Capítulo 30 y 31

1.4K 67 17
                                    

Capítulo 30.

Narra Karol:Ana propuso ir a algún hotel de Las Vegas a jugar un poco y de paso ver algún espectáculo, así que regresamos a la casa
y mike sacó del garaje un Audi que había alquilado.
Ruggue y yo nos subimos en la parte de atrás y Ana encendió la radio después de subir.Ruggue me abrazó y noté la mirada seria de mike a través del espejo retrovisor, pero me volteé y recargué mi cabeza en el hombro de ruggue no sé porque mike ponía esas miradas cuando él jugaba con Ana en los altos.
Llegamos a un hermoso hotel y entramos al casino, ellos se fueron a una mesa de póker y Ana y yo a unas maquinas de esas que si te sale tres veces la misma figura ganas, pero con mi suerte lo único que logré fue perder cien dólares, en cambio ella ganó 250. Después Ana me abrazó emocionado, me cargó y me dio vueltas porque ganó dos mil, cuando me dejó en el suelo mike nos miraba con el ceño fruncido, pero yo lo ignore y tomé a mi novio de la mano.
Comimos en el restaurante del hotel y ahora opté por sentarme frente a Ana, lo cual provocó que mike se riera divertido, nuevamente. Al terminar, compramos las entradas para un espectáculo musical y mientras esperábamos recorrimos las tiendas de suvenir y me sorprendió que ruggue comprara un oso de peluche que en la camisa decía I love Las Vegas, me dijo que era para su sobrina de que iba a cumplir años próximamente, no recordaba que él tuviera una sobrina y ruggue me explicó que era hija de un primo que acababa de mudarse a Nueva Jersey y que también trabajaba en la casa de bolsa.
Regresamos a la casa pasadas las once de la noche. Ruggue se puso de inmediato la pijama y se metió a la cama, yo decidí darme una ducha, me sentía muy cansada y esperaba que él se durmiera para evitar que se pusiera “romántico”, no lo hacía por mike, sino por mí, aunque estuviera engañando a mi novio, tampoco era una cualquiera que se iba a revolcar con los dos en la misma casa.
Entré al baño, me desmaquillé y me lavé los dientes, todo muy lentamente para hacer tiempo.
Aún con la bata de baño puesta abrí la llave de la regadera, gire para quitármela y
colgarla y me topé con mike que alcanzó a taparme la boca para que no gritara. Se llevó el dedo índice de su otra mano a la boca, indicándome que guardara silencio, yo asentí con la cabeza y me soltó.
–Karol: ¿Cómo rayos entraste? pregunté en un
susurro mientras me preguntaba dónde estaría ahora ruggue que mike pudo escabullirse al baño sin problema alguno.
–Mike: Vaya que eres distraída, este baño conecta con las dos habitaciones respondió y me mostró la puerta que yo no había distinguido cuando escuché el agua correr me asomé para ver si eras tú y que suerte tuve agregó soltándome la tira de la bata que se abrió dejando al descubierto parte de mi cuerpo desnudo.
–Karol: Ahora sí enloqueciste por completo, ruggue está en la habitación de al lado.
–Mike: ¿Y a poco no lo hace más excitante? susurró mirándome con pasión.
Yo me quedé paralizada, él se acercó y me quitó la bata, me recargó en la pared y mi cuerpo se arqueó ante el frío del azulejo, la adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo mientras él pegaba el suyo al mío y sentí su erección. Me lamió el cuello, luego subió a mi mandíbula y después a mis labios mientras se pegaba más y más a mí. Lo abracé por la espalda, quise besarlo, pero echó la cabeza un poco hacia atrás sonriendo y sólo pude lamerle los labios, así que eso seguí haciendo, primero, el inferior de un lado a otro y luego el de arriba. Sus manos estaban masajeando mis nalgas, yo bajé su bóxer y acaricié su masculinidad, él correspondió de la misma manera acariciando mi parte más íntima con dos dedos, nos besamos desesperadamente y luego sustituyó sus dedos por su miembro, pero sin introducirlo, sólo me frotaba suavemente.
Se separó para ponerse el condón que tomó del lavabo, me hizo darme la vuelta, tomó mis manos y las puso a los lados del
lavabo. Yo lo sujete con fuerza, se colocó detrás de mí y se introdujo en mí, me mordí el labio para no gritar y él comenzó a moverse sujetándome de las caderas, yo
trataba de reprimir los gemidos, a pesar de que se escuchaba el agua cayendo. Él salía y entraba de mí sin cesar, puso dos dedos en mi boca que igual salían y entraban de ella y su otra mano subía y bajaba por mi muslo, apreté los ojos cuando sentí que él explotaba en mi interior desencadenando que yo lo alcanzara segundos después.
–Mike: Estuve esperando todo el día por esto
susurró en mi oído me trastornas karol, cada día ansío más estar contigo agregó y me giro la cara para besarme.
Cuando desperté, a la mañana siguiente, ruggue no estaba en la cama, supuse que se había ido a correr de nuevo, miré el reloj y casi eran las diez de la mañana, así que me levanté. Después de lavarme los dientes, me ganó la curiosidad y me asomé a la habitación de mike, pero no estaba, entonces bajé a la cocina. Estaba por abrir la puerta y escuché murmullos.
–Ruggue: Yo también te extraño mucho princesa, te prometo que lo primero que haré mañana cuando regrese será ir a verte dijo la ya familiar voz masculina y se me hizo un nudo en la garganta.
Pasé saliva, tratando de ordenar las ideas en mi cabeza y aclarar mi garganta, abrí la puerta de golpe, él se dio la vuelta y me miró asustado, guardó silencio unos segundos, me dio una sonrisa fingida y siguió hablando. Tengo que irme hermanita volvió a guardar silencio, supuse que estaba escuchando al interlocutor aquí está karol, yo le doy tus saludos, sí, ella también te manda saludar, un beso y mañana hablamos  agregó y finalmente colgó buenos días cariño dijo dándome un beso pero yo moví la cabeza y me lo dio en la mejilla era thelma ella es la actriz que interpreta a flor la prima de Matteo,  está
de vacaciones en Nueva Jersey.
No le respondí nada, sólo asentí con la cabeza, ¿desde cuando ruggue le llamaba princesa a su hermana?, por qué me sentí mal al escucharlo?, si me engañaba yo le estaba haciendo lo mismo, creo que al final lo que duele es el orgullo o quizá yo sola era la que me seguía haciendo rollos extraños en la cabeza por el peso de la culpa, la pregunta era ¿qué sentía yo por ruggue? , tenía que encontrar la forma de averiguarlo.
Tomé su cara con mis manos y lo miré a los ojos, se veía nervioso, trataba de esquivar mi mirada y entonces lo besé dulcemente, él titubeo, pero al final puso sus manos en mi cintura y yo corrí las mías hacia su cuello, terminó por abrazarme completamente y el beso se intensifico un poco, yo bajé mis manos a su espalda y de pronto, se escuchó un fuerte carraspeo que nos hizo romper el beso, pero permanecimos abrazados.
–Mike: Lamento la interrupción dijo visiblemente molesto, con el ceño fruncido, recargado en la puerta con los brazos cruzados y los puños cerrados.
–Ruggue: No te preocupes mike, lo dejaremos para después, ¿verdad amor? respondió sin soltarme y me dio un corto beso en los labios.
–Mike: Pueden aprovechar más tarde cuando Ana y yo vayamos al supermercado exclamó en tono sarcástico y pude notar como apretaba más los puños.
–Karol: Voy a preparar café dije separándome de  rugguey pude sentir la mirada asesina de mike aún cuando estaba de espaldas.
–Mike: Ana, ¿me puedes dar las llaves del Auto?, por favor, ya que tú fuiste el que lo guardó en el garaje.
–Ana: Claro, voy por ellas, las dejé en la habitación.
En cuanto ruggue salió de la cocina, mike me sujetó fuertemente por el brazo y me hizo girarme para mirarlo.
–Mike: ¿Qué parte no te quedo clara de que no
permitieras que te tocara? recriminó furioso.
–Karol: Es mi novio, no puedo rechazarlo todo el
tiempo.
–Mike: Eres mía karol, sólo mía y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ese, vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni siquiera te mire.
–Karol Suéltame que me estás lastimando, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.
–Mike: Estás muy equivocada si piensas que te voy a dejar ir con facilidad, me perteneces, no lo olvides.
–Karol: No soy un objeto mike, puedo tomar mis propias decisiones, no lo olvides tú.
Se escucharon los pasos fuertes de ruggue y entonces me solté. No supe de donde saqué fuerzas para decirle eso, lo que había entre mike y yo no era sólo sexo, al menos no de mi parte, y debía reconocer que por un lado me sentía feliz por los celos de mike, aunque no sabía si los provocaban un sentimiento afectivo o sólo era su orgullo de hombre herido.
Ruggue y Ana entraron a la cocina Ana abrazo efusivaanime a mike  y sentí un dolor en el pecho, después me saludó a mí muy entusiasta como siempre, yo le sonreí, pero la tensión se sentía en el aire.
Desayunamos ahí, casi en silencio, sólo Ana y ruggue hablaban de vez en cuando. En cuanto terminé, subí a mi habitación a cambiarme, me puse unos jeans y un suéter ligero. Ruggue subió después y me abrazó por detrás, pero me separé argumentando que no estábamos solos y que no era nuestra casa. Él aceptó sin recriminaciones y empezó a cambiarse de ropa y yo bajé.
Escuché las risas de Ana provenientes de la parte trasera de la casa, resoplé y caminé hacia allá, estaba jugando pingpong con Agus, quien se puso serio al verme.
Minutos después llegó ruggue y entonces Ana propuso que jugáramos los cuatro. El juego empezó tranquilo, pero de repente, mike empezó a golpear la pelota demasiado fuerte mandándosela a ruggue que le respondía de la misma manera, Ana y yo nos quitamos al ver lo agresivo que se estaba poniendo el asunto. Mike miraba con rabia a ruggue y se notaba que tenía todas las intenciones de golpearlo con la pelota y si no hubiera sido porque ruggue era muy hábil para regresársela.
Capítulo 31.

Estas libre esta nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora