Capitulo 4

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*El Psicópata*

Cerré los ojos. No sentí el golpe, no sentía nada excepto. Alguien estaba tomando mis manos. Abrí los ojos. Era Alonso, se había puesto otra vez de cabeza, se sostenía con las piernas de la rama. Sin duda alguna tenia buenos reflejo. Mire hacia abajo. Eran como 30 cm. Alonso me soltó y caí de pie. Lo mire. Sabía que se había quedado atorado otra vez.

Jos ya había llamado a los de seguridad y habían bajado a Alonso. Le habían inyectado unos sedantes y así lograron ponerle la camisa de fuerza.

-Jos, yo puedo llevarlo.-dije al ver como lo trataban los de seguridad.

-_____, ni si quiera pudiste mantenerlo en su habitación.

-Esta sedado...

-Bien.

Me acerque a Alonso y lo abrace con mi brazo izquierdo.

-Vas a estar bien.-le susurre. Caminamos hasta su habitación, la puerta estaba abierta. Entramos y cerré la puerta, pero no con llave, ayude a Alonso a subirse a su cama y lo deje recargado en la pared. Vi como luchaba con la camisa de fuerza, parecía estar desesperado. Lo mire a los ojos, parecía estar muy triste.

-Te voy a quitar esto- le dije señalando la camisa de fuerza. Levanto la vista y vi algo, un destello. Y eso era suficiente. Se lo iba a quitar, pero luego recordé la cámara que se encontraba en la habitación. Si me veían haciendo eso, lo más probable es que me tomarían también como una loca. Y no quería perder mi trabajo.

-Ahora vuelvo-dije corriendo hacia la puerta, la cerré, pero no le puse llave. Corrí hasta llegar al cuarto de cámaras.

Fui a la pantalla en donde se veía Alonso. No sabía mucho de computadoras, así que simplemente apague esa pantalla y desconecte el cable que estaba conectado a un circuito raro, todas las otras pantallas estaban conectadas. Creo que con eso será suficiente. Por lo menos por hoy. Jos se dará cuenta de que falta la cámara que está conectada la habitación de Alonso. Pero yo me encargare después. De nuevo corrí al cuarto de Alonso. Entre y cerré la puerta con llave, para que nadie pudiera entrar. Me acerque a Alonso. Vi el cuaderno a un lado de el. Pensé en tomarlo y ver lo que había escrito, ahora que tenia la camisa de fuerza no podría impedírmelo...el vio donde se dirigió mi mirada. Vio el cuaderno y luego a mí. Yo lo tome y vi solo la portada-

-Creo que sería extraño si alguien ve esto aquí. Mejor lo escondemos- dije mientras lo metía de bajo del colchón. Si tal vez cometí un error, pero debo lograr que Alonso confié en mi para poder saber cómo ayudarlo. Levanto la vista, me vio y sonrió levemente. Me acerque a él y le quite la camisa de fuerza.

-¿Te sientes bien?- asintió.

-Mareado pero bien.

Ese fue el primer día que pase junto a Alonso Villalpando. Fui a mi habitación, en el camino me encontré con Jos. Supe que me iba hacer una entrevista sobre como había escapado Alonso y porque yo estaba en ese árbol con él.

Trate de contestarle. Pero no con la verdad. No quería que supusiera que por mi culpa Alonso había escapado y andaba por ahí en el manicomio, y que cada persona estaba en peligro de muerte. Así que le dije que cuando salí de su habitación, no cerré con llave y eso me trajo problemas, sobre lo del árbol, le dije la verdad, excepto que Alonso se había atorado y por eso tuve que subirme al árbol. Si se sabe que él es un psicópata y que yo me subí a un árbol con él, entonces pensaría que no estoy capacitada para hacer mi trabajo. Ya que el pudo dañarme allá arriba y yo lo sabía. Al día siguiente, por suerte me desperté temprano, tome una ducha corta. Me vestí y camine a la habitación de Alonso. La puerta como de costumbre estaba con llave. Suspire. Saque las llaves y abrí la puerta, la cerré con llave. Me acerque a Alonso y me senté a su lado.

-¿Cómo te sientes?- Me miro. Parecía estar enojado. Volvió a bajar la vista. Unos mechones de cabello caían a los lados de su rostro. Tenía la camisa de fuerza, eso parecía ser lo que le molestaba.

-Quiero escribir-dijo en un susurro. Sonreí, saque la libreta y la puse sobre la cama.

Le quite la camisa de fuerza. Vi como se relajo. Le di la pluma, el tomo el cuaderno y empezó a escribir. Espere a que terminara.

-¿Algún día piensas dejarme leer ese cuaderno?- pregunte.

-No

-¿Por qué? ¿Acaso escribes tus planes malvados de secuestrar, asesinar y de mas en esa libreta?- pregunte haciendo ademanes. El me miro y sonrió de lado.

-Quizá...

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El Psicópata(A.V y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora