Capítulo 5.

289 34 81
                                    

"Malos Infiernos"

Este capítulo tiene menciones de agreción y lenguaje inapropiado.

Algunos meses más tarde...

Si una palabra pudiese describir a la perfección los siguientes meses sería: Infierno.

Las promesas de Zero se aplazaron. Nadie nunca olvidó la noticia. Seguían siendo tema de polémica en toda la ciudad, incluso la noticia se expandió por todo el país. No había parte de la humanidad que no supiera sobre los dos. ¡Qué desastre se armó!

Zero y X ya casi no podían salir y ser vistos sin acabar abucheados o vistos con miradas asesinas. El hacer un simple patrullaje significaba un dolor de cabeza. Tan sólo poner un pie en la calle era soportar a las personas y sus comentarios y gestos. Los humanos podían ser desagradables y fastidiosos cuando se lo proponían.

X poco a poco perdió la esperanza de que los ataques fueran a terminar...

. . .

¿En verdad tenía que salir? ¿Era totalmente necesario que saliera a esa misión? ¿No podían dársela a otro?

—X... X... ¡X! ¿Me escuchas?— tronó los dedos frente al Hunter azul.

La navegadora rosada llevaba casi 10 minutos intentando que X le prestara atención, pero X se resistía a dejar su burbuja. ¡Realmente no tenía ganas de salir por la ciudad!

—¿De verdad tengo que hacerlo yo?— volvió a quejarse como un infante. —Digo, hay otros que pueden hacer esto...

La rubia rodó los ojos. —Por enésima vez X: no, no hay nadie más que pueda hacerlo.— repitió. —Además, es sólo salir y fingir qué haces un patrullaje. No tomará más de dos horas.

X bufó.

—Si quieres Zero te puede acompa-

—¡No!— interrumpió rápidamente. Alia le miró confundida y levemente asombrada por la reacción del Hunter.

—Usualmente dirías que sí. ¿Qué sucede X? ¿Pasó algo?— preguntó la Reploid. —¿Te sientes bien? Te veo algo agitado...

La muchacha colocó su mano en la frente del contrario buscando un índice de "fiebre" o algo. X se la quitó con delicadeza.

—Sí, Alia, me siento bien. Haré la misión, sólo dame un par de segundos y estaré listo.

Extrañada, la rubia asintió y dejó al Hunter azul libre por los pasillos. X se dirigió a su habitación para "prepararse" mentalmente.

Salir.
Salir era lo último que quería en esos momentos. Con todo el caos que había.
¿Por qué no podía tener un mínimo de paz? Ya no sólo la del mundo sino la suya propia...

Se encaminó al hangar de vehículos rezando a todos los dioses reploids que no viera a Zero --aunque el rubio estaba en su patrullaje matutino...--

Debía admitirlo, ya no quería tener a Zero tan cerca... ¡Lo amaba! ¡No había duda de ello! Sentía que estaban hechos el uno para el otro --en sentido literal-- y estar con él era como estar en las nubes. Pero, hoy, ahora, estar a escasos centímetros de él... Dios, no podía haber peor sensación alguna en el mundo. Evitarlo era una forma de evitar dolor, vergüenza y tristeza.

¡No Pueden Estar Juntos! [ EDITANDO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora