Capítulo 16

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*El Psicópata*

Forceje otra vez con las ataduras pero no sirvió de nada. Mire a Alonso. Estaba muy enojada con él, todavía no podía creer que me hiciera eso.
Unos cabellos se me vinieron a la cara, Alonso los aparto cuidadosamente y los puso detrás de mi oreja. Yo quite la cara.
Él se acomodo mejor en la cama. Me miro y me quito la cinta de la boca.
Quería gritarle un buen de cosas, pero no me atreví a decirle más que esto:



-¡Alonso suéltame, te estás comportando como un idiota!-El sonrió levemente y se volvió a recostar en la cama.



-Claro, lo que digas.-Resople.



-No sé qué pretendes hacer con esto. Pero estoy segura de que en cualquier momento los guardias de seguridad van a entrar por esa puerta y me van a sacar de aquí. Y si tu no me sueltas ahora, nunca más regresare a cuidarte –dije seria. Él me miro, estaba molesto.



-Nadie va a venir por ti ____. Eres mi prisionera y si ellos amenazan con entrar o algo por el estilo. –Negó con la cabeza –Te ira muy mal.



-Creí que eras mi amigo –dije evitando mirarlo a los ojos.



-Soy tu amigo, si no lo fuera tu ya estarías muerta.-Lo mire a los ojos por un instante, no vi ningún sentimiento, ni siquiera indiferencia.



-¿Cuándo piensas liberarme?-No me respondió. Sólo sonrió de lado.



Alonso paso la tarde acostado junto a mí, me sorprendió que no se aburriera, yo apenas y podía soportar estar todo el día acostada sin hacer nada.

Tenía hambre y mucha.


-Tengo hambre. ¿Y tú? –me pregunto Alonso, era como si hubiera leído mi mente. Sólo asentí. Alonso se puso de pie y camino a "El dispensador de comida" así lo llamo yo. Inmediatamente el botón rojo se encendió y Alonso abrió la compuerta y saco la bandeja, camino hasta la cama. Puso la bandeja de comida sobre la cama. Eran dos sándwiches y dos botellas de jugo. Así que ellos ya sabían que yo estaba encerrada con Alonso... ¿Por qué no venían?
Alonso le quito la tapa a los dos sándwiches.



-Adivinare. Eres alérgica al aguacate ¿No?-Asentí, el sonrió.-Ellos quieren ver si ya "mejore". –dijo aun viendo los sándwiches. –Sólo uno de los sándwiches tiene aguacate, yo lo odio, y tú eres alérgica así que.... –levanto los hombros y volvió a los sándwiches. Empezó a quitarle el aguacate al sándwich mientras decía –Tu comerás el que no tiene aguacate y yo este. Cualquier pequeño trozo de aguacate podría mandarte directo al hospital, y no quiero eso.



-Alonso no puedo comer con las manos atadas –dije moviendo las manos.



-Yo te daré en la boca, como a un bebe –dijo sonriendo.

-No puedo comer acostada.-Me miro. Desató mis pies y luego mis manos, me senté en la cama-Manos detrás de la espalda. Eres inteligente y por lo que escuche sobre como atrapaste a el chico que se parecía a mí, también eres fuerte. No me arriesgare –me dijo mientras se acercaba a mí con una cuerda. Yo negué con la cabeza y retrocedí.



-____ no me hagas tener que sedarte –dijo con una bolsita de kétchup en la mano.



-Eso es solo kétchup.


-No, eso es lo que ellos quieren que creamos, hay sedantes líquidos combinados con otras cosas aquí –dijo viendo la bolsita de kétchup.

Resople. Puse las manos detrás de mi espalda. Alonso se puso de pie y me amarro las manos. Me cargo por la cintura y me acomodo hasta la orilla de la cama, recargada a la pared. El se acerco a mí y me empezó a dar de comer en la boca. Cuando termine con mi sándwich medio de beber. Luego él empezó a comer, incluso le puso Kétchup a su sándwich.

-¿Te sedas a ti mismo? –le pregunte confundida.



-¿Mhhhm? Ahh esto –dijo levantando la bolsita de kétchup. –Te engañe, es sólo salsa de tomate. Lo mire enfadada.

-¡ALONSOOO! –le reproche.



-¿Qué? Tú fuiste la que me creyó



-Si, porque confío en ti.


-La confianza... Tienes razón. Lo siento ________


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El Psicópata(A.V y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora