The Four Elements © |B#1|

Capitulo #22

CASSANDRA

Me fui donde mi madre me había llevado desde un principio, pero me perdí. Recordé que había quedado con Cody para hacer un paseo por el palacio, algo que me hacía bastante falta.

Caminé y me encontré con algo familiar, era el pasillo donde encontré a Cody, quien estaba sentado esperándome.

-Creí que ya no ibas a venir.

-Lo siento, traté de volver a una habitación, pero me perdí y luego llegué aquí-expliqué.

-Sí, eso pasa. Ven, vamos-me tendió la mano, no me sentí muy segura de tomarla así que seguí el camino con él detrás de mí.

Seguimos caminando y hablando de cosas que no tenían sentido, pero aun así me la pasé bien. Cody era muy divertido, muy lindo y amable. Se podría decir que era como Jill... ¡Jill! ¡Los chicos!

-¡Mierda!-exclamé sin pensarlo.

-¿Qué pasó?-cuestionó Cody.

-Mis amigos, no sé dónde estoy o por qué estoy aquí, y seguramente estén preocupados por mí.

-¿Estás diciendo que no sabes por qué estás aquí?-cuestionó enojado y confundido.

-Sí, desperté de un sueño, bueno, no sé si era un sueño.

-¿Es en serio?

-¡Sí! ¿Ahora, me vas a decir que rayos te pasa? Primero estabas tan feliz y alegre, te digo esto y te pones insoportable.

-¡Lo siento! Ahora...adiós, yo ya me voy-se disculpó y desapareció.

¿Qué le pasaba? Yo acepté su invitación de manera amable, y resulta que después me deja varada en medio de lo que parecía ser un estudio. ¿¡Es en serio!? ¿Cómo pude haber creído que Cody era un chico lindo?

CODY

¿Qué me pasaba? Desde que me encontré con Cassandra no he dejado de pensar en ella.

Cuando la vi en el pasillo parecía haber estado aquí varios años, pero ahora que dijo que no sabía dónde estaba, me puse mal...y no sé el por qué.

Salí del palacio y fui al Rany's a despejarme. Se preguntarán cómo es eso posible, dejen les explico...el Palacio de los Sueños es un palacio que sólo puedes visitar cuando duermes, y descubriendo cómo ir. Tal como dice el nombre, es un lugar donde los sueños de los elementos van, al igual que las pesadillas.

-¿Cody?-me llamó una voz familiar. Volteé a ver de quién se trataba.

-¿Jill?-me levanté para ir a saludarle.

Era Jill, mi prima, la hija de mi tía, que era hermana de mi mamá. Ella y yo éramos como hermanos, ambos hacíamos cosas unidos, estudiábamos, jugábamos, entrenábamos y hasta hacíamos bromas en conjunto. Desde que un amigo suyo la dejó no la veo, ya que mis padres tuvieron que ir a trabajar.

-¡Cody, qué bueno es verte de nuevo!-exclamó dándome un abrazo que pareció infinito, al menos para mí. Extrañaba sus abrazos.

-Me gusta escuchar eso-comenté respondiéndole el abrazo-¿Quieres comer?-interrogué cuando nos separamos.

-Claro-respondió felizmente.

Nos sentamos en una mesa cercana a la entrada, nos pusimos a hablar en lo que la camarera llegaba.