Capítulo 27

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*El Psicópata* maratón 1/?

Cuando estaba terminando el me dijo algo:

-Tú, mi amiga, eres una estúpida –sonaba como si hubiese estado drogado o bebiendo mucho.

-Y tu un imbécil. Pero no te lo digo cada vez que puedo –le dije seria.

Suspire. Alonso parecía estar más calmado, pero sus ojos aun seguían negros, eso no me asustaba, pero si me preocupaba el hecho de que si se seguía moviendo así de bruscamente, su herida no estaría tan "Bien".
Lo ayude a que se pusiera de pie y lo ayude a caminar hasta la habitación más cercana, se estaba haciendo de noche, y él necesitaría descansar.

Lo recosté en la cama. Hacía calor así que no lo cobije.

Me tome unas pastillas para el dolor de la muñeca, pero sabía que tendría que ir al doctor, o si no tendría que esperar lo peor para mi mano.

Volví a la habitación. Me acerque a Alonso. Levanto su mano para tocar el lugar en donde estaba su herida, puso su mano sobre las vendas, y para mi sorpresa, no se hizo daño.
Me recosté a su lado. El me miro, sus ojos seguían tan negros, pero no se comportaba como "esa" persona, no se comportaba como "el". Más bien parecía ser el Alonso de siempre, pero sin el color de sus ojos que tanto me gustan.
Sonrió levemente y cerró lentamente los ojos.
No los volvió a abrir en toda la noche.

Me desperté lentamente. Apenas y podía creer que ayer, el Alonso de los ojos negros me había sonreído aunque sea un poco. Lo mire, él ya estaba despierto, me estaba mirando, sus ojos habían vuelto a ser azules.

-Gracias _________ -dijo en un susurro.

Sonreí, vi que intento levantarse pero no pudo por el dolor que sentía en el estomago.

-Alonso... -empecé a decir, ahora sí que podía convencerlo –Tenemos que llevarte a un hospital. Puede ser que todavía estés mal, tenemos que ir a que te revisen dije poniéndome de pie.

El asintió levemente.

Lo ayude a levantarse. Caminamos hasta la puerta.

-Creo que primero deberíamos ponerte una camisa –dije sonriendo. El se quedo parado recargado en la pared, subí a una de las habitaciones, y abrí el ropero, saque una camisa negra. Era de mi padre así que le quedaría bien a Alonso.

Baje las escaleras y le dije:

-Levanta los brazos.

-Yo puedo hacerlo solo –dijo mientras tomaba la camisa. Pero yo se la volví a quitar.

-Oh vamos, déjame hacerlo...

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Bueno aquí esta lo prometido...el maratón.

El Psicópata(A.V y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora