El Psicópata(A.V y Tú)

Capítulo 31

*El Psicópata* (final)

Era increíble que pasaran la muerte Alonso por televisión.
Me senté en el sillón junto a él.

-Me siento mal por su muerte –dije mientras comía una palomita de maíz.

-Gracia a su muerte ahora tú y yo estamos juntos. El fue de gran ayuda. –levanto los hombros y me abrazo.

-Tienes razón. Pero... Qué más da. Te amo a ti –dije para después besarlo en los labios. -Quiero que me cuentes con detalle cómo fue que lograste salir de la cárcel. ¿Qué hay de tu supuesta muerte por televisión? Todo fue tan real. Ese eras tú Alonso.-El me miro y negó con la cabeza.

-No del todo. –Suspiro. Y empezó a contarme como había logrado salir de la cárcel. -¿Recuerdas a ese chico que te ataco cuando fuiste a comprar algo? Ese chico que se parecía a mí. Bueno. Me toco compartir celda con él. No creí que fuéramos tan parecidos, parecíamos gemelos.
Nos encerraron juntos.
El parecía estar tratando de esconder cuan sorprendido estaba de ver a alguien igual a él. Pero no lo lograba. De hecho lo único que nos diferenciaba era que yo traía una venda alrededor del estomago, por la herida que tenía, bueno, que tengo ahora. Paso un día. Averigüe que el saldría libre en unos días, ya que había cometió robos menores y además habían pagado la mitad de su fianza o algo sí, no preste mucha atención a eso, lo que me importaba era que el saldría libre en unos días. Sabía que él tenía miedo porque él sabía lo que yo planeaba hacer. Un día antes de mi muerte planeada, por la noche. Me desperté y me acerque a aquel chico. Se llamaba Daniel. Lo ahorque, no lo mate. Pero lo deje sin voz. No soy doctor, pero sé que algo paso en sus cuerdas vocales cuando apreté su cuello. Él no podía hablar. Lo golpee en la cabeza para desmayarlo y me quite la venda del estomago para ponérsela a él. Mi herida ya estaba mucho mejor. Lo acosté en mi cama y yo dormí en la suya, así no dudarían de quien era quien.
Esa noche dormí tranquilamente... Al día siguiente. Cuando me desperté, ya se estaban llevando a Daniel para matarlo. Yo solo lo mire y mire como forcejeaba con los policías. Se lo llevaron, y después... Bueno, ya sabes lo que paso. Alonso Villalpando murió para todos. Tú eres la única que sabe que estoy vivo.

-¿Entonces como se supone que debo llamarte en público?

-Por ahora, mientras esperamos a que pasen unos meses y ellos se olviden de Alonso Villalpando. Llámame Daniel, así se llamaba el chico.-Me recosté en su pecho.

-Creo que fue cruel el hecho de que prácticamente tú lo mataras.

-El te rompió la mano. No lo mate yo mismo con mis propias manos sólo porque si lo hacía no podría salir de ahí y no podría verte ___________. Pero créeme que no dejare que nada ni nadie te dañe. El se lo busco.
Respire hondo. Sabía que en el fondo seguía pensando como un psicópata.

-No creo que todavía sea nuestro momento para ser felices Alonso.

-¿A qué te refieres? Estamos juntos. La policía no me busca, soy libre. ¿Qué sucede?

-¿Qué pasa con ese chico, el de los ojos negros?-Alonso sonrió de lado.

-¿Él? ________ .Tu lo salvaste de morir. Le demostraste que en este mundo hay algo de amor, que a pesar de todo alguien siempre estuvo ahí para él. El no te lo dijo, pero te da las gracias.

-¿Ya no va a...?-Alonso giro su cabeza para no verme. Paso un momento en silencio y luego hablo.

-Bueno, pues... El aun va a seguir aquí. Él no se va a ir nunca. Pero seguro que cuando él esté tomando el control. No te atacara violentamente. Quizás solo te mire y mire lo que haces. Tienes que seguir demostrándole que hay amor en este mundo. Si alguna vez te sonríe, es porque siente algo por ti, algo bueno y algo que puede crecer.-Paso otro momento en silencio.

-Alonso mírame –dije lentamente. En su voz no podía detectar ningún sentimiento, así que quería ver su rostro para buscar algo. Cualquier cosa. Alonso giro su cabeza para verme. Tenía los ojos cerrados. Los abrió, sus ojos eran de color negros. Y... Alonso me sonrió...
.............Fin......

Bueno sé que no es el final que esperaban pero esto todavía no acaba aquí :p, aaa y este capítulo está dedicado a mi gran amiga Viane

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