025| Inspiradora

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Octubre 22

NARRADO POR JUAN PABLO:

Ambos nos encontrabamos sentados sobre el sofá, juntos. Miré a Mary que estaba sentada a mi lado con su típica libreta en manos mientras escribía en ella con mucho esmero. Parecía muy concentrada y dispuesta a terminar con lo que fuera que estuviera haciendo.

¿Qué es lo que escribes?–le pregunté mientras intentaba subir el vídeo de hoy a mí canal.

Es un mensaje que creo que está quedando hermoso o eso espero, es para la actividad de recaudación de fondos–me respondió.

Haber léeme un poco–le pedí.

No, lo oirás cuando vayas a verme. Irás ¿Cierto?–me preguntó Mary volteandose por unos segundos a verme.

Claro que iré a verte–le contesté con una sonrisa.

¿Lo prometes?–preguntó arqueando una ceja.

Lo prometo–le afirme.

En ese momento recorde una frase de su canción que quedaba bien con el momento.

Aún si nos volvemos desconocido luego de esto.

Esta volvió a sus libretas en donde siguió con su trabajo. Algo que me encantaba de ella era que lo hiciera como si de eso dependiera su vida. Me tomé el tiempo de admirarla mientras estaba tan despistada como para notarlo. Su ceño ligeramente fruncido mientras mordía su labio a la hora de escribir, como si estuviera reteniendo algo entre ellos. En momentos sonreía y comenzaba a escribir de vuelta. Era difícil de creer pero era diferente. Y estoy conciente que todos dicen eso pero ahora era distinto.

Ella era diferente al resto.

Era romántica e inspiradora pero a la vez odiaba el amor, vivía de aventura pero le temía a lo nuevo que le daba la vida, lucia fuerte pero era demasiado débil, mostraba su rebeldía pero admiraba la luna como si en ella hubiera mensajes ocultos y odia que le mientan pero creaba mentiras.

En las noches se pasea frente a las ventanas admirando algo que solo ella puede ver de esa forma, en las mañanas se levanta con las energías recargadas aunque sean las cinco de la mañana, nunca se salta la taza de café del día, pinta cosas absurdas para la gente común, la mayor parte del tiempo se la pasa escribiendo....

Es pequeña y sumamente delgada y a pesar de eso tiene sus curvas bastante marcadas. Sus caderas son anchas pero encajan con su delgado cuerpo y dan sintonía a el resto de este. Podía estar seria y sonriendo a la misma vez. Sus ojos eran grandes, color caramelo que aclaran y oscurecen a su antojo junto a sus delgados y gruesos labios. 

Pensé en sus palabras de ayer: El Único.

Recordé las palabras de aquella canción y ni siquiera pude evitar sonreír. Volteo mi rostro a otro punto para que no lo notará. La verdad es que eran palabras muy bonitas y jamás alguien había hecho algo parecido para mí.

Nadie nunca escribió algo para mí, no si no contamos la niña del kinder y sus dibujos pero Mary había escrito una canción. Y no cualquier canción una que usaría en unos de sus días más importante. La usaría para una buena causa. Otra qué cosa que me gustaba de ella.

Sin embargó siempre hay un pero y el mío es que ante todo lo bonito ella estaba siendo mi perdición. Había hecho dos cosas estúpidas que jamás hubiera hecho conciente: casarme y postear una foto con un mensaje tan comprometedor. Lo había hecho borracho y soy consciente de eso pero yo no era así.

Siempre había tenido mi propia barrera entre lo personal y lo público. Y si todo esto hubiera sido cierto no la hubiera presentado en tan poco tiempo y ni siquiera de esa forma. Entre todo esto solo podía haber escándalo tras escándalos y mucho más cuando todo terminará.

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