Segunda parte: El cuento de los "locos"

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Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete...

El rubio iba contando sus pasos a medida que el enfermero lo acompañaba hasta la habitación en la que se quedaría a partir de ahora. Cada diez pasos miraba a los lados, no sabia muy bien porque pero es que tenía la sensación de que alguien lo estaba mirando, lo cuál le provocaba jugar con sus manos de forma nerviosa, le había parecido extraño que no le pusieran una camisa de fuerza como había visto en las películas sobre hospitales de ese tipo, aunque por otro lado lo agradecía, le daba cierto sentimiento de libertad aun a pesar de acabar de internarse por su propia voluntad.

"Míralo por el lado bueno, nos divertiremos mucho intentando escapar" Ese era Leo, su difunto hermano gemelo, él era el motivo por el que había decidido internarse. Lysander no respondió.

Sabía que escuchar su voz no era normal, mucho menos que este le pudiera controlar, él quería ser normal, quería deshacerse de el otro.

Para cuando llegaron a la habitación, estaba seguro de haber contado doscientos pasos, y haber mirado a los lados unas... no, se había perdido... Echó un vistazo hacia atrás, tenía que retroceder y volver a empezar, lo necesitaba, necesitaba eso para estar tranquilo. Pero en cuanto quiso regresarse, Douglas, como se había presentado el enfermero, lo sujetó del brazo y dedicándole una sonrisa amistosa lo instó a entrar a la habitación 112.

-Sé bueno, no es tan feo aqui como lo hacen ver -

El veinteañero entró al cuarto, mirando alrededor aun con la necesidad latente de regresar y contar sus pasos nuevamente pero trató de ignorarla con toda su fuerza de voluntad, al tiempo que abrazaba fuertemente su peluche de una vaquita. Tan concentrado estaba en ello que no se percató de la presencia del otro chico hasta que este le habló de repente.

-¡Bu!-

-¡Dios!- La voz de otra persona lo había hecho sobresaltarse, abrir los ojos como platos y echarse hacia atrás, mirando asustado al chico que estaba delante de él, el cual lo había mirado con una sonrisa maníaca y se había acercado demasiado, invadiendo su espacio personal.

Sin embargo, el otro chico cambió su expresión ladeando la cabeza y mirándole entre confundido y curioso ante esa reacción de parte del rubio.

-¿Que tienes? -Preguntó con total normalidad.

Lysander lo miró casi analíticamente por unos segundos, desconfiado y caminó hasta sentarse en un rincón del piso.

-Nada...solo...me sorprendiste...-Su voz suave, podría comprarse con la de un ángel- T-tu... ¿quien eres?

Lo cuál podría ser curioso si llegabas a compararlo con Nikolai. Quizá eran opuestos, o así lo pensaba Nath mientras lo observaba.

-Uhm... -El chico lo pensó, sentándose sobre la cama- Pues no sé quien soy, pero mi nombre es Nathan. El de allá -Apuntó a la nada- Se llama Will, y ese otro -Apuntó a la nada nuevamente pero en dirección contraria- Es Stephan, no lo hagas enojar, es algo.... Violento.

El rubio miró hacia donde señalaba el otro sin lograr ver nada.

"Pues obvio, tu no eres el único loco aqui" se burló la voz de Leo.

Hopeless: Solo un poco rotos [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora