, vine aquí por casualidad... no pensé encontrarte.

—Eres un verdadero mentiroso, ¿Qué haces aquí?

—De verdad... no tienes remedio—dijo John y se recargó en la pared—, mira que apoyar a mi bastardo solamente porque te recuerda a su madre... o debería decir... ¿A mí?

—Mira, yo apoyo a Julian porque es un buen chico, ¡Nada te debe importar a ti! Lo hiciste sufrir mucho antes, y ahora le arruinaste la boda, ¿Qué más quieres, Paul?

You're A LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora