Alma Oscura (Undertale y tu)

Una madre cariñosa

(Sigue el POV _____)

No tardamos mucho tiempo y llegamos a lo que era al parecer, la casa de Toriel. Esta era de los mismos tonos violeta que el resto de las paredes de las ruinas, con algunas hojas secas a su alrededor, también frente a esta se encontraba un árbol seco que decoraba el pasillo. Apenas entrar en la casa, un delicioso aroma lleno el ambiente, un aroma tan dulce, como si se tratara de caramelo.

-Huelen eso?- nosotras asentimos- ¡Sorpresa! Hice una tarta de caramelo con canela. Pensaba que así podríamos celebrar su llegada. Quiero que disfruten el tiempo que pasen aquí, así que voy a abstenerme de hacer tarta de caracol por esta noche.- exclamo con alegría mientras daba un par de vueltas por la sala.

¿Las cabras comen caracoles? Un nuevo dato curioso, aunque ahora que recuerdo, las cabras comen lo que sea... Lo que sea.

Por alguna razón un escalofrió me recorrió la espalda.

-Vengan, les tengo otra sorpresa preparada para ustedes.- Continuo para luego avanzar hacia un pasillo que se encontraba a la derecha. La seguimos y al poco rato estábamos frente a una puerta.

-¡Es aquí! Una habitación para ustedes, espero que les guste.

Nos trataba como si fuéramos sus hijas, tanto que nos acaricio la cabeza a ambas luego de presentarnos como era la habitación.

-hm... ¿se quema algo?. Emm... siéntanse como en casa. A propósito, deje un botiquín encima de la mesita- dijo rápidamente y luego se retiro hacia lo que seria la cocina.

Ambas miramos a Toriel cuando esta se marcho y acto seguido entramos a la habitación. Era bastante acogedora, tenia una cama para cada una, algunos peluches, dos lamparitas, un pequeño estante y un armario. Todo estaba decorado con colores variantes del salmón dando un toque bastante hogareño.

Me senté sobre una de las camas para luego tirarme sobre esta misma. Era muy suave y blanda, hasta las sabanas tenían olor a caramelo, o quizás eso sea por la tarta de Toriel. Al mirar a mi lado, encontré a Miku revisando el botiquín que había estado sobre mi cama.

-Ven siéntate, te curare las heridas- dijo la castaña mientras tomaba algo de alcohol y unas vendas junto a una tela adhesiva.

-Pero tu estas mas herida, déjame ayudarte- exclame preocupada. A lo que ella se negó repentinamente, así que no tuve mas opción que dejarme. Me coloco el alcohol sobre las heridas y una venda pequeña alrededor del brazo, donde había tenido un corte algo profundo por las espinas.

-Lista, como nueva.- finalizo la chica para luego comenzar a colocarse alcohol en sus propias heridas, mordiéndose el labio para aguantar el dolor. Le ayude a colocarse una de las vendas en su muñeca, ya que le era difícil intentar colocar la tela adhesiva en ella.

Luego de eso, me recosté nuevamente en la cama que se encontraba al lado de una ventana muy pequeña pero que en ella se podían ver algunas lianas y las paredes de las ruinas siendo ligeramente iluminadas por lámparas de gas.

-¿Crees que seria pecado si intentamos dormir un poco?- cuestione al aire mientras aun miraba al exterior.

-Hmm... creo que Toriel es de confiar, así no te preocupes ______- dijo la castaña para luego bostezar. -Seria lo mejor descansar un rato.

Asentí ligeramente, me tape con las sabanas hasta el cuello y abrace con fuerza la almohada que se encontraba en mi cabeza. Me sentía en una nube suave, era tan cómodo que inconscientemente me hizo acordarme de mi propia cama. 

Comenzaba a sentir... que estaba en casa.

*horas mas tarde*