07| Compartir con ella

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NARRADO POR JUANPA:

Mary era la cereza del pastel o mejor dicho era el anillo de la discordia. Era caos en calma.

Sí, eso debía ser.

Debía ser porque era la peor pesadilla que cualquier wey podía tener en su vida. En mi vida me comprometía con una mujer como ella.

Nosotros éramos totalmente polos opuestos hasta por el vértice. Ella es repunante, autoritaria, bipolar, seca, egocéntrica y puedo seguir diciendo miles de cosas más pero wey jamás terminaría.

Suspire, abrí mis ojos por completo encontrándome con ella acostada en el sofá. Rodé los ojos...¿Olvidé decir que también es demasiado persistente?

En cuanto se levantará iba a pelear yo ahora por acostarse ahí y no importa que termine tirandome por la ventana.

Anoche cuando llegue ya estaba ahí dormida y pensé en cargarla para llevarla a la cama, pero con ese genio del demonio podía levantarse y matarme por tocarla. Así que opte por ponerle una frisa y quitar sus zapatos despacio. Bien que podíamos dormir los dos en esta enorme cama.

Agarré mi celular y comencé a verificar mis redes sociales. Publiqué una foto y verifique algunas cosas que me habían etiquetado.

Me levanté de la cama y fui hasta el baño a darme una ducha la cual termine rápido. Salí ya vestido y me encontré a Mary sentada en la silla del balcón. Estaba claro que de toda la habitación ese fue el sitio que más le gustó.

Buenos días–dije acercándome a ella y sentándome en la silla que quedaba justo a su lado.

La verdad que la vista desde este balcón estaba indudablemente hermosa.

Buenos días–me dijo está–Oye, quisiera  pedirte perdón. Mi actitud no fue la mejor, pero era que estaba enojada y sí, ya se que no tenías culpa de eso....lo entiendo. Es solo que...yo bueno....no me quiero justificar, pero invitaron a Pablo y se supone que esto es por mí cumpleaños, debe de ser algo feliz. Pablo no me da felicidad, siento rabia cada que lo veo y recuerdo....todo.

Pensé que eras lo suficientemente orgullosa para nunca pedir perdón, pero me siento orgulloso de tí. Entiendo todo lo que dices, pero deberías de tenerme un poco de confianza o al menos no tomarla conmigo porque al final soy yo quien finge ser el hombre que te soportará toda tu vida. Creo que al menos podemos ser amigos–le dije con algo de sinceridad–En cuanto a Pablo olvídalo yo estoy aquí además anoche tuve que ponerlo un poco en su lugar.

Recordar eso me hacía reír.

¡¿Qué?! ¿Qué hiciste?–me preguntó Mary.

Nada que un prometido no haga con el ex de su chica–le dije con una media sonrisa– Tú tranquila y yo preocupado.

Voy a creer que no has hecho nada malo, además creo que me asusta saber–me dijo está con una muy bonita media sonrisa.

No le dije más, simplemente nos quedamos un rato mirando hacia la vista que tenía nuestra terraza. El silencio no era para nada incómoda y solo hacia la vela más relajante y amena que habíamos tenido desde que nos conocimos.

Sabes...no te he agradecido por aceptar hacer esta locura–dijo volteandose a verme.

No tienes nada que agradecer, de verdad–me encogí de hombros.

Ayer tuve un encontronazo con mamá y me dijo que no me creía nada sobre nuestra relación–dijo desviando la mirada hacia al frente.

¿Por qué te a dicho eso? Pensé que le estaba haciendo bien con todo–le dije siendo bastante sincero.

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