Capítulo #6

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LUKE.



No podía dejar de pensar en aquella chica de ojos azules que me encontré en el avión.

¿Cómo se llamaba?

Fue algo extraño lo que sucedió en el avión cuando intentó tomar agua después de lanzar su celular por el pasillo. Podía jurar que antes de que tocara el vaso había agua, sin embargo, esta se evaporó al instante, haciéndome cuestionarme si aquella chica podía controlar el agua. 

Sí así era, entonces ella sería un Aqua; personas dotadas con esas cualidades tienen sangre Aqua y por ende, son capaces de controlar cosas acuáticas. 

Cuando me miró por primera vez, pude apreciar sus ojos. Jamás había visto unos ojos de ese color tan peculiar. Eran tan hermosos, aunque... ¿Qué significaba esto? Si ella fuera un Aqua sus ojos serían de un azul intenso, una característica típica de ellos, pero por alguna razón también eran verdes.

Tal vez estoy empezando a imaginar cosas. Necesito descubrir que hay en ella que la hace tan... extraña y especial, de cierta forma.

Tanto pensar me frustró, tenía que encontrar respuestas a las preguntas que tenía formuladas. Debía relajarme o terminaría quemando toda la calle, así que salí caminar, quizá así me relajaría más. 

Al salir, una sensación extraña me inundó por completo. Algo que jamás había experimentado antes. Por lo que decidí seguirla, no perdería nada al hacerlo, terminando en el bosque cercano al parque. 

¿Qué era lo que estaba siguiendo? 

La sensación se hacía más fuerte cada vez que caminaba, hasta llegar a un imponente árbol. De aquí venía aquel sentimiento. 

De repente, la sensación disminuyó. No entendía nada. Primero tengo sueños raros desde que me encontré con la chica de ojos peculiares, los Buscadores rondando cada vez más y después esta extraña sensación. 

¿Qué esta ocurriendo? 

Me senté debajo del frondoso árbol y pensé en todo lo que estaba pasado, cuando aquel sentimiento volvió de golpe al igual que todos los recuerdos. La sensación era Cassandra, sentada debajo de un árbol al lado del que yo estaba. 

Sin embargo cuando me acerqué a ella todo sentimiento desapareció, encontrándome extrañamente aliviado.

- ¿Te gusta? -pregunté tomándola por sorpresa.

- ¿El helado o el árbol? -respondió confundida.

-El árbol. -contesté con obviedad. La miré directo a los ojos, eran tan. . . hermosos.

-Ah, sí. Es hermoso. -se asombró por este.

-Sí, lo sé. -bajé la mirada algo apenado. A pesar de las confusiones de aquel día le debía una disculpa. - Oye... te quería pedir perdón por como actué aquel día en el avión

-No te preocupes, seguramente tenías tus razones. Ya no importa. -contestó con un tono algo triste.

Levanté mirada, observando el cielo gris encima de nosotros. Una idea fugaz pasó por mi cabeza. 

Esto no puede estar pasando. 

Tomé su mano y la acerqué a mi con rapidez. -Ven, sígueme. 

- ¿Qué pasa? ¿A dónde vamos? -preguntó confundida.

-No pasa nada, sólo... sólo necesito hablar contigo. -murmuré. No había tiempo suficiente para explicar lo que estaba pasando por mi cabeza.

-¿Pero de qué? -cuestionó más confundida que antes.

El clima cambió repentinamente, otra vez, ya no estaba a punto de llover sino que ahora se sentía un fuerte viento.

-Tranquila, mira, sólo tienes que responder unas sencillas preguntas, ¿de acuerdo? -intenté apaciguarla mientras la miraba. Sus ojos entre tonos azules y tonos verdes se encontraron con los míos.

-De acuerdo, contestaré tus preguntas. -accedió y dejé de sujetar su muñeca. El clima cambió de nuevo, pasó de ser gris con una fuerte brisa a ser uno soleado.

Mi teoría se confirmaba más y más.

-¿Qué es lo que te gusta? -pregunté a lo que ella frunció el ceño. Debía saber, a lo mejor y eso me daría una pista de todo lo que estaba pasando.

-¿En qué sentido? -volvió a preguntar.  

Creo que debo ser más específico a la hora de hacer preguntas.

-¿Qué te gusta? -repetí-La naturaleza, los árboles, el sol, las plantas, el clima soleado o nublado. Cosas así. -cuestioné obvio.

-Ah, bueno, pues...me gusta todo lo que tenga que ver con la naturaleza. Los árboles, las plantas, las flores, aunque también me gustan las cosas relacionadas con el ambiente acuático o que incluyan agua. La lluvia, por ejemplo. La lluvia me fascina, ¿Qué pasa con ello?

Eso era suficiente para mi. Cassandra era un Elemento. Aunque aun no entendía la razón de sus ojos bicolores.

Le gustaba la naturaleza pero al mismo tiempo sentía una fascinación por lo acuático. ¿Podría ser que es un Terra y un Aqua? ¿Acaso existe otra clase de sangre en la cual sólo la persona está dotada de dos elementos?

-No, por nada. -evité el tema, quería quitarle importancia al asunto para no asustarla. No aun. -Pero debes prometerme algo, mantente a salvo. Te prometo que pronto te explicaré todo, pero por favor, mantente a salvo. -aclaré mientras me alejaba de ella. 

Debía informarle lo más rápido posible a Géminis, Jill y a Edward de esto, y pronto.

The Four Elements © |B#1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora