Despierto bañada en sudor, exaltada escucho a mi corazón desbocado, siento la bruma e intensa pezades que se instala en todo mi cuerpo, a tal grado que siento los dedos entumidos, debido a la adrenalina que siento en mi caja toráxica que no me deja respirar y maldigo para mis adentros...
—No otra vez–susurro en medio la oscuridad.
—Perdón, lo lamento tanto–vuelvo a susurrar mientras las lágrimas bajan por mis mejillas y beso el dedo anular de mi mano izquierda.
Ya han pasado siete años desde ese desastroso y doloroso día y aún lo sigo viviendo en sueños como si fuese real.
Mi pecho sube y baja mientras trato de regularizar mi respiración...lentamente volteo a mi mesita de noche y observo el despartador marcando las 5:30 a.m. Me levanto de la cama, enciendo el interruptor y voy directo al baño, al entrar no puedo dejar de verme en el espejo, estoy asombrada y horrorizada a la vez de la imagen que proyecto, mis ojos azules ya no lucen como antes, ahora son fríos y oscuros sin ninguna chispa en ellos–estúpida, mil veces estupida esto es tu culpa, como siempre todo lo haces mal– tapo mis oídos intentando no escuchar lo que dice mi conciencia, aunque es inútil, ella tiene razón todo lo que pasó es mi culpa, mientras me sigo recriminando, en la lejanía puedo percirbir la melodía de mi celular, alrrededor de 5 minutos me llevó dejar el limbo en el que estaba sumergida, recordando ese maldito día en que para mí todo lo bueno murió.
—Hola–contesto y trato de tranquilizarme para poder hablar.
—Laudeth, que pasa, estás bien–escucho la voz de mi mejor y único amigo Mike, que al instante me reconforta y hace sentirme bien.
—Sí, estoy bien, que quieres Donovan–puedo escuchar como suspira a través de la línea–¿No podías esperar a que llegara a la oficina? Son las 6 de la mañana...Joder estaba durmiendo–si como no, cuentale lo idiota que te sentías antes de que te llamara por recordar lo que pasó por tu culpa, mira lo patética que eres, es tu único amigo y lo tratas peor que la mierda, das pena– pero esta vez logro ignorar a mi conciencia, sabiendo que nuevamente tiene razón.
—Joder chica deja ya tu mal humor–dice mientras ruedo los ojos escuchando su sermón de siempre–Bueno para lo que te hablé, fue para decirte que hoy tienes junta con los nuevos inversionistas y quería saber si te presentarás o si quieres que solo yo me haga cargo de ella.
—Sí, es verdad no lo recordaba, ahora lo checo nos vemos más tarde en la oficina, adiós– sin esperar su respuesta corto la llamada y empiezo a arreglarme para ir a la empresa y mostrar una dura e impotente postura que realmente no tengo.
Que puedo decir mi sonrisa no es la misma, mi mirada es distinta, ya no tengo sentimientos y es por mi culpa pero tambien la de él...esa persona que me destruyó en el pasado, pero juro que yo lo haré pagar y lo destruiré en su presente, así sea lo último que haga.
Mi celular marca las 7:00 am, cuando salgo del edificio en el que vivo, observo el panorama que está frente a mis ojos y no puedo evitar sentirme ajena a él, percibo al portero en la salida y no puedo evitar sentir celos de la inmensa sonrisa que tiene en el rostro, con un saludo cordial me despido de él como todos los días.
El clima en Londres nunca cambia, siempre es el mismo frío en las calles, el cielo nublado sin una chispa de color en el, mientras sigo analizando lo que me rodea escucho a mi interior–De verdad Miller parece que no te quieres a ti misma, vives en un lugar que está igual o más deprimido y solitario que tu–pero la verdad es que es cierto me odio, me doy asco con solo mirarme en un espejo, siento que estoy muerta en vida.
Pero la vida sigue o al menos eso me dijeron mis padres antes de morir en un terrible accidente, estoy sola en el mundo desde los 15 años, esa es la razón por la que eh cometido tantos errores en mi corta vida apenas tengo 23 años y eh experimentado los dolores más grandes que pueden existir en el mundo.
Mientras pienso en todo lo que he tenido que vivir, mi celular interrumpe el silencio anunciando un mensaje de texto–Lili: Hola bonita recuerda que hoy tienes presentación a las 8:00 pm...No llegues tardes, eres la mejor en el Jazz pero aun así recuerda que al profesor le gusta la puntualidad...te quiero, adiós– al leerlo no puedo evitar que una sonrisa se asome en mi rostro, sabiendo que cuando bailo es el único momento en el que realmete me siento viva y puedo olvidarme de mi pasado.
Así sumida de nuevo en mis pensamientos, con una sonrisa estúpida y falsa en mi rostro, pongo en marcha el auto y conduzco rumbo a la oficina, esa que yo misma fundé y que a pesar de todo hace sentirme orgullosa ya que supongo es lo único que he hecho bien y podido mantener en pie a base de esfuerzos y claro con la ayuda de mi socio y amigo Mike, ese chico de tan solo 25 años ah estado junto a mí en los momentos mas difíciles de mi vida, me ha acompañado y consolado cuando ya no podia seguir adelante, eh de admitir que si hoy soy lo que soy es gracias a él y su forma tan diferente de ver el mundo.
Mike es muy guapo, tienes unos ojos verde esmeralda, un cuerpo trabajado, un porte tan impactante que todas quieren con él, exepto yo su mejor amiga, pero en definitiva lo que mas amo de mi amigo es su sonrisa encantadora como dice él, su defecto ser un egocéntrico, mujerigo y enamoradizo a morir.
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¿Pasión o Venganza?
RomanceDicen que el pasado tarde o temprano, llega a tu presente para cambiar tu futuro y eso es algo con lo que Laudeth Miller y Daniel Ivannock no contaban...¿Pasión o Venganza? Una historia llena de intrigas, dolor, pasión y amor.